César Román se autodenominó como el Rey del Cachopo. Sus compañeros en prisión le han bautizado como "Cachopín". El don de gentes del último protagonista del 'true crime' en España se hace notar en la cárcel de Alcalá Meco donde cumple su condena. "Siempre le ha atraído ser el foco de atención y su narcisismo no iba a cambiar en prisión", explican fuentes penitenciarias a Vozpópuli. Antes de que se estrenara su documental ya había vuelto a copar las portadas de los medios al escribir una carta en la que reconocía el asesinato y descuartizamiento de su compañera Heidi Paz. ¿Arrepentimiento o estrategia legal?.
Durante años, el Rey del Cachopo defendió su inocencia. Su defensa legal recurrió a todas las instancias posibles la condena de 15 años de prisión que le impuso el Tribunal Supremo por el homicidio en 2018 de la que entonces era su pareja, Heidi Paz, a la que descuartizó.
Un enamorado de Jesucristo y estudiante de derecho
Sin embargo, el pasado mes de abril César Román dio un nuevo giro inesperado que no conocía ni su abogada. Escribió una carta de perdón y reconocimiento de los hechos. "Quiero, en primer lugar, pedir humildemente perdón a la familia de Heidi, así como a toldos los demás perjudicados con mis deplorables acciones. Tras hacer una profunda e íntima reflexión, vengo a manifestar mi reconocimiento del delito cometido y por el que fui condenado, queriendo dejar patente mi total y sincero arrepentimiento del mismo".
La estancia del Rey del Cachopo en prisión no ha cambiado su personalidad pero ha encontrado en la religión un nuevo nicho. Y es que este perdón está motivado por "su oración y encuentro con Jesucristo". Pasa el tiempo ayudando a otros internos y con sus estudios de derecho.
Las dotes sociales de César Román no se han frenado con su estancia en Alcalá Meco. La psicóloga Ana Villarubia calificó a este hombre como un "animal social". "Le gusta gustar y disfruta con ello con sus tintes narcisista", llegó a calificar la especialista durante el juicio.
El mote de Román en la cárcel: "Cachopín"
Los presos le bautizaron de forma despectiva como "Cachopín" por su baja estatura. Sin embargo, el empresario está encantado con este mote a pesar de su connotación. Y es que otro de sus rasgos notables es que desde el principio de su ingreso penitenciario siempre ha formado parte del núcleo duro de presos: ejerce como altavoz de las reivindicaciones de sus compañeros.
La carta que envió hace un mes desde Alcalá Meco es un paso más para obtener permisos penitenciarios. El Rey del Cachopo se encuentra a solo un año de cumplir la mitad de la condena. Ese es el tiempo en el que podría disfrutar de las primeras salidas de prisión. Con esta misiva de perdón y reconocimiento tendría más fácil acceder a estos periodos.
No obstante, otras fuentes consultadas ven difícil este aspecto ya que César Román se fugó tras cometer el asesinato. Se creó una nueva vida, con cambio físico incluido, y se puso a trabajar como cocinero en un bar de Zaragoza. La dueña le reconoció y fue detenido por la Policía Nacional.
La historia del protagonista del último 'true crime' en España es uno de los grandes casos de la crónica negra de nuestro país. El Rey del Cachopo, un título que se otorgó el mismo, se creó un aura de empresario de éxito con varios negocios. Sus habilidades sociales rápidamente le pusieron en el primer plano de los medios de comunicación.
El crimen del Rey del Cachopo
En abril de 2018, Román comenzó una relación con Heidi Paz, una camarera que empezó a trabajar en la sidrería que el condenado regentaba en Madrid y a los pocos días ya estaban viviendo juntos en una casa en Puente de Vallecas.
En junio, cuando la víctima comenzó a dudar sobre la continuidad de su relación, le dejó una nota diciéndole que se iba de la vivienda, y luego en la madrugada del 5 de agosto ella le llamó y se dirigió al domicilio que habían compartido, donde presuntamente Román la mató y descuartizó, sin que hasta la fecha hayan aparecido ni la cabeza ni las extremidades de la víctima. Solo apareció su torso en una maleta en una nave de Usera que el Rey del Cachopo tenía en su poder.
Román fue detenido en noviembre en Zaragoza. La Sala de lo Penal del Supremo dictó una sentencia que rechazaba el recurso de casación del condenado contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que confirmó otra de la Audiencia Provincial por un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y género. Además de los 15 años de prisión, la Sala ratificó los 15 años de libertad vigilada, así como el pago de una indemnización a los hijos de Heidi de 142.229 euros a cada uno y a su madre de 100.000.
Con el estreno del documental del Rey del Cachopo se pone de nuevo en la palestra uno de los grandes casos que mantuvo en vilo a la opinión pública. La figura de este empresario siempre ha cautivado por sus habilidades sociales con las que llegó a estafar y, como el mismo reconoce en la carta, asesinar a su pareja.
TABACOMATA
Permisos penitenciarios, con ese currículum ???. Nos hemos vuelto locos ?? Este sujeto, siempre será un peligro para la sociedad.