El Real Madrid y el Atlético de Madrid expulsarán del club a los socios que revendan las entradas que les han tocado en el sorteo o por antigüedad para presenciar la final de la Champions League en Lisboa. Ayer, algunos portales de Internet ofrecían localidades desde los 1.100 euros las más baratas y a 3.500 las más caras, cuando el precio original es de 70 a 390 euros.
La notificación que el Real Madrid ha enviado a los socios dice: “Queda terminantemente prohibida la reventa de entradas a terceras personas, lo que conllevará la baja definitiva y automática de la condición de socio del Real Madrid”.
El mismo mensaje recordaba las obligaciones burocráticas impuestas por la UEFA y que son las siguientes: “Este correo electrónico impreso como justificante de la recogida de entradas; Fotocopia y original del carné de socio vigente del titular de la solicitud; Fotocopia y original de los carnés de socios vigentes incluidos en su solicitud. Autorización por cada uno de los socios integrantes de su petición, rellenada y firmada. Deberá facilitar la modalidad en la que tiene previsto desplazarse. En el supuesto de viajar en avión, tendrá que facilitarnos el número de vuelo y en el supuesto de viajar en coche la matrícula del mismo”.
Por otra parte, las condiciones de compra de las entradas de la UEFA tienen una extensión de diez folios y medio que el club aconseja leer, para lo que facilita un enlace.
Mientras, el Atlético ha informado a los socios de las mismas condiciones de la UEFA, pero en ningún momento ha amenazado por escrito a sus socios con la expulsión por la cesión o reventa de sus localidades. Sin embargo, fuentes del club indicaron que si se descubre que hay socios que revenden se les aplicará el reglamento del club que contempla desde la suspensión temporal a la expulsión.
Sin pantallas en Castellana
Por otra parte, no habrá pantallas en Neptuno, ni en la Puerta de Alcalá, ni en Cibeles. Lo que sí parece es que se abrirán las puertas de los dos estadios para que los aficionados que no hayan podido acudir a Lisboa puedan seguir el partido con pantallas gigantes. De hecho, el Real Madrid ya ha informado a la Delegación de Gobierno que abrirá con toda probabilidad su estadio, donde instalará varias pantallas, además de los videomarcadores.
En principio, se llegó a pensar en colocar pantallas en la calle. Pero finalmente se ha considerado que, a pesar de los esfuerzos de hermanamiento de las aficiones que preparan las autoridades para los días anteriores, podría haber problemas de seguridad.
Tampoco habrá pantallas en la Castellana ni en Concha Espina, como también se llegó a pensar. La delegación del Gobierno estudia si se establecerán “zonas de aficionados” en el Parque de Berlín y en Madrid Río.
No hay nada decidido sobre estos espacios de diversión que se organizan en las ciudades donde se celebran las finales de todos los torneos, pero posiblemente se permita su funcionamiento hasta que los seguidores entren al campo.
La Policía Municipal y Nacional ya trabaja en el dispositivo de seguridad que se pondrá en marcha en ese día donde habrá celebración en Cibeles o en Neptuno. Se vallarán los dos monumentos y los agentes custodiarán la zona para evitar problemas.
Los dos clubes tienen grupos ultras, que aunque están vigilados por la Policía son imprevisibles. Quedó demostrado hace semanas el día que un comando de Ultras Sur atacó a los bukaneros del Rayo Vallecano delante de la Policía Nacional.