En la concentración anti amnistía del 8 de octubre en Barcelona, mientras el vicepresidente de Societat Civil Catalana confesaba sobre el escenario su decepción tras haber votado al PSC/PSOE el 23J, el jefe de los socialistas catalanes, Salvador Illa, retrataba a los allí concentrados como “la derecha de la mano de la ultraderecha para generar miedo, sembrar crispación”. Si resulta singular que el convocante de la manifestación haya mantenido su voto al Pedro Sánchez y al Salvador Illa de los indultos del 1-O, de la supresión de la sedición y de las leyes anti 25%, no lo es tanto la hostilidad del PSC hacia posiciones constitucionales paralela a su cordialidad con los independentistas.
Se escenificó en la plataforma de oradores del 8 de octubre la contradicción de socialdemócratas catalanes defensores de la Constitución pero con dependencia ciega de su partido de toda la vida, repercutiendo negativamente en la fortaleza y coherencia del movimiento constitucionalista. La sombra del PSC sí es alargada a la vista de las paradojas, rupturas y reproches que han aflorado con ocasión del acto contra la amnistía entre quienes se ven descolocados porque su partido ha cambiado de orilla. Destaca por su claridad el economista y profesor de la UB, Gonzalo Bernardos, que sin acusar al PSOE por su nombre, proclama: “Yo soy socialdemócrata y no he traicionado mi ideología. Las izquierdas jamás han apoyado a ningún nacionalismo. Ellos son los traidores, no yo”.
Si Bernardos se ha mostrado en un tuit orgulloso de participar en la marcha del 8 de octubre, otro conocido socialista, el escritor Joan Ferran, se declara rabiosamente opuesto a la amnistía en negociación para investir a Pedro Sánchez, pero a la vez considera a Salvador Illa “rebosante de sensatez” porque “pide sosiego, discreción y paciencia”. Ferran, que ha asimilado las concesiones del PSC/PSOE al nacionalismo, envuelve su discrepancia con el objetivo sanchista en una descalificación a los concentrados en el Paseo de Gracia, identificándolos con la ultraderecha.
También la estela socialista se ha notado sutilmente en la gestación y promoción de la convocatoria en Barcelona, en la que han participado miembros del PSC empotrados en la organización convocante. Es el caso del citado vicepresidente de Societat Civil Catalana (SCC), Álex Ramos, quien en su discurso en la tribuna de oradores dio respuesta inmediata a un comentario del president Aragonés devaluando la manifestación, pero calló ante las agrias descalificaciones sobre los manifestantes lanzadas por el jefe de los socialistas catalanes, Illa.
Un silencio mantenido en los días posteriores por el mismo Ramos y por la propia SCC en los mensajes valorativos sobre el desarrollo del acto. La respuesta del constitucionalismo a Illa llegó, fundamentalmente, desde las filas de la asociación Impulso Ciudadano, destacando un post de su vicepresidente, Rafael Arenas, titulado La ignominia, donde concluye que “el minuto y medio que Illa dedicó ayer a los que nos manifestamos contra la amnistía merece ser analizado, porque da buena cuenta de lo que es hoy el PSC/PSOE”.
La convocatoria con el eslogan No en mi nombre, lanzada unilateralmente por la entidad que tiene como fundación nodriza a la Joan Boscà, consiguió una amplia difusión por medios de comunicación de toda España a través de su presidenta, Elda Mata, y del vicepresidente, Álex Ramos. El argumentario empleado en esas intervenciones se limitó al rechazo de la amnistía sin más, a veces como pretensión independentista o exigencia de Puigdemont acompañada de un referéndum.
En ninguna de las decenas de tuits corporativos de la organización convocante, ni en las entrevistas concedidas por sus directivos en prensa, radio y televisión, ha habido referencia al núcleo del conflicto, que no es lo que pida Puigdemont sino que Pedro Sánchez esté dispuesto a conceder esa amnistía en la negociación de investidura. En una entrevista, Mata, para no citar el nombre de Pedro Sánchez, alude a “un candidato”. Y su compañero Ramos había advertido que la manifestación del 8 de octubre “no está convocada ni contra los socialistas ni contra el Gobierno” sino “contra la amnistía y la autodeterminación”, confiando por ello en la asistencia de dirigentes del PSC.
