Y van tres en un año. El titular del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, ha dictado un auto por el que concede un nuevo permiso de salida de prisión a Rafael Caride Simón, preso de ETA condenado a 790 años de cárcel por el atentado de Hipercor. Es la tercera autorización para salir de la cárcel que el terrorista, acogido a la Vía Nanclares de reinserción, recibe en los últimos doce meses. En esta ocasión, como en las otras dos anteriores, el permiso es de seis días. En diciembre de 2013 ya fue beneficiado con un cuarto, en aquella ocasión de sólo cuatro días, el primero que se le concedía desde su detención en 1993. Su arrepentimiento, el buen comportamiento en prisión y la participación en dos encuentros "restaurativos" con sendos heridos de la masacre de Barcelona son los argumentos esgrimidos por la Justicia para concedérselos.
La oposición de la Fiscalía a los permisos a Caride Simón fue respondida en septiembre por la Audiencia Nacional con un auto en el que destacaba su arrepentimiento y buen comportamiento
Este último permiso fue autorizado por el juez De Castro en un auto fechado el pasado 8 de mayo que resalta que el mismo tiene carácter "ordinario", es decir, forma parte del cupo a los que tienen derecho los reclusos clasificados en segundo grado penitenciario que cumplen una serie de requisitos. Entre ellos se encuentra haber recibido informes favorables de la Junta de Tratamiento de la prisión donde cumple condena. En el caso de Caride Simón, estos han sido muy favorables después de que en 2010 el terrorista arrepentido empezase a manifestar de modo reiterado su rechazo a la violencia de ETA y haya reconocido del mismo modo el daño causado por su delitos y el dolor infligido a las víctimas. Además, ha participado en "talleres de reflexión" sobre el terrorismo y ha intervenido en programas de reparación con afectados de la violencia etarra.
Es, precisamente, ese buen comportamiento lo que ha llevado a que Caride Simón lleve también tiempo ingresado en los llamados "módulos de respeto" de la prisión, reservados a los reclusos con mejor comportamiento entre rejas. Una circunstancia que también influyó para que se le concedieran los dos anteriores permisos "ordinarios", autorizados por sendos autos de los pasados 9 de febrero y 24 de junio. A este último, la Fiscalía planteó un recurso dentro de la instrucción general del Gobierno de oponerse por sistema a todos los beneficios penitenciarios a los que accedan presos de ETA, incluidos aquellos que, como el autor del atentado de Hipercor, se han acogido a la 'Vía Nanclares'. En concreto, el Ministerio Público aseguraba que el etarra no tenía cumplidas tres cuartas partes de su condena, que no colaboraba con la Justicia, que el pago que había hecho de la responsabilidad civil a la que fue condenado era "simbólico" y que "no consta el perdón de las víctimas".
Una decisión apoyada por la Sala de lo Penal
Un recurso que se encontró en septiembre con la respuesta contundente de la propia Audiencia Nacional. Así, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que preside Fernando Grande-Marlaska dictó entonces un auto en el que no sólo autorizaba a Caride Simón a disfrutar en concreto de la salida que le había autorizado el juez De Castro en junio, sino que también le abrió la puerta a seguir haciendo de otros en el futuro, como así ha sido. En aquel fallo judicial, los tres magistrados tumbaron uno tras otro aquellos cuatro argumentos que había esgrimido la Fiscalía para oponerse al mismo. Ese escrito es el que ahora ha servido de base para que su colega de Vigilancia Penitenciaria haya dado luz verde a los dos últimos permisos.
La Audiencia Nacional determinó que la concesión de diez permisos sin incidencias permitirá al etarra disfrutar de las salidas de prisión "por la cuota legal semestral que le corresponde"
Aquel auto de la Sección Primera de la Sala de lo Penal destacaba que el expediente de Instituciones Penitenciarias recalcaba que el autor de la masacre de Hipercor había ido a declarar "como testigo las veces que ha sido llamado". También consideraba infundado que el resarciendo económico que había hecho hasta entonces a las víctimas fuese meramente simbólico, ya que los tres magistrados consideran que su situación, tras permanecer de manera ininterrumpida en prisión desde finales de febrero de 1993, no le permite hacer otra cosa que pequeños pagos. De hecho, recalcaban que fue el propio etarra quien "solicitó que se detrajera de su peculio [dinero con el que cuentan los presos para sus gastos dentro de la cárcel y que es ingresado por sus familias] una cantidad mensual" para hacer frente a dicha responsabilidad.
Finalmente, el escrito de los tres jueces de la Sección Primera destacaba que el perdón o no de las víctimas no dependía del condenado, sino que "es un acto graciable" de aquella. Por lo tanto, recalcaban que lo que "importa es la actitud del condenado" a la hora de concederle permisos carcelarios. En este sentido, insistían que, como ya se sabe, Caride Simón "ha admitido sus delitos y el daño irrogado con sus actos, ha asumido su responsabilidad y solicitado perdón". Por todo ello, los magistrados fallaban desestimar en recurso de apelación que había interpuesto la Fiscalía contra el permiso.
El tribunal acompañaba su decisión con una observación directa la Ministerio Público: "Una vez concedidos diez permisos por este tribunal y el juez, el Centro [penitenciario] deberá asumir el criterio de la autoridad judicial y normalizar la situación del interno en cuanto a disfrute de permisos por la cuota legal semestral que le corresponde hasta la progresión de grado, en su caso, sin dar lugar a nuevas quejas y recursos". Con el concedido ahora, ya son tres en el último año. Cuatro si se cuenta aquel primero de cuatro días de diciembre de 2013.