España

¿Cuándo pueden salir de la cárcel los líderes del procés?

Si Serveis Penitenciaris se da prisa en decidir y les otorga el tercer grado, podrán pasar las navidades en casa. El Reglamento contempla además otras opciones para salir regularmente, también en segundo grado

  • Oriol Junqueras

Las juntas de tratamiento de las cárceles catalanas han propuesto que se clasifique en segundo grado penitenciario a los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo. Sin embargo, esta decisión no cierra la puerta a otro tipo de salidas tanto puntuales como permanentes, alguna de ellas muy parecida al régimen  de semilibertad que contempla el tercer grado.

Llo que han hecho este miércoles las juntas de tratamiento es tan solo una propuesta que debe ser analizada ahora por el departamento de Serveis Penitenciaris. En Cataluña, las competencias de prisiones están transferidas a la Generalitat, por lo tanto no depende del Gobierno central, sino de la Consellería de Justicia. En un plazo máximo de dos meses tendrá que refrendar la decisión adoptada hoy o cambiarla. 

Varios presos independentistas ya han anunciado que no les vale el segundo grado, el más común en la mayoría de los presos, sobre todo en casos de condenas largas. Es previsible que recurran esta decisión. Mientras que la juntas de tratamiento están integradas por técnicos y profesionales de la cárcel, a la Consellería se le otorga un perfil más político, según los expertos penitenciarios consultados.

No hay un plazo mínimo para decidir, por lo que nada impide que la decisión de Serveis Penitenciaris se conozca en unos días. Los expertos consultados no ven razones para que se demore o se agote el plazo teniendo en cuenta que los afectados llevan en prisión preventiva desde noviembre de 2017 y no hace falta recabar información sobre sus circunstancias. 

Navidades en casa

En caso de que Serveis Penitenciaris cambiase la decisión de las Juntas Penitenciarias, podría otorgarles el tercer grado penitenciario. De ser así, la Fiscalía presentaría recurso ante la autoridad judicial, pero no frenaría la salida mientras se decide ya que la concesión del tercer grado es una decisión ejecutiva. Este escenario, por tanto, abre la puerta a que los presos pudiesen pasar las navidades en casa. 

El tercer grado es conocido como el régimen de cenicienta. En la mayoría de los casos se obliga al preso a regresar a al cárcel para dormir excepto los fines de semana. Pero hay otras modalidades de cumplimiento del tercer grado, incluido el que contempla no volver a prisión y permanecer bajo control telemático con una pulsera.

Hasta que Serveis Penitenciaris no tome su decisión, los presos no estarán oficialmente clasificados por lo que las Juntas de Tratamiento no podrán adoptar nuevos pasos. En caso de que la Generalitat no les conceda la semilibertad, el segundo grado también contempla salidas de la cárcel, alguna de ellas en términos muy similares al tercer grado.

Es el caso de la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario. Permite salir todos los días de la cárcel, incluso seguir cumpliendo la pena en casa. Tiene que ser propuesto por la Junta de Tratamiento y desde ese momento es ejecutivo, aunque la última palabra la tiene el juez de vigilancia penitenciaria, que podría revocarlo.

El artículo 100.2 y permisos

Es poco habitual que se conceda este artículo a presos que no tienen ningún problema de salud y con largas condenas por delante. Se prevé para aquellos reclusos que encuentran trabajo fuera de la cárcel o alguna actividad formativa y desde la prisión se entiende que puede ser útil para su adaptación a una pronta vida en libertad. 

Lo mismo sucede con los permisos ordinarios de salida, un total de 36 días al año repartidos en tramos nunca superiores a siete días seguidos. Si bien es cierto que la ley penitenciaria (que rige igual en Cataluña que en el resto del país) permite solicitar estos permisos cuando se está clasificado en segundo grado  y ya se ha cumplido un cuarto de la condena, lo cierto es que no es habitual concederlos cuando queda mucha condena por delante.       

Atendiendo a las condenas de entre nueve y trece años impuestas por el Tribunal Supremo, los primeros en alcanzar la cuarta parte de su condena son Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, el mes que viene. Los exconsejeros Turull, Romeva y Bassa llegarán en noviembre de 2020. La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, en julio de 2020, Forn  y Rull en mayo de 2020 y el líder de ERC, Oriol Junqueras, el último, entre enero y frebrero de 2021. Más allá de estas posibilidades, el reglamento penitenciario admite más medidas como la petición de indulto ante propio juez penitenciario o la vía Urdangarín, es decir, salir de forma puntual para realizar actividades de voluntariado.

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