Sobre el escenario del acto del 8 de octubre tampoco se escuchó de boca de los dirigentes de Societat Civil Catalana el nombre de Pedro Sánchez o del PSOE, ni alusión a la negociación del candidato socialista con los independentistas para conseguir su investidura. La elusión de esa realidad se corresponde con los deseos manifestados por Ramos, antes y durante el acto, de contar con la asistencia de “personas de izquierda”, aunque reconoció el lunes 9 en TVE de Cataluña: “Hay personas importantes de la izquierda que habrían venido a la manifestación” pero no lo han hecho “porque no quieren hacer daño a sus siglas o porque tienen miedo”. El mismo día que el vicepresidente de SCC disculpaba ante las cámaras esas ausencias socialistas, su partido, el PSC, votaba en el ayuntamiento de Girona contra la moción antiamnistía presentada por el PP.
Desde el sector de socialdemócratas catalanes otra de las escasas voces que se han escuchado estos días ha sido la del historiador Joaquim Coll, calificando la concentración de Barcelona de éxito y avisando de “que la ominosa amnistía no va a ser fácil de tragar”, pero sin entrar en los propósitos mostrados por el candidato Sánchez. Coll, ligado al núcleo fundacional de Federalistes d’Esquerres, grupo de estudios surgido hace diez años de miembros del PSC y otros partidos, es de posiciones más determinantes que las de sus compañeros de Federalistes. Estos, entre los que se encuentra Manuel Cruz, expresidente del Senado, publicaron la víspera del 8 de octubre en su web corporativa un editorial titulado Por una España federal, que ni siquiera roza el debate actual sobre la configuración y el futuro del Estado al que fuerzan los nacionalistas en sus negociaciones por la investidura.
El encendido debate público sobre la amnistía a los procesados y condenados por la intentona separatista está alterando en Cataluña, de la mano del PSC, un sector de constitucionalismo habituado a la dependencia política que discurre en paralelo al movimiento constitucionalista genuino independiente de la sombra de los partidos políticos, particularmente del encabezado por Salvador Illa tras su repudio a la movilización popular contra la amnistía que negocia Pedro Sánchez.
trshjpn
El ultra, Pedro Pilatos, se lava las manos y justifica abrirse a «medidas de gracia», véase, la amnistía, porque «cinco grupos» se las han pedido durante su ronda de contactos, y juntos suman 56 escaños, lo mejorcito de la casa. Judas Sánchez que vende España al peor postor por 7 escaños, expulsa, como poco a los representados bajo esos 172 escaños que no sólo no se lo han pedido sino que la rechazan rotundamente por inconstitucional.
S.Johnson
Pudiera ser que se llevaran un buen palo... que beneficiara a los independentistas. El PSC sirve a dos señores que, desde el evangelio, sabemos que no trae nada bueno. Sobre todo cuando uno de los señores es el Diablo y el otro... ni se sabe, pero por ahí le anda.
y tu mas
Dice Illa que retrataba a los allí concentrados como “la derecha de la mano de la ultraderecha para generar miedo, sembrar crispación”. Y ustedes los socialistas que generáis con vuestros pactos con los etarras y los golpistas, "VERGUENZA Y TRAICIÓN A ESTE PAIS, que es todavía peor. Y a estos se les puede llamar políticos. Valiente basura hay en este pais. No saben hacer otra cosa que meter miedo a la ciudadanía con que la ultraderecha, para que los españoles voten al psoe, cuando ellos son lo mas malo que hay en este pais.
