El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha acudido este jueves a declarar como imputado ante la Guardia Civil, que le acusa de un nuevo delito: el de corrupción entre particulares, según han confirmado a Vozpópuli fuentes cercanas a la investigación. Estas mismas fuentes han precisado que la comparecencia del político ha tenido lugar por la tarde en la Comandancia de la Guardia Civil en la localidad madrileña de Tres Cantos. Hasta ese lugar ha acudido el exvicepresidente del Gobierno acompañado por su abogado.
Su comparecencia se produce dentro del llamado 'caso Rato, que instruye el titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, y, más en concreto, por el supuesto cobro de una 'mordida' de 835 euros por la adjudicación presuntamente irregular de los millonarios contratos publicitarios de Bankia cuando él presidía la entidad. Rato fue detenido el pasado mes de abril aunque entonces sólo permaneció arrestado durante el tiempo que duraron los registros de su vivienda y su despacho, unas siete horas. Esta medida se produjo tras una denuncia presentada por la Fiscalía de Madrid en los juzgados de Instrucción de Madrid.
Hasta cinco delitos fiscales
La causa recayó en los juzgados ordinarios de Plaza Castilla y, más en concreto, en el magistrado Serrano-Arnal, quien desde entonces ha intentado inhibirse en dos ocasiones a favor de la Audiencia Nacional sin éxito. El juez ya citó a declarar a Rato el pasado 22 de julio pero el exvicepresidente del Gobierno se negó a contestar a las acusaciones recogidas en un informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) y que esgrimía la Fiscalía Anticorrupción para pedir su comparecencia. En aquel documento de Hacienda se apuntaba que el político que empleó un "complejo entramado societario" para cometer hasta cinco delitos fiscales y uno de blanqueo de capitales.
Rato se encuentra además encausado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que le investiga por las supuestas irregularidades en la salida a Bolsa de Bankia bajo su presidencia y por el despilfarro de las tarjetas 'black' utilizadas por los directivos de dicha entidad.
