La gran mayoría de pólizas que existen actualmente en España son de asistencia sanitaria y no se enfocan hacia el cuidado preventivo de la salud de sus asegurados, según el informe ‘Un sistema sanitario en transformación’ elaborado por la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con el apoyo e impulso de ASPE, la patronal de la sanidad privada.
El auge del autocuidado en Europa permite el ahorro de más de 36.000 millones de euros al año, según datos recogidos y publicados por la Asociación Europea de la Industria del Autocuidado (AESGP, por sus siglas en inglés) recientemente. Por ello, la sanidad privada considera necesaria una reforma para diseñar modelos de atención que fomenten la prevención de enfermedades y los hábitos saludables entre los pacientes.
Mayor concienciación del ciudadano con la salud
Enlos últimos años, los ciudadanos se han preocupado cada vez más por implementar y mantener un estilo de vida saludable. Prueba de ello es que, entre los años 2017 y 2021, el sector asegurador ha registrado un constante crecimiento tanto del número de asegurados (incremento del 4% anual) como del volumen de primas (aumento a una tasa del 5,1% anual).
Sin duda, en estas cifras influye especialmente la saturación del sistema público de salud, que se ve atenazado por listas de espera en niveles históricos y que predisponen al ciudadano a contratar uno de estos servicios. Asimismo, los datos más recientes publicados por ICEA en junio de este mismo año contabilizan un total de 14 millones de asegurados en España.
ASPE considera que la evolución positiva de la industria aseguradora, junto a la mayor concienciación ciudadana, “debería traducirse en una transformación de las actuales pólizas de asistencia sanitaria hacia verdaderas pólizas de salud que promuevan la prevención de enfermedades y la puesta en marcha de programas de hábitos de vida saludable”, tal y como señala el presidente de la patronal, Carlos Rus. Es decir, servicios de aseguramiento para actuar también en el estadio previo a la afección de salud y atención sanitaria.
Sin embargo, Rus lamenta que “la mayor parte de pólizas existentes en nuestro país son de asistencia sanitaria y no de salud”. La idea es, añade, “curar a los asegurados cuando enferman y cuidarlos cuando están sanos”. Gracias a este modelo, los asegurados “gozarían de una mejor salud y, por extensión, se reduciría la frecuentación y siniestralidad registrada en las pólizas”.
La sanidad privada, pionera en medicina preventiva
Los nuevos modelos de seguros de salud que propone la sanidad privada pueden ser sostenibles gracias a dos ramas de la medicina: la predictiva y la preventiva.
La medicina predictiva surge a partir de 2003, año en el que se descodifica con éxito el genoma humano. La US National Library of Medicine define este concepto como “un enfoque emergente para el tratamiento y prevención de enfermedades que tiene en cuenta la variabilidad individual en los genes, el medio ambiente y el estilo de vida de cada persona”.
A raíz de los polimorfismos genéticos hallados con la medicina predictiva, se establece un índice de riesgo que indica la probabilidad que tiene una determinada persona de padecer una enfermedad. Si es alto, entra en juego la medicina preventiva para establecer unas pautas específicas que ayuden a prevenir esa posibilidad.
La medicina preventiva es una de las grandes asignaturas pendientes en España. El país destina apenas 49 euros por habitante a esta disciplina, 33 menos que la media de la Unión Europea (UE), según datos publicados por Eurostat. Sin embargo, su relevancia es capital a la hora de contribuir a una sociedad más saludable.
Por ello, la sanidad privada ha apoyado desde el primer momento iniciativas basadas en la medicina preventiva para cumplir, por ejemplo, el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, que exige el acceso del 90% de la población que cumpla una serie de requisitos a una prueba de cribado de aquí a 2025.
Esta rama de la medicina es también un pilar fundamental para la red de centros asociados de ASPE. Un claro ejemplo es Olympia, la innovadora apuesta del Grupo Quirónsalud que ofrece en sus más de 12.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas una serie de servicios de salud personalizados orientados a la prevención y la promoción del deporte. Esta iniciativa centra su medicina en las personas y aplica tendencias pioneras en materias del cuidado de la salud física, mental y emocional. Sus puertas están abiertas no solo a aquellos que ya tienen dolencias, sino también a los que deseen cuidarse y paliar los efectos del envejecimiento.
Otros centros, como los del grupo Viamed y HLA, lideran propuestas para prevenir enfermedades cada vez más presentes en la sociedad actual, como el cáncer de mama y de piel. Lo que hacen es poner a disposición del paciente las herramientas necesarias para afrontar esta patología, llegando incluso a ofrecer pruebas gratuitas para favorecer el diagnóstico precoz.
Y Juaneda Hospitales, por su parte, ha demostrado que la medicina preventiva no tiene fronteras. El centro ha abierto su primera Consulta del Viajero orientada a prevenir las enfermedades de tipo infeccioso en zonas que pueden suponer un riesgo para la salud del turista.
En definitiva, “la medicina preventiva es un instrumento cada vez más necesario en sociedades avanzadas como la española y puede ser la mejor aliada de un nuevo seguro de salud más orientado a prevenir que a curar”, concluye Rus.