España

Sangría en el PSOE: pierde más de 15.000 militantes desde que Pedro Sánchez es secretario general

Los socialistas sostienen que sus militantes "están al corriente [de pago]" a diferencia de los del PP. Ferraz tiene 172.600 afiliados frente a los 187.949 de 2017

  • Pedro Sánchez vota este viernes en la sede del PSOE la consulta a la militancia sobre los pactos de gobierno. -

"Un rumor" recorre el PSOE. Pero de rumor no tiene nada. Los socialistas están perdiendo militantes. El goteo de bajas, según las fuentes consultadas en el partido, se ha "acelerado" mientras se suceden las negociaciones de Pedro Sánchez para pactar una amnistía con los partidos independentistas catalanes que le permita los votos necesarios para permanecer en Moncloa.

Las redes sociales dieron cuenta del cabreo de algunos militantes que mostraron su carné roto. Según fuentes de Ferraz, los socialistas tienen un censo actualizado de 172.000 afiliados, a los que llamaron a votar en la consulta sobre los acuerdos de Gobierno con Sumar y el resto de fuerzas independentistas. Se pronunció el 63,41% del censo y votó a favor el 87,13% y en contra el 11,93%. Pero desde que Pedro Sánchez escaló por segunda vez a la secretaría general, en 2017 tras unas primarias, el partido ha dado de baja 15.349 carnés. Y 6.051 desde que, en 2019, el PSOE acordó la coalición con Unidas Podemos. Es decir, desde que Sánchez está al frente de un Ejecutivo bicolor.

Ferraz se defiende cuando se le pregunta al respecto y zanja que, a diferencia de otros partidos -en referencia al PP-, los militantes socialistas "están al corriente [de pago]". Lo cierto es que es difícil conocer al detalle los datos de afiliación, porque los gestiona directamente la planta noble del partido. "La última vez que dieron datos fue a principios de este año para el cierre censal para hacer las listas [electorales]", explica un secretario de organización autonómico en conversación con este diario. Y añade: "Dan a cada uno el suyo". No obstante, la militancia no solo está manifestando su rechazo a la amnistía mediante sus bajas de las filas del partido.

También hay afiliados que están explicando en redes los motivos por los que votarán 'no' en la consulta. Y todo por ser "la única manera" que ha alumbrado el PSOE de permitir a sus afiliados expresarse sobre la amnistía. "Defiendo la justicia y la igualdad, no me tragaré una amnistía. Soy socialista y no puedo votar en contra de mis principios y valores, yo los tengo y no cambian por interés", expresa Álvaro López, secretario general de las Juventudes Socialistas de Martos (Jaén).

Eso sí, para Ferraz su consulta es todo un ejemplo a seguir: "El hecho de que hayamos optado por consultar a nuestra militancia sobre la cuestión del gobierno de coalición demuestra nuestro compromiso genuino con los principios democráticos. Porque los miembros del partido no son meros espectadores, sino actores activos en la toma de decisiones y más si cabe, en un partido como el PSOE, con 144 años de historia", explica el partido en El Socialista, su boletín de propaganda. "Creemos que la política debe ser una expresión de la voluntad del pueblo y esta consulta pone de manifiesto la importancia de incorporar sus voces en el proceso político", zanja.

Pese a todo, las fuentes consultadas en Ferraz no dudan de que el apoyo al acuerdo con Sumar y, por tanto, el respaldo a la Ejecutiva del partido y a sus negociaciones con el resto de fuerzas independentistas será abrumador. Aunque no 'no' puede tener más predicamento del que se supone, en un momento en el que el presidente se ha vinculado de manera irreversible con la medida de gracia. En 2019, la militancia del PSOE ratificó el acuerdo con Unidas Podemos para formar un Gobierno de coalición con el respaldo del 92% de los afiliados. La participación, una de las grandes incógnitas en esta ocasión, fue del 63,01%.

Cabe reseñar que no es solo la militancia la que rechina con la amnistía. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page se convirtió en la única voz, junto con la de Odón Elorza, que criticó ante la dirección socialista el pasado sábado la medida de gracia pactada con los independentistas. El exdiputado vasco reprochó al presidente en el comité federal que "debía haber preparado un plan B ante una posible repetición electoral". Y cuestionó los costes de presente y futuro que le puede acarrear la amnistía al partido. Además, pidió una consulta con mayor debate previo dentro de Ferraz, cuyos militantes pueden votar desde este lunes y hasta el próximo sábado sobre el acuerdo de coalición con Sumar y con el resto de partidos sin haberse producido siquiera.

El candidato socialista a la investidura impuso a su partido la amnistía en el comité, de la que habló largo y tendido, y que justificó en interés "de España" más allá de que sea el peaje que debe pagar si quiere seguir al frente del gobierno con los apoyos de Junts. Y para más inri, según contaron varias fuentes presentes en la reunión a puerta cerrada del comité, el líder socialista no dio información alguna sobre las negociaciones con Carles Puigdemont y el resto de aliados independentistas y secesionistas.

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