El nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, prometió este martes "fidelidad al pueblo de Cataluña" al tomar posesión de su cargo. Ninguna referencia al Rey o a la Constitución, tal y como es la fórmula preceptiva en estos casos, por lo que podría incurrir en ilegalidad. Los servicios jurídicos del Estado estudian a estas horas, por encargo del Gobierno, la posibilidad de impugnar la ceremonia de asunción del nuevo presidente catalán en el caso de que hubiera vulnerado lo que establece la legsilación, un decreto ley de 1999.
"¿Prometéis cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente con fidelidad al pueblo de Cataluña?", le ha preguntado Forcadell a Puigdemont
El Gobierno podría presentar un recurso ante el Constitucional que, en su momento y en el caso de que hubiera lugar a ello, podría declarar nula la investidura. Otras fuentes señalan que la inciiativa gubernamental habrñia de presentarse ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Mientras tanto, según fuentes jurídicas, el nuevo titular de la Generalitat puede seguir ejerciendo sus funciones, nombrar consejeros e impulsar acciones de Gobierno. El presidente en funciones, Mariano Rajoy, había advertido este martes, ante los miembros de la Junta Directiva de su partido, que el Estado no está en funciones, que no consentirá que se vulnere la ley y que actuará con firmeza contra cualquier iniciativa que pretenda saltarse lo establecido por el Estado de Derecho. Bien podría ser esta la primera medida a tomar frente al nuevo jefe del Gobierno catalán, quien, además de debutar en el cargo con un discurso victimista y ramplón, incurrió en lo que puede ser una irregularidad o ilegalidad.
Cierto es que Puigdemont respondió a la pregunta que le efectuó la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. "¿Prometéis cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad al pueblo de Cataluña representado en este Parlamento?". Pero, en cualquier caso, se trata de una fórmula inusual, o en términos de alguno de los asistentes al acto, 'novedosa'. Así lo subrayó por ejemplo el ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, quien asistió a la ceremonia en representación del Gobierno central. El proceso de 'desconexión' no sólo no ha hecho un alto, sino que continúa a toda máquina.
Por su parte, la propia Forcadell ha asegurado que la fórmula empleada ha sido la "consesuada" entre Puigdemont y ella misma y, en su opinión, "cumple con la legalidad". "No creo que vaya en contra de la Constitución", ha manifestado en declaraciones a la Cadena Ser. "Hasta que no haya una ley catalana, seguiremos cumpliendo la ley española y europea", ha rematado al respecto.
Artur Mas, en su mensaje de despedida, hizo una leve burla sobre la despedida que le dispensó el BOE, que no le agradeció los servicios prestados. "Yo sí os agradezco a todos los servicios prestados", concluyó su parlamento, con una mueca irónica.