El empresario argentino Guillermo Roemmers irrumpe en la causa abierta en la Audiencia Nacional contra José Luis Moreno para pedir al juez que tome medidas urgentes en relación con la sociedad que comparte con él y en la que habría invertido 35,26 millones de euros. El magnate, que pidió personarse como perjudicado de esta supuesta red dedicada a la estafa bancaria, ha reclamado al magistrado Ismael Moreno que embargue las participaciones que ostenta el humorista en la sociedad Dreamlight, así como la casa que adquirió en Praga el actor checo y supuesta expareja de Moreno, Martin Czehmester.
Se trata del primer pronunciamiento del inversor argentino a quien los investigadores identificaron como una víctima de Moreno ante la sospecha de que este desvió a sus sociedades la financiación recibida para un proyecto cinematográfico. En su duro escrito, al que ha tenido acceso Vozpópuli, el magnate argentino reclama una serie de medidas urgentes que pasan también por el embargo no solo de los títulos de la compañía que el productor tiene a su nombre, sino también de otras sociedades implicadas en la trama.
En concreto, alude a dos de las principales mercantiles vinculadas a Moreno como son Kulterperalia (a nombre de un supuesto testaferro) y Youmore TV (de la que es administrador el exactor checo de cine para adultos). De este último, que residía en la mansión de Moreno en Boadilla del Monte, pide que se le embarguen los derechos que ostente de una vivienda que se adquirió para él en Praga. Según explican, de las escuchas telefónicas se deduce que se habría costeado con parte de los 35 millones de euros que Roemmers puso para la serie en la que trabajaba con Moreno sobre la vida de San Francisco de Asís.
Han cobrado de Dreamlight conceptos ficticios y trabajos inexistentes, de un lado, y han inflado arbitrariamente el coste real de las actuaciones realizadas
Finalmente, y tras aducir a un "bloqueo" en la compañía que comparte con él, solicita a la Audiencia Nacional designación de un administrador judicial principalmente porque "desconoce" el estado en el que se encuentra la macroproducción audiovisual y por la situación de investigado de Moreno. El empresario argentino demuestra de esta forma que quiere seguir adelante con la millonaria serie para "dotarla de valor y mitigar el perjuicio". Al respecto recuerda en todo momento que él es el socio mayoritario de esta mercantil que constituyó con Moreno en el año 2018 para impulsar el proyecto.
Inversión inicial de 14 millones
Su defensa explica que el perjuicio asciende a más de 35 millones de euros por los sucesivos desembolsos que fue efectuando en aras al acuerdo que mantenía con Moreno. Así, detalla que Dreamlight surge con un capital social de 3.000 euros repartidos a medias entre Koping Gestion (Moreno) y Franciscus Productions (Roemmers). La sociedad ya nació con un compromiso por parte del argentino de invertir 9 millones de euros. Sin embargo, esa cuantía ascendió finalmente a 14 millones, lo que provocó que el argentino pasara a controlar poco más del 60% de su capital social.
Ya en 2021, el inversor aportó otro millón y medio de euros más a cambio, según explica, del compromiso de Moreno de transmitirle un 10% extra de su parte, de manera que el 70% de Dreamlight sería suyo. "Atendiendo a las múltiples solicitudes de financiación adicional de la serie, a las presiones del Sr.Moreno, al decidido interés de mi mandante en finalizar la misma y, sobre todo, al temor de perder lo ya invertido, las cantidades efectivamente prestadas han ascendido a 35,2 millones de euros", concluye.
La versión de Moreno
De este modo, Roemmers adopta la tesis de la Policía Judicial, la cual en su oficio del pasado mes de julio concluyó que el humorista no solo se financió a través de la presunta trama de estafa bancaria impulsada por Antonio Luis Aguilera (otro de los cabecillas de la red), sino que también buscó socios privados para "seguir lucrándose con el mismo 'modus operandi'. "Con el pretexto de una producción cinematográfica obtuvo alrededor de 35 millones de euros que le fueron transferidos desde diversas cuentas en Suiza, Panamá y Argentina, justificando los gastos de producción a través de facturas falsas, sobre todo de la sociedad Youmore TV, hacia Dreamlight", reza el oficio.
Las declaraciones en dependencias policiales de algunos de los detenidos también apuntaron en dicha dirección. En concreto, destaca el testimonio de Beatriz Fernández, asesora de confianza del ventrílocuo. Al ser preguntada por las facturas ficticias dijo que hubo partidas de los fondos inyectados por Roemmers que fueron a parar a Youmore, a viajes internacionales y proveedores. No obstante, matizó que se le trasladó que las facturas estaban justificadas y que eran viajes de producción para hacer las localizaciones de la serie (de los que era conocedor Roemmers).
El bloqueo societario determina la imposibilidad de continuar con la serie en los términos actuales
Moreno, por su parte, se acogió a su derecho a no declarar tras pasar a disposición judicial. Sin embargo, ya en julio, remitió un escrito a la Audiencia Nacional en el que dijo que "jamás" le había estafado a él "ni a nadie" y que, en la actualidad, se habían rodado 2.000 minutos, valorados en 200.000 euros. Como prueba presentó parte de lo grabado y pidió que se abriera una pieza separada secreta para custodiar este material de "incalculable" valor. Además, también dijo que Roemmers lo que quería era quedarse con parte de la compañía pese a que él nunca distrajo fondos de la misma.
"Absoluto bloqueo societario"
Pese a ello, la defensa de Roemmers sospecha que Moreno desvió los fondos de la serie que lleva por nombre Glow and Darkness ante su voluntad de "incumplir" los compromisos y abandonarla "intempestivamente". Del mismo modo, responde a la propuesta del productor de incorporar la parte grabada a esta causa asegurando que, aunque haya entregado copia de grabación, no saben ni lo que está realizado ni su calidad porque no se les ha dado acceso a la misma. Además, denuncia que se está produciendo un "bloqueo societario" que le impide continuar con el proyecto.
Al respecto explica que Dreamlight no ha aprobado las cuentas del ejercicio 2020 (pese a que la fecha límite era el día 30 de junio) ante la negativa de su administrador Raúl Fernández (sobrino del presentador) a convocar Junta General Ordinaria para aprobar las cuentas. También le reprocha que esta sociedad no puede comparecer en el procedimiento -"pese a ser lógicamente perjudicada"- por el rechazo de Raúl Fernández a otorgar poderes para pleitos.
Por ello, entre la batería de diligencias que envía al magistrado, se encuentra la de nombrar un administrador judicial insistiendo en todo momento que el objetivo es conocer las copias de los pre-montajes, los guiones y otras inversiones del proyecto, para así terminarlo. Además, solicitan también que se aseguren varias fincas registrales que Moreno puso como aval de garantía y que eran propiedad de Kulterperalia.
"De las comunicaciones intervenidas, se aprecia que, para evitar cumplir esa obligación y aprovechando que su sociedad Youmore era titular de la carga prioritaria sobre los inmuebles, iba a ceder el crédito a una nueva sociedad formalmente ajena (Olive Ville Capital) para simular que había perdido la titularidad de las fincas y que no podía cumplir su obligación de aportarlas. De ahí que resulte procedente asegurar la disposición de tales fincas", apunta, para concluir que las cinco figuran en el Registro de la Propiedad de Móstoles.