España

Salud Pública advierte que la 'broma' de los pinchazos puede transmitir VIH y Hepatitis B

En la mayoría de pinchazos no hay restos de sustancias tóxicas, lo que no evita que los afectados tengan que someterse a un tratamiento profiláctico del VIH con duros efectos secundarios

  • Reggaeton Beach Festival -

Durante dos años, la pandemia de covid ha provocado que las fiestas y conciertos del verano se vivan a medio gas. Ahora, una panda de descerebrados parece empeñada en aguar las celebraciones estivales, y no paran de aparecer nuevos casos de pinchazos. En la mayoría de los casos no se han encontrado restos de sustancias tóxicas en las afectadas, lo que no quita que esta 'broma', si es que se la puede calificar como tal, no pueda tener graves efectos en la salud. Especialistas en Salud Pública consultados por Vozpópuli alertan de que los pinchazos con jeringuilla, aunque no se inocule sustancia alguna, pueden implicar el contagio de VIH y Hepatitis B.

El pasado fin de semana se celebró en Santander el Reggaeton Beach Festival, un evento en el que hasta 11 personas, chicos y chicas, fueron atendidos en el hospital por pinchazos. En ninguno de los casos se encontró sustancia alguna, tal como ha declarado públicamente la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria. Pero lo que sí se constató es que los pinchazos se produjeron. "Tenían las marquitas", afirma un sanitario a este diario.

Esta situación es generalizada en otras partes de España. "Te hace pensar en donde estamos yendo a parar como raza humana. En qué cabeza cabe divertirse con algo así", explica la jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Marqués de Valdecilla, Henar Rebollo. "La bromita puede hacer que te pasen el VIH, por lo que te hacen la gracia para toda la vida". La transmisión se produciría al pinchar a una persona contagiada y utilizar la misma jeringa para seguir pinchando.

Esta especialista explica que se está teniendo que someter a las personas pinchadas a un tratamiento profiláctico posexposición al VIH para prevenir un posible contagio, un medicamento con duros efectos secundarios. Según el Ministerio de Sanidad, "los efectos secundarios de carácter general, como náusea, fatiga o rash cutáneo (erupción en la piel), son frecuentes en las pautas de antirretrovirales utilizadas para profilaxis post-exposición y motivo de supresión de la misma en algunos casos".

Otra de las posibles transmisiones que puede haber al utilizar una misma jeringuilla es la del virus de la Hepatitis B. En algunos casos, este virus puede volverse crónico y aumentar el riesgo de contraer insuficiencia hepática. "Es lo que ocurría en los años 80 con la proliferación de la heroína. Muchos se contagiaban por compartir jeringuillas o por pincharse con las que quedaban tiradas en el suelo".

Eso sí, las patologías que no se contagiarían por esta vía son el coronavirus y la viruela del mono. "El coronavirus se contagia por inhalación respiratoria, no cabría un contagio por vía sanguínea. En el caso de la viruela del mono también es alto improbable. En la mayor parte de los casos, el contagio se produce por transmisión sexual", señala la especialista.

Caos en las fiestas de Cambados

En las fiestas de Cambados sigue la duda sobre si hubo pinchazos de verdad o los desmayos de varias jóvenes se asocian a otros factores avivados por la psicosis mediática. El Concello de Cambados afirma taxativamente que los servicios sanitarios no registraron ningún pinchazo, pese a que varios testigos vieron a jóvenes desmayarse. Es más, tacha de "bulo" que se hayan producido pinchazos. Según fuentes sanitarias recogidas por La Voz de Galicia, detrás de estos desmayos no estaría ninguna sumisión química, sino el calor y la ansiedad por el apelotonamiento de gente. Esta versión contrasta con el de varias chicas de las que se desmayaron y que aseguran que sí sintieron un pinchazo.

Las enfermeras también alertan de los pinchazos sin sustancia

El Consejo General de Enfermería (CGE) también ha alertado de las consecuencias de pinchar a varias personas con la misma aguja. Advierten que, muy posiblemente, no estén desinfectadas o incluso se han podido usar con otras personas, lo que expone a las víctimas a infecciones como el VIH o la hepatitis. "Nos encontramos ante una situación que, como profesionales de la salud, nos produce absoluto terror. Es inconcebible que se estén produciendo este tipo de prácticas, ya sea para llevar a cabo un abuso posterior o simplemente para asustar a las mujeres", ha lamentado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.

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