La negociación de los Presupuestos Generales del Estado ha catapultado la figura de Félix Bolaños, según explican fuentes socialistas a Vozpópuli. El ministro de la Presidencia ha devuelto a Pedro Sánchez la confianza que depositó en él tras la crisis de Gobierno en verano. El poder de Bolaños se ha disparado estos meses, en los que ha conseguido salvaguardar la mayoría parlamentaria de Sánchez con nacionalistas y separatistas catalanes y vascos, mientras mantiene cauces de diálogo abiertos y permanentes con el PP.
El Gobierno ha reeditado los 188 síes a los Presupuestos que consiguió el año pasado. Bolaños ha liderado las negociaciones en coordinación con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la labor en la sombra del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas.
Montero ha hablado con todos para cuadrar los números, Bolaños se han centrado en ERC y PNV y Simancas ha estado encima de EH Bildu y los grupos minoritarios de la Cámara.
"Todo pasa por Bolaños"
Tanto ERC o PNV reconocen a este diario la "intensidad" de las conversaciones con el ministro. Y como anécdota ha quedado esa llamada de Bolaños al portavoz del PNV, Aitor Esteban, en plena rueda de prensa de Esteban. En ese momento, el grupo nacionalista vasco había dejado en el aire su voto afirmativo a las cuentas públicas. "Todo pasa ya por Bolaños", admiten estas fuentes.
La gran novedad con respecto al año pasado es que Bolaños ha sostenido esta mayoría de 188 escaños casi al mismo tiempo que cerraba un acuerdo con el PP para renovar varias de las instituciones del Estado. El titular de Presidencia mantiene un diálogo fluido con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, con el que tiene pendiente todavía el acuerdo para el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Se trata del pacto más importante que deben cerrar PSOE y PP. Y ninguna de las dos partes lo ha dado todavía por imposible. Otra prueba de ese entendimiento entre los dos ha sido la actualización del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, al que también se han sumado los populares.
Bolaños es ya la persona al frente de cualquier negociación importante para Sánchez. Desde que asumió la cartera en julio, ha liderado la célula de Moncloa para la evacuación del personal español en Afganistán, ha negociado con su socio de coalición Unidas Podemos los acuerdos previos al proyecto de Presupuestos, en especial la nueva ley de Vivienda. Ha participado en el diálogo en el seno del Gobierno para desbloquear la reforma laboral, ha pactado con el PP los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo y se ha empleado a fondo en los Presupuestos.
La herencia de Carmen Calvo
"Súperbolaños". Así le llamó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en el pasado congreso federal del PSOE. El ministro de la Presidencia es una de las figuras a las que Sánchez ha confiado pasar la página de Iván Redondo en La Moncloa. Su papel es decisivo junto al nuevo Gabinete de Presidencia, en el que Óscar López y Antonio Hernando trabajan en una estrategia electoral que permita al PSOE recuperar terreno en las encuestas.
Bolaños ha hecho olvidar a Carmen Calvo, su antecesora en la cartera de Presidencia. Calvo apenas tenía contacto con el PP y su choque permanente con Podemos dificultaban la labor de coordinación de este Ministerio. La exvicepresidenta tenía además la sombra de Redondo, que ejercía de ministro de la Presidencia y jefe de Gabinete a partes iguales.
Otra de las claves que han permitido el crecimiento de Bolaños es el cambio en la dirección del PSOE. La salida de José Luis Ábalos ha dejado las riendas del partido en manos del nuevo secretario de Organización, Santos Cerdán, y del propio Bolaños. Fuentes socialistas reconocen un cambio significativo en el partido desde el congreso federal. "Bolaños y Cerdán son otra cosa", reconocen. Sánchez ha conseguido pacificar la mayoría de sus federaciones, a cambio de que no se cuestionen sus acuerdos parlamentarios.
