El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato afirma que no participó ni influyó de ninguna manera en la adjudicación de las campañas de publicidad de la entidad financiera. Bankia, en la época de Rato, contrató a las empresas Publicis y Zenith Media para dar a conocer la imagen del nuevo banco y su debut bursátil mediante un concurso que el exministro de Economía defiende.
"Estoy convencido de la rectitud de mi actuación y también de que todos los contratos fueron estudiados y adjudicados por comités profesionales, de manera fehaciente y por escrito, comités en los que yo no participé ni influí de ninguna manera", añadió en declaraciones a la agencia EFE. Sin embargo, el juez sospecha de que en esa adjudicación maniobró el empresario Alberto Portuondo, que presuntamente cobró dos millones de euros por allanar el camino a las empresas de publicidad y, posteriormente, desvió 833.000 euros a una empresa de Rato.
Sobre este dinero, el exministro ha señalado que corresponde a pagos por trabajos profesionales "con contenido" y documentados adecuadamente.
Atribuye su fortuna a una herencia
Rato también ha declarado que es la persona "más interesada" en que se esclarezcan los hechos que investiga la Justicia en relación con los ingresos que ha obtenido en los últimos años y el origen de su fortuna.
Después de comparecer esta mañana durante más de tres horas ante el juez de Instrucción 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, Rato ha anunciado que remitirá al magistrado informes periciales para que quede constancia "de manera fehaciente" que todos los bienes que ha tenido en el extranjero "tienen origen familiar" y han sido declarados "voluntariamente" a la Hacienda pública española.
Rato asegura que "todas las transacciones de divisas que haya podido realizar eran legales"
La tesis de la fortuna familiar no es nueva en las tramas de corrupción de los últimos tiempos. Fue el mismo argumento que utilizó el expresidente de Cataluña Jordi Pujol para justificar su fortuna en Andorra, así como Emilio Botín, que declaró que su fortuna en Suiza formaba parte de un dinero que dejó su padre en el país helvético en plena Guerra Civil.
Además, con estos informes quiere dejar claro que "todas las transacciones de divisas que haya podido realizar eran legales" e igualmente han sido declaradas a la Agencia Tributaria que, sin embargo asegura ignorar la procedencia de 6,5 millones de euros.
Servicios profesionales y conferencias
Rato ha insistido en que su actitud en este procedimiento ha sido y es de "absoluta colaboración" con la Justicia. "En esa línea he ido esta mañana a declarar para tratar de aclarar todas las cuestiones planteadas por el juez y la fiscal, como ya lo hice en mi declaración del pasado día 1 ante la Guardia Civil", dijo. Todo ello a pesar de que se mantiene el "ya muy dilatado secreto del sumario" que, entiende Rato, no se justifica si se tiene en cuenta la naturaleza de los hechos investigados y que toda la documentación relevante ha sido ya incautada y consta a disposición de la Guardia Civil, la Agencia Tributaria y el Juzgado.
Respecto de la prestación de servicios profesionales y de conferencias a través de sociedades, "en coherencia con casos similares", Rato considera que tal actuación "carece de relevancia penal, al tratarse de un ámbito de constante litigiosidad fiscal". Tanto es así que, recuerda, hay "criterios cambiantes por parte de la propia Agencia Tributaria", si bien, en cualquier caso, precisa que se trata de importes igualmente declarados a Hacienda.