El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha hecho este lunes un llamamiento al independentismo a combatir el "derrotismo" y a prepararse para un nuevo embate, ya que "la confrontación con el Estado no se puede rehuir".
Así se expresa en una carta enviada a los afiliados del Consejo por la República, el espacio parainstitucional que preside desde Bélgica, en la que denuncia que la "represión" del Estado contra el independentismo se ha convertido en "permanente".
Según Puigdemont, "el movimiento independentista se tiene que preparar para la fase en que la respuesta del Estado vuelva a ser un 'no' a todo".
"Nos será reconocida la nación"
"No podemos dedicar más tiempo del que ya se ha dedicado discutiendo banalidades partidistas: la confrontación con el Estado no se puede rehuir, es una realidad inevitable por la que hemos de pasar si queremos que Cataluña sea reconocida como nación soberana e independiente", ha recalcado.
A su entender, no hay que "hacer creer a la ciudadanía catalana que, por alguna razón que desconocemos, vendrá un momento en el que nos será reconocida la nación sin tenerla que luchar desde las calles, plazas e instituciones del país".
Sin embargo, al independentismo no se lo ponen fácil "ni los que ya nos apalearon con extrema violencia el día del referéndum ni los que, cuatro años después, actúan como si aquella victoria les estorbase".
"Hay que combatir"
"Quizá por eso hay que combatir también una cierta corriente narrativa que intenta deconstruir la enorme gesta del 1 de octubre y extender un sesgo derrotista de un capítulo sobre el cual la historia hará un juicio unánime: votamos y ganamos, pese a la guerra represiva desatada por el Estado", ha destacado.
Puigdemont llama a "reforzar" el Consejo por la República -un instrumento que genera muchos recelos en las filas de ERC-, para que "no haya ninguna excusa para preparar la manera de ganar la próxima confrontación con el Estado".
Según el expresident, el Consejo por la República "es la institución republicana que recoge la legitimidad" del 1-O y se pone al servicio del independentismo para "poder completar la tarea iniciada hace ahora cuatro años".
"Decidimos que la lucha tenía que continuar, no detenerse", ha dicho, aunque en los últimos tiempos, "ya sea por los efectos de la represión, por los cálculos partidistas o por nuestros desaciertos, hay quien proyecta sobre el 1 de octubre y sus efectos políticos una visión muy alejada de lo que fue".