“Lo más permanente en un país es el espíritu del territorio. [...] La historia, a la vez que nos ha revelado gran parte de nuestro espíritu en nuestros actos, nos ha impedido ver lo más íntimo de ese espíritu”, escribía Miguel de Unamuno a su amigo Ángel Ganivet como respuesta a su libro Idearium español. Eran finales del siglo XIX y el país que fue imperio languidecía como nunca; como siempre. Como un alma ligada a un cerebro que interpreta la realidad en función de los estímulos. "Las cosas no son como son, sino como las vemos", explica Raúl Peralba, uno de los fundadores del Proyecto España 1785, un ente entre lo místico y lo mundano que lleva años trabajando para mejorar la imagen que los españoles tienen de su país.
España 1785 es una suerte de psicólogo surgido para revertir la baja autoestima que sufre uno de los países que menos se quieren a sí mismos, tal y como han evidencian los estudios del Instituto Elcano o el Reputation Institute. Según un barómetro de este último organismo, casi dos tercios de los españoles -el 64%- definen al país como "corrupto" frente al 27% atribuido por los europeos; el 52% ven a España débil, mientras que en el resto de la UE esa cifra cae al 25% de los europeos; y el 62% la consideran pobre, también por encima de la percepción en el resto del continente, con un 43% de los europeos. Además, el 41% de los españoles cree vivir en un país más ocioso que trabajador, mientras que en Europa solo lo piensa el 25%.
"Hemos descubierto que España no funciona bien", apunta Peralba, que habla de un "retroceso en las autoestima de los españoles": "Nos valoramos a nosotros mismos por debajo de lo que nos valoran fuera". "Los seres humanos nos relacionamos con el exterior a partir de percepciones", sostiene: “Los que dicen que España es una mierda no se dan cuenta de que ellos son pedacitos de esa mierda”. Y eso, creen los fundadores de España 1785, eso repercute en todas las facetas del país: políticas, económicas, culturales... Frente a la desidia destructiva, este proyecto reivindica el orgullo de ser español para dinamizar el país.
España y el turismo
Peralba, que ha trabajado como asesor de empresas, compara el funcionamiento de un país con el de una sociedad mercantil: “Si tú trabajas en una cooperativa y estás hablando mal de la cooperativa, y compras en otros sitios, y te peleas con los compañeros... la cooperativa no va a funcionar bien”. La metáfora de la empresa “es una simplificación de lo que es un país, donde todos somos socios y empleados, donde todos hacemos algo para nosotros y para los demás”, asevera en declaraciones a Vozpópuli. Como ocurre con los servicios turísticos.
El portavoz de España 1785 recalca la importancia del denostado sector del turismo. “Ha sido la tabla de salvación de España”, insiste: “El tener 80 millones de visitantes cada año ha obligado a las empresas y administraciones españolas a trabajar para que esto funcione, porque aquí no hubo Plan Marshall, nos hemos arreglado como hemos podido”. Y con éxito: “De las diez empresas de construcción más grandes del mundo, siete son españolas, precisamente porque hemos tenido que hacer importantes cambios para adaptarnos a ese turismo exterior”.
El 70% de la gente que conoce la marca Zara en el mundo se piensa que es italiana"
“Importantes empresas españolas presentan servicios en grandes infraestructuras de todo el mundo, ¡y eso no se sabe porque las propias empresas no lo dicen!”, exclama Peralba: “¡El 70% de la gente que conoce la marca Zara en el mundo se piensa que es italiana!”. Como estos casos, cientos: al menos, ‘1785 motivos por los que un noruego quiere ser español’, uno de los libros publicados por este think tank que tiene el afán de investigar y divulgar “lo positivo que tiene España”.
Contra la leyenda negra
España 1785 atribuye la situación actual a la interiorización de la “leyenda negra” que históricamente han difundido las potencias enemigas: “España está considerada un país esclavista, y resulta que desde que Colón trajo a los indios, la reina Isabel la Católica dijo que eran súbditos de la Corona… ¡Abolimos el esclavismo 300 años antes que EEUU, donde hasta 1967 no se podían casar negros con blancos!”. ”¿Y cómo los españoles hemos dejado que Portugal se apunte el tanto de la Circunnavegación de Elcano y Magallanes? Los gobiernos de España no han promovido nada, porque son personas demasiado interesadas en su sillón”, esgrime Peralba.
“Da Vinci tiene un montón de inventos que no sirvieron para nada”, expone Raúl Peralba antes de citar al ingeniero militar granadino Emilio Herrera Linares, inventor de la ‘escafandra estrotonáutica’, en el que se basó la NASA para desarrollar el traje de astronauta con el que el hombre pisó la Luna; un hecho que Herrera vaticinó muchas décadas antes, cuando se codeaba con Albert Einstein. Católico, conservador y amigo personal de Alfonso XIII, durante la Guerra Civil combatió en el bando republicano porque el propio Rey le había pedido que se mantuviese fiel al Gobierno. Y acabó siendo presidente de la República en el exilio.
Es uno de los muchos personajes olvidados en España y que ahora este grupo quiere reivindicar, no solo para difundir su memoria entre los adultos, sino también entre los más jóvenes. De ahí ‘17 + 85 = 102 españoles geniales’, un libro dirigido a un público infantil que recopila relatos de 51 hombres y 51 mujeres de todos los tiempos, desde Rosalía o Rafa Nadal hasta Isabel la Católica o Leonardo Torres Quevedo, pionero de la inteligencia artificial, que inventó -entre otras muchas cosas- un autómata capaz de jugar al ajedrez con un humano.