España

Rubalcaba teme que el tsunami del 20-N aboque al PSOE a un congreso anárquico

Los ‘barones’ del partido ya no son lo que eran después de quedarse a la intemperie en las elecciones autonómicas de mayo. Pero los aparatos regionales ya han empezado a hacer recuento de efectivos con vistas al 38º Congreso federal. Andalucía, Madrid, Extremadura y Cataluña atraviesan divisiones internas, pero se inclinan de forma mayoritaria por respaldar a Carme Chacón para la secretaría general. En cambio, el País Vasco, la comunidad valenciana y Murcia han preferido tomar partido por Rubalcaba.

Los ‘barones’ del partido ya no son lo que eran después de quedarse a la intemperie en las elecciones autonómicas de mayo. Pero los aparatos regionales ya han empezado a hacer recuento de efectivos con vistas al 38º Congreso federal. Andalucía, Madrid, Extremadura y Cataluña atraviesan divisiones internas, pero se inclinan de forma mayoritaria por respaldar a Carme Chacón para la secretaría general. En cambio, el País Vasco, la comunidad valenciana y Murcia han preferido tomar partido por Rubalcaba. El pacto que permitió a éste último auparse como candidato y marginar provisionalmente a Chacón saltará por los aires si el 20-N alumbra una debacle para el PSOE. Solo si Rubalcaba consigue frenar a Mariano Rajoy en su carrera hacia la mayoría absoluta, tendrá garantizado un congreso federal pacífico y una sucesión ordenada.

El todavía presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, aspira a llegar fuerte al 38º Congreso, de ahí que vaya a intentar precipitar la celebración del mismo antes de encarar los comicios autonómicos de primavera. Esperará a ver los resultados del 20-N para tomar su decisión, consciente de que Andalucía es la federación que más delegados aporta al cónclave socialista. Sobre el papel, el comité federal tiene de plazo para convocarlo hasta el mes de julio, pero todas las fuentes coinciden en que un hundimiento del PSOE por debajo de los 120 escaños haría imposible este calendario.

En este escenario es donde Rubalcaba teme tener que gestionar los preparativos de un congreso anárquico, en el que surgirían los candidatos como setas. En julio de 2000, Zapatero derrotó a José Bono, Rosa Díez y Matilde Fernández. En 2012, Rubalcaba solo tendrá el cuerpo preparado para medirse con otro candidato si consigue llegar a los 140 escaños, frontera a partir de la cual peligra la mayoría absoluta del PP.

Con independencia de lo que ocurra en el congreso, tanto Rubalcaba como José Blanco se han blindado en el futuro Grupo Parlamentario, conscientes de que éste será el que lleve la voz cantante en la próxima legislatura ante la pérdida brutal de poder autonómico y local que sufrieron los socialistas en mayo. El PSOE todavía no maneja encuestas fiables, pero lo que le trasladan expertos en demoscopia cercanos al partido arrojan pronósticos sombríos, pues únicamente conseguiría retener un suelo razonable en Sevilla, Huelva, Barcelona y Tarragona. Hay un dato que en Ferraz causa escalofrío: al 35% de los que votaron a Zapatero en 2008 no les importa que el 20-N gane el PP.

Después de perder la sintonía con lo que el propio Rubalcaba denomina ‘quincemeros’ y de encajar con resignación el golpe de la última EPA, el candidato tiene colaboradores que le han preguntado:

-Alfredo ¿No haremos tonterías?

-Por supuesto que no, ha contestado.

Pero la aparente convicción de que se mantendrá al frente del partido dependerá de la magnitud de su previsible derrota, circunstancia de la que es consciente Chacón, embarcada en una campaña de autopromoción. Las mismas fuentes recuerdan que en esa campaña ha colaborado incluso la Televisión Española y el círculo de zapateristas que todavía la controlan, entre ellos --apuntan diputados socialistas-- Ana Pastor y sus desayunos que invitaron a Chacón a valorar el fin de ETA en caliente contraprogramando a Rubalcaba, que hablaba a la misma hora en la cadena SER.

 

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