El sector agrario español se encuentra en estado de alarma ante el que es ya el segundo peor comienzo del año hidrológico en lo que va de siglo, una sequía que según los pronósticos continuará en febrero, está afectando al regadío y a los cultivos tempranos y, además, pone en riesgo toda la campaña.
En el primer cuatrimestre del año hidrológico (octubre 2021-septiembre 2022) se recogieron 192 litros por metro cuadrado, lo que supone un 35% menos que el promedio normal, un dato que desde el año 2000 sólo fue peor en el mismo periodo de la temporada 2007-2008, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
A esta sequía meteorológica se suma la sequía hidrológica, con unas reservas hídricas que ya venían perjudicadas desde el año pasado y que en este momento están al 44,8% de su capacidad total a nivel nacional, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
La situación más dramática se localiza en las cuencas de la mitad sur de España, que se encuentran a alrededor del 30% de su capacidad, como las de Guadalete-Barbate (30%), Guadiana (30,5%), Mediterránea Andaluza (30,8%) y Segura (35,2%), e incluso por debajo, como la del Guadalquivir (28,6%).
El embalse más grande al 14%
La cantidad de agua embalsada en algunos de los pantanos más grandes también comienza a preocupar. El embalse de La Serena, en la provincia de Badajoz, el más grande de la Península Ibérica con una capacidad de 3.219 hectómetros cúbicos, actualmente se encuentra al 14,69%. Este porcentaje representa el peor nivel según la media de la última década para esta misma semana de febrero, que según los datos del ministerio se sitúa en el 59,43%.
En el caso de la Comunidad de Madrid, la reducción del agua embalsada para esta semana también hace saltar las alarmas. A pesar de que el porcentaje de reservas todavía está lejos de entrar en niveles de sequía, situándose en el 57,64%, supone una reducción de 10 puntos con la media de la última década (67,26%).