Antonio Martinez
Estamos inmersos en una gran mentira, rodeados de 'ignominia' por todos los lados, atrapados en la 'carpa de un circo', donde del 'enanos, los payasos, y los malabaristas de la mentira, el engaño, los relatos apócrifos, y mil maldades expuestas a modo de relato por falsos actores entrenados por verdaderos 'artistas de la pista' (asesores a sueldo) a modo de consignas, que manejan con destreza las palabras de generosidad, trasparencia, convivencia, superación del conflicto y gobierno de progreso, etc, son los protagonistas del 'increíble espectáculo' al que estamos asistiendo, por culpa de un personaje (felón) que sorprende cada día con un número especial, contrario al que anunció el día anterior, (sin que se le caiga la cara de vergüenza, porque la sujeta con unas mandíbulas muy desarrolladas de tanto ejercitar la cara dura). Sin embargo, este personaje (auténtico felón), no es mas que un actor (interesado), que interpreta el 'libreto' que le obliga el verdadero 'amo del circo', un personaje atrabiliario, experto en escapismo, al que de momento nadie ha podido 'echarle el guante' y que por un azar tiene la llave del circo y por ello impone los números circenses que tienen a los espectadores (todos nosotros) en este embelesamiento. ¿Hasta cuándo será soportada por 'el respetable' esta irracional exhibición esperpéntica, sin reaccionar, para terminar sacando de la dirección de este grave desatino, a 'tomatazos' a tanto cínico, burlador, extractivo, deshonesto y 'destroyer' de nuestra convivencia...? Sólo Dios lo sabe, y por ello, la recomendación es tomar precauciones...
José
El PSC es simple y llanamente nacionalista, en el más puro y rancio sentido del término. Y lo peor, es quien da las directrices a Pedro Sánchez y a todo el PSOE. Votar al PSOE en cualquier punto de España es votar al PSC, es votar nacionalismo
Maurizio111
El PSC ha sido históricamente, y lo es en la actualidad, más dañino para España que el mismo PSOE, que ya es decir.
doblaJeclasico
¡Basta ya de elucubraciones!. Todos sabemos lo que se juegan todos. Y en esa baraja o partida de ajedrez, están lo peor de cada Casa. Pero eso no es lo grave. Lo indcente es el silencio y el acatamiento por parte de los afiliados y simpatizantes del PSOE , que a pesar de nombres ilustres de ese partido ( excepto Bono, se sabe algo de él?) siguen tragando cuanto haga el Dr. No, El Mentiroso del Reino, una persona sin honor y dignidad. Y todo por unas monedas de plata compradas al Rufian de los Rufianes y su Jefe el orondo Junqueras y a un fugado de la Justicia. ¿ Donde está el Cuarto Poder, donde está el Juez Llarena, donde están las Entidades jurídicas, que admiten tanto atropello?. O debemos considerar todos y todas que todo ello es progresismo?. O asi me lo parece.
Talleyrand
El psc es un fraude. Hay que pasar pagina y no votarlos jamás.
Ratwulf
El PSC es supremacismo equidistante catalán y chica para todo del independentismo, son casi peores que los pelomochos amigos de Sànchez.
JSaez
La niña de la curva se caga de miedo cuando aparece esta...
RafaR
SCC está tomada por el PSC. Mejor ir formando otra asociación libre para defender el constitucionalismo. Y blindarla de topos socialistas.
eddo
Ni Losantos se ha atrevido a decir lo que usted dice y es verdad lo que dice. S C C no ha sido más que un montaje de unos ex del PSC por eso se metió Francesc de Carreras Coll y Ramos. Por eso acudió Borrell a hablar en 2017. Se metió un indepe que engaño a la gente que acudió a su llamada, Josep Ramón Bosch, al que ni el anterior presidente de SCC, Bosch le sustituyo acusado por ellos de hacer negocios como presidente, se atreve a citarle en sus escritos en el medio T O. SCC y resto de asociacionismo catalán "constitucionalista" llaman a los que hablamos español "castellanohablantes" seamos de donde seamos. SCC y esas asociaciones a pesar que se enfrenten, a veces, a la Generalitat son como los periodistas del medio "constitucionalistas" Crónica Global. Solo hay que leer a Toni Bolaño
Palacheca
¿El PSC un partido constitucionalista? Señores de vozpópuli fue con el molt honorable President de la Generalitat Josep Montilla (PSC) cuando se puso en marcha la maquina persecutoria que multaba al comercio catalán por rotular y etiquetar en español. Al comercio que rotulaba en árabe. chino, inglés, francés o alemán, lo dejaron simplemente el paz. Aclaro que Pepe Montilla es natural de Iznájar (Córdoba) y lleva viviendo a costa de las mamandurrias del Estado Español desde que abandonó en su juventud la imprenta en la que trabajaba en Esplugas de Llobregat (Barcelona).
Aquiles
Zumar de la Yoly es su partido ;-))