Óscar Puente siempre ha sido la primera opción de Pedro Sánchez para destronar a Luis Tudanca como líder del PSOE en Castilla y León. Pero para el ahora ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, anteriormente alcalde de Valladolid, asumir el liderazgo de los socialistas en su comunidad autónoma nunca ha sido una prioridad. De hecho, él, según fuentes de su entorno, tiene el deseo de volver a pugnar por la alcaldía de su ciudad en 2027. Hace un año y medio ganó los comicios, pero un pacto entre el PP y Vox le apartó del consistorio pucelano. Puente, cuando finalmente aceptó el encargo de Sánchez de ser ministro, puesto que había rechazado anteriormente para seguir en la capital castellanoleonesa, se trajo con él a Madrid a una compañera edil, Ana Redondo, para convertirla en ministra de Igualdad e impulsarla como próxima rival de Alfonso Fernández Mañueco a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Redondo, junto con el alcalde de Soria, Carlos Martínez, cuyo nombre entraña mayor transversalidad entre las diversas familias políticas del incendiado PSOE en CyL, son los dirigentes socialistas por los que apuesta ahora Sánchez para dar la estocada a Tudanca.
Y es que más allá de las fricciones actuales entre Ferraz y la dirección regional, a cuenta de las primarias que Tudanca convocó de forma exprés y Santos Cerdán anuló de inmediato, dentro del propio partido a nivel autonómico hay una crisis interna importante. El secretario general, como ya avanzó este martes Vozpópuli, está prácticamente solo. Con apenas media decena de dirigentes a su alrededor. Y a las tradicionales luchas entre León y el resto de provincias, se le suma ahora la gran influencia que varios dirigentes autonómicos tienen en Moncloa y en Ferraz con tres ministros y con cinco miembros en la Ejecutiva Federal del partido. Por lo que Puente no es el único que le susurra a Sánchez para lograr que su apuesta personal, Redondo, se haga con las riendas de la federación castellanoleonesa. Otro ministro, el exjefe de gabinete del presidente, Óscar López, también le ha hecho llegar algún nombre a Sánchez. El responsable de Transformación Digital y Función Pública, según fuentes del partido, está alineado con Cerdán para impulsar a un "candidato de consenso tapado" que podría ser el mismo alcalde de Soria, Carlos Martínez. Javier Izquierdo, responsable de la secretaria de Acción Electoral y Formación de la dirección federal, también se postula aunque en su caso con muy pocas opciones. "Le dejamos hacer su lucha" explica a Vozpópuli un dirigente territorial.
La voluntad de la mayoría, tanto en Ferraz como en Castilla y León, es articular un consenso en torno a una figura que permita aunar los apoyos suficientes para echar a Tudanca y a su equipo del poder orgánico. Un consenso en el que según fuentes del partido en la región, pese a que Puente y López tengan sus favoritos, incluye también a ambos ministros, al omnipresente consejero áulico de Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero, e incluso al autoimpulsado candidato Javier Izquierdo. Por lo que lo más previsible es que únicamente se tengan que enfrentar dos candidaturas. La impulsada por el actual secretario general, sea con el propio Tudanca al frente -algo que le puede impedir Ferraz con los estatutos en la mano- u otra persona de su equipo, y la que cuente con el respaldo de la dirección federal, Moncloa y casi todo el poder provincial. En este último caso, la ministra de Igualdad y exconcejal en Valladolid, Ana Redondo, y el alcalde de Soria, Carlos Martínez, son los dos que tienen más posibilidades para encabezar la candidatura. En el caso de Redondo tiene a favor que es mujer y tiene la plataforma mediática del ministerio y en contra que es de Valladolid. Martínez, por su lado, es un perfil más desconocido y plano, pero de una región, Soria, que no tiene enfrentamientos. Hace unas semanas saltó a la fama por pasearse por las fiestas de un pueblo montado en un 'papamóvil' y bendiciendo a la gente con una escobilla de váter, hechos por los que está siendo investigado por un juez.