Las pruebas de acceso a la Policía Nacional no volverán a ser nunca más como lo han sido hasta ahora. La supresión de la prueba de ortografía y del requisito de altura mínima abre las puertas a los candidatos que hasta ahora se quedaban por el camino. No en vano, eran filtros impermeables: o el opositor los superaba o se quedaba en la calle. No había reválidas ni repescas. Pero ahora, tras las últimas modificaciones anunciadas por la Dirección General del cuerpo, miles de personas que aspiran a vestir el azul encuentran el camino para hacerlo. Una 'revolución silenciosa', toda vez que las decisiones han suscitado cierta sorpresa entre los sindicatos policiales.
Miles de personas se presentan cada año a las convocatorias de la Policía Nacional. Candidatos procedentes de todos los rincones de la geografía española, con diferentes niveles de estudios... pero con un denominador común. Ellos, con una altura mínima de 1,65 metros; ellas, de 1,60. Bastaba un centímetro, unos milímetros, para quedarse fuera de los requisitos mínimos exigidos. No para aprobar o suspender, sino para siquiera presentarse a las pruebas.
Eso dejará de ser un problema de ahora en adelante. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desveló este lunes que la Policía suprimirá el requisito mínimo de altura. ¿El motivo? Derribar uno de los "techos de cristal" a los que se enfrentan las mujeres, principales perjudicadas -apuntó el titular de la cartera- de las limitaciones hasta ahora impuestas. El requisito, eso sí, será indispensable para acceder a las unidades "donde la talla afecta a la operatividad" de la labor policial que se desempeña: Unidad de Intervención Policial (UIP), Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli aseguran que, por el momento, es "imposible" saber a cuántos candidatos afecta esta decisión, teniendo en cuenta que es un requisito prestablecido y que quienes querían ser policías pero no daban la talla directamente no se presentaban a las pruebas. Habrá que esperar a la próxima convocatoria en la que se incluya este cambio -previsiblemente en 2023- para saber la movilización que supondrá la nueva decisión entre personas que no alcanzaban la estatura exigida.
"Los tribunales europeos determinaron que era discriminatorio pedir una estatura mínima para ingresar y ya en algunas policías se eliminó ese requisito. La Policía debe ser el reflejo de la sociedad en la que vive y este es un claro ejemplo", valoran desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). "Entendemos que se quite el requisito de la altura, pero luego dentro del cuerpo debe ser exigible la estatura mínima", apuntan en el sindicato Jupol.
Le decisión entrañaría por sí misma un cambio notable respecto a otras convocatorias pasadas. "Con este cambio, la Policía Nacional se equipara a otros cuerpos civiles de policía de países europeos, como Francia, Italia –Carabinieri y Polizia di Stato–, Países Bajos, Finlandia, Eslovaquia, Suecia, Noruega, Austria, Irlanda, Reino Unido, Rumanía, Dinamarca y la Policía Federal de Alemania", señala el Ministerio del Interior
Más cambios de la Policía
Pero hay más. La semana pasada la Dirección General de la Policía anunció una "mejora los procesos selectivos de acceso", lo que se tradujo en la eliminación del examen eliminatorio de ortografía y en la modificación de la normativa de 1989, que desarrollaba el Reglamento de Ingreso, Formación, Promoción y Perfeccionamiento de Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Eso no exime a los candidatos a cuidar este aspecto, ya que se incluirán preguntas concretas sobre la materia en la prueba de conocimientos.
En este caso es más fácil contabilizar el número de candidatos que se quedan en el camino por no superar la prueba de ortografía. Para muestra, los datos de 2019, cuando cerca de 4.000 aspirantes no pasaron el examen y, por tanto, vieron frustradas sus opciones de vestir el uniforme de la Policía Nacional.
Fuentes sindicales consultadas por este diario aplaudieron que la Dirección General suprimiese las pruebas, al considerar que era uno de los aspectos más polémicos en cada convocatoria. Sin embargo, lamentaron que no se hubiere contado con su opinión en la reforma del proceso selectivo ni que se les comunicase previamente la decisión.
De ahí que a toda esta amalgama de cambios se le esté denominando como la "revolución silenciosa"; una revolución que, por primera vez, dará una oportunidad a miles de personas que hasta ahora se quedaban por el camino. Bien por no contar con la altura mínima exigida, bien por no superar la polémica prueba de ortografía.