Los jueces que han juzgado la causa del procés han aprovechado los 493 folios de la sentencia para denunciar la "estrategia de demonización de la Sala Segunda del Tribunal Supremo" llevada a cabo por las defensas de los doce líderes independentistas.
En la sentencia, recogida por Vozpópuli, los magistrados han hecho hincapié en al menos siete incidentes de recusación promovidos contra los nueve magistrados de la Sala, siete de los cuales firman el fallo dado a conocer este lunes.
"El cuestionamiento de la imparcialidad de los magistrados que integramos la Sala ha sido un continuum, muy distanciado del significado procesal de la recusación como instrumento para garantizar la imparcialidad judicial", han indicado los propios jueces. "Las circunstancias de uno y otro signo que han estado presentes a lo largo del juicio han llevado a las defensas a una estrategia de demonización de la Sala Segunda del Tribunal Supremo", han añadido.
"Se me juzga por mis ideas"
Los siete magistrados han subrayado el hecho de que la estrategia haya estado presente "hasta el último momento del desarrollo del plenario en el que algunos de los acusados siguieron presentándose como víctimas de un proceso político". En este sentido, han denunciado que la recusación de los miembros de la Sala se convirtió en una rutina que de "manera contumaz" se utilizó para deslegitimar al Supremo.
Desde el primer día de juicio, el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña Oriol Junqueras soltó frases como "se me juzga por mis ideas”, “es un juicio político”, “soy un preso político”. El exconseller de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, de ERC, emuló la estrategia y se negó a contestar a las preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado al considerar que era "un juicio político”.