Los vecinos de la parroquia de O Hío, en Cangas de Morrazo (Pontevedra), han cumplido con las amenazas de las últimas semanas. Ante la presencia indeseada de turistas —llamados ofensiva y vulgarmente "fodechinchos"— han marchado por los pasos de peatones de la entrada al pueblo para bloquear la entrada de vehículos.
La protesta ha tenido lugar en la mañana de este domingo y los vídeos han sido difundidos en las redes sociales, como X —antigua Twitter— La Voz de Galicia y la Televisión de Galicia, donde durante todo el verano se ha dado repercusión a la oleada de odio que se está desatando en ciertas zonas de la comunidad autónoma contra los turistas que causan molestias entre los vecinos.
"Estamos hartos de que los coches aparquen donde quieran, con total impunidad, no hay multas para ellos. Hemos llegado al límite", explicó una portavoz de los concentrados al periódico regional.
La protesta, sin embargo, ya había sido anunciada con anterioridad y no se descartan nuevos incidentes de este tipo en protesta contra una inmigración temporal que en ocasiones es excesiva y, en otras, irrespetuosa a ojos de los vecinos.
Algunos usuarios de redes sociales se han ofendido con las protestas, como viene siendo habitual y han criticado que las personas de estos pueblos luego sí van a las grandes ciudades, como Madrid, de turismo o a vivir.
Turismofobia contra los "fodechinchos"
42 millones de viajeros y un impacto económico de 55.000 millones de euros no son suficientes para muchos residentes que continúan enarbolando su particular bandera contra la masificación de veraneantes.
Pese a no ser uno de los destinos preferidos por los extranjeros —sí lo son Baleares, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Canarias y la Comunidad de Madrid—, Galicia ha recibido en los primeros tres meses del año 2.063.329 turistas nacionales, lo que ha supuesto un crecimiento del 7,1% con respecto al mismo periodo de 2023.
La 'turismofobia' contra los "fodechinchos" se hace cada vez más visible: la tendencia a la masificación del turismo, junto a los hábitos poco cívicos de una minoría, han colmado a los residentes de muchas zonas en riesgo de saturación.
Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, considera que este verano está siendo "magnífico desde el punto de vista turístico". "La gente viene buscando en Galicia esta tranquilidad, este clima", ha explicado el presidente en declaraciones a los medios el pasado 12 de agosto, y cree que las temperaturas más suaves respecto a otros territorios son un aliciente para visitar esta región.
Sin embargo, no todos los gallegos piensan lo mismo que su presidente y protestan contra el turismo incívico. En Oleiros, un municipio de La Coruña, el dueño de un bar ha decidido cerrar su establecimiento durante una semana de agosto por "la prepotencia" que atesoran esos fodechinchos.
El propio bar se refiere a estos "fodechinchos" como "tontos de la Meseta", una forma un tanto agresiva de tildar a los visitantes que provienen de zonas céntricas de España, como Madrid. Así lo hacían saber en su comunicado: "Y ante la inminente llegada del puente del 15 de agosto donde, si cae una bomba en Mera, quedan sin tontos en la Meseta".
La portavoz del local, María, ha explicado que "hay un sector de turismo que produce mucho desgaste al personal, por sus exigencias, su altivez y esto nos llevó a quemarnos", en declaraciones al programa Todo es Mentira, de Cuatro.
La ciudad de Santiago dice 'basta': "El Camino no puede convertirse en un parque temático"
No es un caso aislado: Santiago de Compostela está siendo objeto de actos vandálicos por parte de los turistas y las redes sociales se hacen eco de las críticas y las quejas de los vecinos frente a este tipo de acciones de los "fodechinchos". Una de ellas tuvo lugar a mediados del mes de julio, en la emblemática Plaza del Obradoiro: a los pies de la catedral, unos caminantes dejaron por escrito con un rotulador permanente: "Aquí terminamos el Camino de Santiago y empezamos el nuestro", junto a los nombres de tres peregrinos.
Desde hace varias temporadas, los gallegos denuncian que el camino se ha convertido en una fiesta sin principios que se esconde tras la excusa de que "da dinero a la provincia"
Organizaciones de vecinos gallegos, decenas de usuarios de redes sociales e incluso desde el propio ayuntamiento, se quejan de que los peregrinos llegan a la ciudad sin respetar las normas y la convivencia, "como si la ciudad fuese suya".
"La ciudad no puede convertirse en un parque temático", "El modelo turístico de Santiago requiere un profundo replanteamiento", "Turismo sí, pero no masivo ni invasivo" o "La ciudad vieja está social y económicamente destruida. Ambientalmente es insostenible. Los vecinos no accedemos durante meses..." son algunos de los miles de comentarios que se pueden leer en redes sociales sobre la avalancha de jóvenes que este año, con motivo de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022, ha sido multitudinaria tras las restricciones de la covid.
jarabo
En Galicia hay t0nt0s como en todas partes
ser o no ser
Espero que no tengan ninguna otra catástrofe ambiental, como les paso con el chapapote....que con las manos y un cubo de mier... ayudaban de toda España y muchísimos de Madrid, a que no se contaminar sus aguas y modo de vida. Si a esos que les han puesto un mote y que están en contra del turismo. Es de bien nacidos ser siempre agradecido. Si esto mismo se hiciera contra el contrabando y la droga estaría limpio del todo, una región ideal.