España

Guerra civil en el PSOE por la amnistía: “Después de Redondo Terreros hay que echar a Felipe”

La expulsión de Nicolás Redondo Terreros es la punta del iceberg de una división creciente en el PSOE por la amnistía que Sánchez está dispuesto a entregar a Puigdemont para mantenerse en el Gobierno

La negociación de una amnistía para Carles Puigdemont a cambio de la investidura de Pedro Sánchez ha derivado en una incipiente guerra civil en el PSOE que se ha cobrado ya su primera víctima. La expulsión de Nicolás Redondo Terreros es, según fuentes consultadas por Vozpópuli, la punta del iceberg de una división creciente en el seno del partido por el precio que Sánchez está dispuesto a pagar por mantenerse en el Gobierno.

El choque entre los que consideran inasumible el coste y los que lo dan por bueno ha provocado una tormenta en los grupos de Whatsapp del partido, en los que la militancia afín a Sánchez jaleaba y aplaudía la expulsión de Redondo Terreros. "El siguiente tiene que ser Felipe", pedían en uno de los grupos del PSOE de Madrid en el que hay altos cargos del partido en esta región. Se trata de los mismos grupos en los que se calificaba de "facha y defensor de Vox" a González hace sólo unos días por reclamar a Sánchez que no transigiese con la amnistía.

Mientras el bando sanchista defiende como puede la vía independentista y usa su poder para callar voces como la de Redondo, el bando crítico también mantiene una intensa actividad opositora. Por un lado, viejos responsables del partido se han encargado de airear en los medios la encuesta de Metroscopia que refleja un amplio rechazo del votante socialista a la amnistía. Y, por otro, los rostros más conocidos de la oposición frontal a la amnistía han aparecido de nuevo en público en homenaje en Madrid a Juan José Laborda y en la entrega del premio Iberoamericano Torre del Oro a González en Sevilla.

Los dos actos han estado precedidos de una entrevista de Alfonso Guerra a la agencia EFE, en la que el ex vicepresidente ha defendido que las movilizaciones como la de Sociedad Civil Catalana el 8 de octubre contra una eventual ley ad hoc para Puigdemont. Guerra ha dicho que estas manifestaciones -incluida la convocada por el PP- son reflejo de una corriente dirigida a defender el Estado de derecho frente a la opción escogida por Sánchez de privilegiar a los independentistas.

La expulsión de Redondo Terreros

Tanto el acto de Sevilla como el de Madrid han contado con una presencia nutrida de ex ministros y ex dirigentes del partido como el propio Guerra, Javier Fernández, Manuel Chaves o Matilde Fernández, algunos de ellos muy significados en su oposición a la amnistía. Y para los que tampoco ha pasado inadvertido el castigo Redondo Terreros.

González ha recordado como él mismo no expulsó a Nicolás Redondo padre del partido pese a la huelga general que le montó como líder de la UGT a su Gobierno. Guerra, más combativo, ha reclamado en el acto de Laborda una "socialdemocracia centrada" y ha cargado contra los "grumetes" que intentan "destruir el pacto constitucional".

"El PSOE tiene 142 años de historia. Hemos pasado guerras civiles, hemos pasado dictaduras, Franco no acabó con él", ha dicho el ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. "Le va a perjudicar un militante al PSOE por muchas declaraciones que haga. Quien piense eso es que está menospreciando al PSOE".

La sensación entre la vieja guardia es que la expulsión de Redondo Terreros, ex secretario general del PSOE en el País Vasco, es un síntoma de debilidad. "Se piensan que cortando por lo sano se va a acabar con el debate y no es así", explica a este diario un veterano del PSOE madrileño. "Si Sánchez sigue adelante con la amnistía, el partido se va a romper".

El aviso que Ferraz ha querido enviar a través de Redondo Terreros, según estas fuentes, es para esos cargos del PSOE críticos pero cuyo puesto actual de trabajo o sus asientos en algún consejo de administración pueden depender de una llamada de Sánchez. "Los que ya están retirados como Felipe o Alfonso Guerra no tienen nada que perder. Pero hay otra gente que todavía no se quiere significar porque de alguna manera su vida depende de una colocación", señalan estas fuentes. "Pero si seguimos por este camino, lo harán".

Fractura en el PSOE

Tal y como ha venido informando este diario, el PSOE se divide ahora entre los que creen que Sánchez pactará con Puigdemont. Y los que piensan que no lo hará y habrá repetición electoral en enero del 2024. Este escenario imprevisible se ha agravado por el silencio de Sánchez, que ha tenido su agenda congelada por un contagio de covid-19. El presidente del Gobierno en funciones retoma su actividad pública el viernes en un acto con empresarios.

Los esperanzados en la nuevas elecciones creen que el PSOE tiene la oportunidad de mejorar su resultado del 23-J por la negativa a Puigdemont y la mala situación que, a su juicio, atraviesa el PP. Consideran que ya no es solo la amnistía, sino que la legislatura será un verdadero dolor de cabeza con cesiones continuas "cada lunes y cada miércoles".

"Tenemos que recordar que los aliados de investidura, tanto vascos como catalanes, tienen elecciones a la vuelta de la esquina", explican. "Y a ellos lo que les importa es gobernar en sus territorios y no habrá Sánchez que aguante eso".

Amnistía o repetición electoral

Los que creen que Sánchez acabará cediendo ante el temor a que la repetición electoral permita a Alberto Núñez Feijóo sumar una mayoría para gobernar admiten que la situación será insostenible para el PSOE. Y que cada vez se irán sumando más y más voces en contra de la amnistía. Recuerdan que Sánchez ya ha colocado al PSOE al borde de la ruptura en otras ocasiones: con la investidura de Mariano Rajoy en 2016 y más recientemente en la conmemoración de los 40 años de la victoria de Felipe.

"El partido acabará roto", afirman estas fuentes. "Lo que el Estado no puede tolerar es la imagen de Puigdemont volviendo a Barcelona en plan Josep Tarradellas 'ja sóc aquí'. No nos lo podemos permitir".

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