El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que "hay que leer con lentes distintas" los datos del paro tras la aprobación de la reforma laboral y que el Gobierno "no va a caer en la euforia ni en el catastrofismo".
En rueda de prensa tras despachar con el rey Felipe VI y en alusión a los datos del paro conocidos hoy, ha señalado que, tradicionalmente en julio antes de la reforma laboral, caía la contratación de indefinidos en unos 100.000 contratos y aumentaba la temporal.
Ha precisado que ahora ha aumentado la indefinida en 145.000 y ha habido una reducción de empleo de 76.000 en la temporal y ha valorado esa "dinámica de aumento" de los contratos indefinidos, de los que hay medio millón más que antes de la reforma laboral, ha indicado.
Sánchez también se ha referido "a la solidez del dato" de llegadas de turistas, treinta millones, que muestran que el sector esta "fuerte, pujante", por lo que si se mantiene así el resto del año se recuperarán los niveles previos a la pandemia.
Ha insistido en destacar los efectos en el empleo de la reforma laboral, que ha proporcionado que cuatro millones de trabajadores sean desde que se aprobó fijos, por lo que se elevan a once millones los trabajadores con este tipo de contratación, "el máximo histórico" que muestra que la reforma es "una apuesta clara por la estabilidad laboral", ha agregado.
Se ha referido también a las medidas adoptadas por el Gobierno para mejorar la vida de la clase trabajadora, con la rebaja selectiva de impuestos, apoyo a las empresas más vulnerables o los nuevos impuestos para las grandes financieras y las energéticas, "para que sea más justo el reparto de la carga y que paguen más los que más tienen" por el incremento de precios por la guerra en Ucrania. "El Gobierno siempre está pendiente de la economía y va a hacer todo y más para proteger a la clase trabajadora", ha asegurado.
Calviño prevé una posible recesión
Calviño ha apuntado en una entrevista en la cadena SER que "hay que prepararse para lo peor, pero esperando por supuesto que no suceda", en relación con un posible riesgo de recesión, que en principio descarta, si bien avisa de que España vive un momento de "elevadísima incertidumbre" y "todo depende de lo que ocurra con la guerra y los suministros" de energía y alimentos. "Vienen curvas, y lo que hay que hacer es no perder la vista de la carretera y mantener firme el volante", ha resumido la vicepresidenta.