El PSOE sufre a medida de que acerca la fecha de las elecciones municipales y autonómicas. No solo porque no remonta en las encuestas para las generales, sino porque ha llegado el momento de que el poder territorial del partido haga la guerra por su cuenta. El primero en contestar el rumbo de la dirección ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien se enfrentó este lunes a la política de alianzas con los independentistas y a la forma de tratar al líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo. "Cada uno hace lo que sea para salvarse", concede a este diario una fuente socialista conocedora de los entresijos de Ferraz.
Mientras, fuentes del partido aseguran que las palabras de Page obedecen a una lógica propia, encaminada a obtener un rédito político personal: "Se trata de guerras individuales. Cuando la marca está bien, les va bien a todos. Y cuando está mal, les va mal a todos. Salvo en los pueblos pequeños, la mayoría de la gente que vota a este partido vota a las siglas, no a los candidatos".
El lío entre Page y la cúpula socialista evidencia el problema que afrontan algunos barones del PSOE tras más de dos años de relaciones en el Congreso con las principales fuerzas secesionistas vascas y catalanas, que tienen muy mala prensa en las comunidades de la España central. Y es que las palabras del presidente castellanomanchego, las podría haber suscrito, sin ir más lejos, otro referente autonómico, el jefe del Gobierno aragonés, Javier Lambán, muy crítico con el independentismo.
El contexto político es adverso para los planes electorales de Ferraz. Y en el PSOE, las fuentes consultadas advierten de que hay muchos alcaldes y presidentes autonómicos nerviosos. No obstante, la dirección no cree que la marca esté en horas bajas. Tampoco maneja proyecciones electorales adversas en Castilla-La Mancha para Page, quien quiere revalidar la mayoría absoluta. Pero la salida de tono de Page, que ha sorprendido en la cúpula, busca desmarcarse de una política que no beneficia sus opciones de revalidar el cargo.
"Miedo"
Eso sí, en privado, algunos destacados socialistas no dudan en reconocer que en el partido hay "miedo" por los comicios de mayo de 2023, porque la crisis económica, agravada por la guerra en Ucrania y el alza de los precios de la energía, puede ser la tumba de muchos alcaldes y presidentes autonómicos que se someterán en menos de un año al test de las urnas. "La situación es complicada. El contexto económico no es bueno y gobernar así es complicado. De eso no cabe duda", concede un destacado dirigente socialista.
Para más inri, Page desmintió al partido, al que acusó de "ir por detrás" ofreciendo versiones falsas de su intervención en el comité de política federal que los socialistas celebraron el sábado pasado en Zaragoza. Según Ferraz, el tono de todas las intervenciones fue de unidad y sintonía.
Aunque el barón socialista lo negó: "En los 22 o 23 segundos que tuve más o menos de tiempo, dije que no estaba de acuerdo con algunas cosas. Pero no hay guerra ninguna. Cierro filas con mi partido. Pero mi discrepancia, sin necesidad de hablar en Zaragoza, ya la he dicho a quien tenía que decirlo".
Más barones con Page
Algunas fuentes del partido no descartan a este diario que en las próximas semanas o meses se sumen más barones socialistas a la línea crítica con los secesionistas que, en palabras de Page, "rebañan, o arañan, o le pasan peaje al Gobierno".
En plata: toca defender el puesto. El PSOE gobierna en nueve autonomías y 20,6 millones de españoles tienen un alcalde socialista. Y lo último que busca Ferraz es ceder terreno. Pero el partido niega que se abra una brecha similar a la que dinamitó el partido en el congreso federal del 1 de octubre de 2016.
En efecto, el presidente de Castilla-La Mancha no solo rompió la tranquilidad de Ferraz con su ataque a las alianzas con independentistas en el Congreso, sino también con su crítica al trato que la cúpula socialista dispensa al líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo. "No comparto que sea insolvente ni es acertado decirlo", zanjó. Eso sí, este lunes quitó hierro al asunto al circunscribir sus declaraciones a un mera opinión personal. Page, que ha cerrado varios acuerdos con Feijóo en materia autonómica, no va entrar en la descalificación por la descalificación porque él antepone su honestidad ante los electores. Y si Feijóo no le parece insolvente, no lo va a decir.
Fran2
Page dice unas cosas en un sitio y otras, generalmente lo contrario en otros lugares. Es sanchista en privado y en los ámbitos orgánicos del partido, y de cara a la galería electoral manifiesta un discurso diferente. ¿Cuándo se ha opuesto votando contra? El único propósito, es mantenerse en el poder. Lo demás, milongas
Casban
Normal que critique la alianza con separatistas, al fin y al cabo prometieron a sus votantes no hacerlo. Normal también que hayan apoyado toda la legislatura esa alianza, es el "partido". Normal que ante las elecciones nos diga lo que queremos oir y será normal que, tras ellas, se lo pase por el forro. Lamentablemente, es también normal que les sigamos creyendo y votando. No se hasta que punto el problema son los políticos y no nosotros mismos.
NoSeYo
Osea que está mal pactar con golpistas, terroristas y comunistas. Pues es el PSOE el que está haciendo eso desde hace años con el beneplácito del resto de socialistas.