Un adelanto electoral en Valencia. Se ha rumoreado en el pasado sin llegar a concretarse. Pero dentro del PSOE, y también en algunos otros partidos, se considera como un as en la manga para Pedro Sánchez si el presidente quiere parar la caída en las encuestas y aprovechar las batallas internas del PP. Los sondeos apuntan a una victoria holgada de Ximo Puig. El adelanto favorecería al socialismo no solo a nivel autonómico sino también a nivel nacional, porque rompería esa sensación de que Sánchez está con pie y medio fuera de La Moncloa.
Puig ha dicho en el pasado que anticipar las elecciones "no está en su agenda". Y fuentes del PSPV reiteran a Vozpópuli que "no estamos en una operación de esas características". Sin embargo, el entorno del presidente valenciano ha dejado caer en el pasado que vigila de reojo la convocatoria andaluza, ahora bajo la lupa por el pulso entre Génova y Juanma Moreno por la fecha de esos comicios.
A Puig no le desagrada la idea de hacer coincidir las valencianas con las andaluzas si esas elecciones son en otoño del 2022. El problema es si Moreno anticipa todavía más la cita, que es una opción probable. Pero más allá de especulaciones, Valencia es importante para Sánchez. Al varapalo de Madrid el 4 de mayo de este año, el PSOE se enfrenta a otra derrota en Andalucía, según apuntan los sondeos, en un contexto de caída generalizada en las encuestas nacionales. "Valencia sería una tabla de salvación para él, porque rompería la dinámica ganadora del PP y le permitiría tomar algo de oxígeno de cara a las generales", dicen diversas fuentes.
Adelanto en Andalucía, CyLeón y Valencia
Los problemas internos del PP en Madrid o Andalucía han supuesto un traspié para Pablo Casado en su camino hacia La Moncloa. El adelanto electoral en Andalucía y Castilla y León se ha considerado como una oportunidad para Casado de consolidar el avance del PP y la fagocitación del espacio de Ciudadanos. Esas convocatorias parecían inevitables antes del verano, pero en el actual contexto generan ciertas dudas. Andalucía tiene que ir a las urnas sí o sí en 2022, pero Alfonso Fernández Mañueco se la jugaría en Castilla y León con sus autonómicas ordinarias previstas para 2023.
El golpe del PSOE en Valencia, según estas fuentes, sería doble. No solo por la victoria, sino también porque es una comunidad en la que Casado y su secretario General, Teodoro García Egea, han impuesto su ley. El futuro aspirante a la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, es un candidato de Génova. No es un barón como Moreno o Isabel Díaz Ayuso, que van o quieren ir por libre. En Valencia se ha hecho la voluntad de Casado y Egea. "Sánchez podría venderlo como una doble victoria del PSOE y darse la oportunidad de pelear un nuevo mandato", sostienen estas fuentes.
Sánchez ha visto como una nueva pinza entre sus ex (jefe de gabinete y vicepresidente) Iván Redondo y Pablo Iglesias presiona a favor de un adelanto de las generales, que se celebrarán teóricamente a finales del 2023. Tanto Iglesias como Redondo afirman que el presidente del Gobierno tiene poco que ganar después de las municipales y autonómicas de ese mismo año.
Sánchez y las generales en 2023
El diagnóstico de esta nueva pinza es si deja correr el tiempo solo puede contribuir, por un lado, a que se consolide la opción electoral de Yolanda Díaz. Y, por otro, a que siga creciendo la ola de partidos provincialistas de la España vaciada, que son ya una amenaza para la izquierda y los partidos tradicionales en general.
La aprobación de los Presupuestos a finales de este año será un punto de inflexión para la coalición PSOE-Unidas Podemos. Fuentes de ambos partidos reconocen que agotar la legislatura hasta finales del 2023 será un camino de espinas. En Ferraz son conscientes de que necesitan un cambio de estrategia -el giro socialdemócrata-, que se ve permanentemente torpeado por los aliados separatistas y nacionalistas del Gobierno. El as en la manga de ese giro podría estar en Valencia.