El Ministerio de Sanidad ha justificado ante la Audiencia Nacional su estrategia de vacunar cuatro semanas después del contagio por coronavirus, aunque no ha aportado ningún informe científico que lo avale. El órgano judicial requirió al Gobierno de Pedro Sánchez que entregase todos los informes y expedientes en los que se apoyó para acordar esta medida -fuertemente cuestionada por algunos virólogos- tras admitir el recurso interpuesto por el abogado Curro Nicolau contra la decisión de Sanidad.
En su respuesta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el departamento que dirige Carolina Darias recoge un análisis cronológico de las principales medidas adoptadas por el Gobierno desde el inicio del coronavirus. El documento, de apenas tres páginas y que lleva por título 'Argumentos técnicos expediente estrategia de Vacunación frente a Covid 19', precisa que desde el Ejecutivo se recomienda que pasen cuatro semanas desde el diagnóstico de la infección para suministrar la dosis de refuerzo.
Algunas autoridades sanitarias internacionales han valorado que no hay suficiente evidencia sobre el mejor intervalo para suministrar la dosis de refuerzo
No obstante, no indican los criterios técnicos seguidos, sino que más bien explican que la recomendación "se basa en múltiples estudios" que prueban la seguridad de las vacunas en las personas que ya se han infectado de coronavirus. El documento razona que existen evidencias que sugieren la pérdida de inmunidad con el tiempo y que la respuesta inmune tras la vacunación es "más fiable, consistente y predecible" que la producida tras la infección.
"No hay suficiente evidencia"
"La primovacunación disminuye el riesgo de futuras infecciones en personas con antecedente de infección por SARS-CoV-2, y los estudios inmunológicos muestran que la vacunación posterior refuerza la respuesta inmune y reduce el riesgo de reinfección, incluyendo las nuevas variantes del virus", reza el documento remitido a la Audiencia Nacional. El mismo reconoce, no obstante, que no hay evidencias sobre cuál sería el mejor intervalo para volver a vacunar a las personas ya contagiadas por coronavirus.
"Algunas autoridades sanitarias internacionales como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (en inglés, Centers for Disease Control and Prevention –CDC-) han valorado que no hay suficiente evidencia para establecer una recomendación consistente sobre el mejor intervalo para la administración de esta dosis de recuerdo", detallan. Con todo, el Gobierno deja claro en su respuesta a la Audiencia Nacional que se ha publicado "nueva bibliografía sobre esta materia" (sin especificar cuál) que se valorará en la próxima Actualización de la Estrategia.
El departamento que dirige Carolina Darias cumple con el requerimiento de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional que requirió toda esta documental el pasado 10 de enero. Los magistrados solicitaron "con carácter urgente" que, en un plazo máximo de 5 días, entregaran el expediente acompañado de los informes y datos que estimase oportuno para justificar esta medida. Lo hicieron tras comenzar a tramitar el recurso interpuesto por el abogado valenciano Curro Nicolau contra la decisión de vacunar a las cuatro semanas de producirse el contagio del virus.
La vacuna es voluntaria
El letrado expuso que esta medida "no cuenta con aval científico" ni tampoco existen estudios que lo respalden. "Dicho procedimiento resulta contrario al derecho de protección de la salud en la medida que el Ministerio de Sanidad no está siendo diligente al adoptar esta decisión sin contar con informes científicos previos que vengan a aconsejar dicha medida. Es más, en prensa recientemente han sido publicadas manifestaciones de expertos en la materia que incluso desaconsejan dicha práctica, en tanto puede tener efectos perjudiciales sobre el sistema inmunológico de las personas", precisa.
Sanidad, por su parte, responde respaldando el criterio adoptado y recuerda que las recomendaciones que se van aprobando en la Estrategia de Vacunación frente a la covid tienen un carácter "poblacional". El escrito, que no viene firmado por ningún miembro del Ministerio, precisa sobre este punto que las casuísticas individuales deben ser valoradas por los profesionales sanitarios, a fin de conseguir el mayor beneficio personal. Al hilo, recuerda también que en España la vacunación no es obligatoria y que la Ley 33/2011 de 4 de octubre, General de Salud Pública, parte del principio general de voluntariedad en las actuaciones de salud pública.
En España la vacunación no es obligatoria. La regla general es la voluntariedad
"Por tanto, la regla general es la voluntariedad, con la excepción recogida en la Ley Orgánica 3/1986 de 14 de abril, de medidas especiales en materia de salud pública. Pero no sólo para las vacunas incluidas en el calendario a lo largo de toda la vida, sino también las vacunas frente a Covid-19", reza en su respuesta, en la cual recuerdan que, hasta el 12 de enero España ha suministrado más de 86 millones de dosis (es decir, más del 90% de la población mayor de 12 años). Con todo, el Gobierno de Pedro Sánchez avisa que la estrategia ha sido dinámica y se ha ido adaptando a medida que se tenía más conocimiento de las vacunas autorizadas.
Además, el Ministerio de Sanidad remite también al órgano judicial un índice de documentos sobre todas las medidas adoptadas desde el inicio de la pandemia en el marco de la campaña de vacunación. El índice recoge lo relativo a las actualizaciones, las dosis de refuerzo, la pauta completa o el análisis de vacunación en residencias de ancianos. Del mismo modo, también informa sobre la estrategia de vacunación en mujeres embarazadas, información para profesionales sobre la vacuna de AstraZeneca y recomendaciones para niños de entre 5 y 11 años.