El bailaor Rafael Amargo se ha sentado este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid acusado de vender droga de manera "persistente" en su casa del barrio madrileño de Malasaña. Tras la petición por parte de los acusados de comparecer al final del juicio, la Sala ha podido escuchar la declaración del inspector instructor de la investigación policial que ha desgranado de forma detallada ante los magistrados el contenido de las escuchas telefónicas al artista y sus socios.
El agente ha defendido en Sala que las sustancias incautadas a Rafael Amargo durante los registros fuesen para uso personal, ya que se trataba de "una cantidad excesiva para el consumo propio". Por contra, el inspector ha apuntado que, tras el análisis de varias conversaciones telefónicas intervenidas a los acusados, Amargo y el productor, Eduardo de Santos, utilizaron la venta de droga para "financiar" la obra teatral Yerma.
"Vimos dos cosas, la primera que Eduardo (de Santos) era el productor de la obra de Yerma, que Eduardo y Rafael estaban haciendo compras conjuntas con el fin de obtener unos beneficios para financiar esa obra", ha declarado el policía. Según el testimonio del agente, sería Eduardo de Santos el encargado de poner el dinero para conseguir la mercancía, debido a que el bailaor no disponía de fondos, situación derivada de varios embargos pendientes.
El inspector apunta a que Amargo mantiene una conversación telefónica con un intermediario para poder negociar con uno de los proveedores la cantidad y el precio por el que adquirir hasta un kilo de metanfetamina. Según el agente, de esta y varias conversaciones, se desprende que ambos acusados necesitaban al menos 3.000 euros para poder seguir hacia adelante con el proyecto de la obra Yerma, presentada por el bailaor en el teatro de La Latina en verano.
De igual modo, el declarante ha defendido que el artista y el productor, Eduardo de Santos, se encargaban de distribuir la droga en diferentes círculos. "Una cosa es que Rafael negociase con sus pequeños productores y otra cosa es la compra grande que hace como Juan Eduardo para producir la obra de Yerma", ha añadido.
Vigilancias y registros en la vivienda de Amargo
El agente ha anotado que, tras varios días de vigilancia frente a la vivienda del bailaor, varios compañeros pudieron ver entrar y salir a personas con antecedentes por delitos contra la salud publica del domicilio. De esta manera, la investigación policial ha permitido concluir que Amargo utilizaba mulas para transportar estupefacientes como mentafetamina y viagra para, posteriormente, ponerla a la venta.
En la misma línea, la Fiscalía sostiene en su escrito de acusación que Amargo vendía sustancias estupefacientes, bien desde su domicilio o con la ayuda de su socio Manuel Ángel Batista hacía llegar la droga "al lugar donde el cliente indicaba para lo cual se valía de su hombre de confianza". El Ministerio Público mantiene que tanto Amargo y como su productor "se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero".
La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el artista, al igual que para Eduardo de Santos por vender droga de forma "persistente". Para el otro acusado solicita seis años de cárcel por ser un "hombre de confianza" que entregaba la droga a los compradores.
Por su parte, la defensa intentará acreditar que la droga incautada por la Policía era para consumo propio, después de que el bailaor haya recibido tratamiento como drogodependiente en el centro penitenciario de Soto del Real.
El abogado del bailaor, Marcos García-Montes, ha solicitado la nulidad de las escuchas telefónicas y de los registros. Además, ante el planteamiento de cuestiones previas, los letrados defensores ha solicitado a la Sala que los acusados declaren en último lugar.