Lo que hace el Ejecutivo es, en realidad, permitir a los 8.116 ayuntamientos españoles incrementar los ingresos vinculados a la propiedad inmobiliaria para compensar, en parte, las posibles desviaciones que arrastran en el objetivo de estabilidad presupuestaria.
Hacienda ha presentado esta subida como una medida excepcional y temporal que tendrá vigencia para 2012 y 2013. La subida dependerá del lugar donde se sitúe la vivienda, pues en más de la mitad de los ayuntamientos no se han realizado las revisiones catastrales en la última década y allí la subida alcanzará el 10% para las casas más caras.
En los ayuntamientos donde la revisión catastral se haya hecho a partir de 2002, la revisión afectará solo a la mitad de su parque de viviendas, en concreto aquellas que quedan por encima del valor catastral medio en cada municipio. En el resto, la subida del IBI afectará a todos los inmuebles y se calcula que se verán afectadas 18 millones de viviendas.
Según los datos facilitados por Hacienda, en los ayuntamientos donde la revisión catastral se realizó entre 2002 y 2005, la subida del impuesto no superará el 6%. Los municipios que dieron este paso entre 2009 y 2012, solo verán subidas del 4%. En este tramo figuran, entre otros, los ayuntamientos de Madrid, Zamora, Burgos, Oviedo y Segovia.
Del aumento impositivo quedan fuera los pisos cuyo valor catastral haya sido revisado en los años en que el valor de los inmuebles era más alto.