Sumar cierra el año 2023 formando parte del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y consolidando a Yolanda Díaz en el tercer cargo más importante del Ejecutivo -la vicepresidencia segunda-. Una situación, que aunque garantiza el futuro de la formación durante los próximos cuatro años, no le deja exento de enfrentarse a una serie de retos en el año que comienza.
El principal objetivo de Yolanda Díaz es mantenerse lo más alejada posible de Sánchez y sus pactos de Gobierno. Aunque ella se reunió con Puigdemont en Bruselas, es cierto que ha evitado hacerse ver en la mayoría de reuniones y firmas de acuerdos con el independentismo. Esto le ha permitido mantener ante muchos españoles la imagen de lideresa de izquierdas pura, alejada de posicionamientos extremos o contrarios a los principios constitucionales.
Por otro lado, Sumar tendrá que sacar adelante su agenda social en una legislatura que estará marcada por el fin de las ayudas europeas, un 'doping' financiero que al desaparecer mostrará la realidad de la economía española. El Gobierno tendrá que recortar en 12.000 millones el gasto público para cumplir con Bruselas, algo que exigirá que Díaz haga malabares para poder cumplir con sus promesas.
En tercer lugar, Díaz tiene ante sí el reto de consolidar la marca Sumar en las autonomías. Este año, el partido participará en las elecciones vascas y gallegas, donde tendrá que enfrentarse a marcas locales como BNG y BIldu para hacerse un hueco. En Galicia, la apuesta es fuerte: Marta Lois, que durante el 23-J fue la número dos de Díaz y tras las elecciones fue nombrada portavoz de la formación. Para el País Vasco aún se desconoce qué fórmula escogerá el partido.
En Galicia, precisamente, Sumar irá de la mano de Podemos, lo que exigirá mantener un nuevo tira y afloja con la formación morada. De momento, la coalición ha empezado mal: Pablo Iglesias, cuyo peso frente a la dirección nacional de Podemos es evidente, se ha mostrado en contra y ha pedido el voto para el BNG. Lo cierto es que ambos partidos están destinados a entenderse en estos comicios: Sumar no tiene una marca consolidada y Podemos puede arañarle unos votos que, aunque no le sirvan para demasiado, sí puede debilitar las opciones de Lois.
La unión de Sumar-Podemos y los roces que puedan surgir amenazan con debilitar aún más la mala relación que ya existe entre la dirección de ambos partidos. Tras la marcha de los morados al Grupo Mixto, la ruptura es total. Desde Madrid, la ejecutiva morada no remará para que la candidatura de Lois llegue a buen puerto: de hecho, ya ha mostrado su distanciamiento con la coalición.
Otros comicios importantes serán las elecciones europeas, donde, de nuevo, Sumar tendrá a Podemos como principal lastre. Podemos ha decidido apostar fuerte por estos comicios, proponiendo a una de sus principales caras a nivel nacional, Irene Montero, como cabeza de lista. El partido de Yolanda Díaz tendrá que preparar una campaña difícil y repleto de ataques, ya que el veto a la exministra en la coalición fue el principal motivo para que ambos partidos rompiesen. De hecho, Montero aprovecha cada mitin para lanzar algún dardo a la dirección de Sumar. Por tanto, la batalla promete ser encarnizada.
Por tanto, el año 2024 de Sumar promete traer grandes retos a la organización, un buen número de dardos que esquivar y unos comicios donde se verá si la formación sigue teniendo fuerza desde el 23-J o ha perdido cierto fuelle frente a otras opciones políticas.
Chasnik
En la foto de la noticia no se ven ni tricornio ni pistola pero estar están