Los 'comunes' maniobran para que José Antonio Pérez Tapias, el rival de Pedro Sánchez y Eduardo Madina en las primarias del PSOE de 2014, sea el candidato de Unidas Podemos en Andalucía. Según ha sabido Vozpópuli, tras este movimiento se esconde una lucha por el poder. Y es que la salida del Gobierno de Pablo Iglesias debilitó la fuerza de Podemos en la amalgama de partidos que integran el espacio confederal. Por eso, tratan de 'controlar' la plaza andaluza.
Las fuentes consultadas explican que es el diputado Gerardo Pisarello, entre los 'comunes', quien pone encima de la mesa el nombre de Tapias cada vez que se reúne con destacados miembros parlamentarios del espacio confederal. No obstante, uno de los grupos más beligerantes con Tapias es Izquierda Unida por motivos obvios: su histórica animadversión a todo lo que huela a socialdemócrata.
La rama catalana de Unidas Podemos intenta ganar peso conectando a Tapias con el experimento de frente amplio que la izquierda a la izquierda del PSOE intenta cocinar sin éxito hasta ahora. El propio Tapias, preguntado por este diario, comenta que no ha recibido propuesta alguna para liderar ninguna candidatura pese a que fuentes de los 'comunes' confirman que su nombre ha circulado en los chats internos de la formación.
El trabajo de los 'comunes' por Díaz
Lo cierto es que hay que entender la clave Tapias dentro de los esfuerzos para configurar una candidatura de unidad en Andalucía que integre a Podemos, Izquierda Unida y Andaluces Levantaos, la marca de Íñigo Errejón al Sur de Despeñaperros. Los comunes son los más fieles aliados de Yolanda Díaz dentro del espacio confederal. Por eso, trabajan para que Tapias, un ex militante del PSOE de perfil socialdemócrata que siempre estuvo dispuesto a pactar con los morados, sea el 'hombre de consenso' que refleje el espíritu del frente amplio. Podemos Andalucía, no obstante, le rechaza.
Tapias, catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, participó en noviembre del año pasado en un acto organizado por Podemos en esa ciudad invitado por Pedro González de Molina, licenciado en Historia en la misma universidad y exsecretario de Educación y Formación de Podemos Canarias. Esa es una de las conexiones del exsocialista con los morados.
El propio Tapias cuenta que en aquel acto habló abiertamente de la conveniencia de que la izquierda supere sus conflictos cainitas y concurra unida para evitar que el tándem PP-Vox se haga con la presidencia de la Junta de Andalucía. Ese día le escucharon el diputado morado en el Congreso Rafael Mayoral, la diputada en la Cámara andaluza Ana Naranjo y su colega de escaño de Izquierda Unida Mari Carmen Pérez.
El problema sigue siendo Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda se dejó caer por Andalucía por primera vez desde que llegó al Gobierno hace un par de semanas. La titular de Trabajo llegó de la mano de los sindicatos para explicar la reforma laboral en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Cada vez que tiene ocasión recurre a su logro para presentarse ante el electorado de izquierdas. No hay que olvidar que la líder del espacio morado en el Gobierno se está apoyando en las organizaciones sindicales para conformar su "proceso de escucha".
Díaz reitera que iniciará "esta primavera" su carrusel político para conformar su plataforma. Aunque echó un jarro de agua fría a las expectativas creadas acerca de que Andalucía sería la primera plaza donde poner a prueba el tirón de su marca. Ella misma dijo que no llegaba a tiempo de conformar un frente amplio antes de que los andaluces acudan a votar a finales de año si no hay adelanto electoral.
Más allá de que Podemos e Izquierda Unida fragüen un frente amplio con la marca andaluza de Errejón, lo cierto es que quien ya ha rechazado participar es la anticapitalista Teresa Rodríguez. La traumática ruptura de una de las corrientes fundadoras de Podemos se debió a la entrada morada en Moncloa con el PSOE, toda una traición para las bases más radicales de la izquierda.
Díaz espera que los partidos se muevan
La inacción de Yolanda Díaz en Andalucía emite un mensaje poderoso. Y un aviso a los 'partidiños', como ella misma los llama. Con su 'no' a mancharse las manos en el barro andaluz viene a decir que deben ser los partidos a la izquierda del PSOE los que deben desencallar sus posturas y cerrar, definitivamente, una lista que suscite la ilusión de los andaluces, porque solo en ese caso ella podría estar dispuesta a moverse con ellos. Además, algunas fuentes moradas detallan que Tapias no es del gusto de Díaz.
En verdad, Podemos lleva meses intentando que Errejón se sume al barco de la unidad en Andalucía. Para entender el acercamiento morado a Más País hay que tener muy presente el puente que está levantando Izquierda Unida, porque Podemos en Andalucía no está solo. Comparte casi a partes iguales el poco poder que tiene con los de Alberto Garzón: de los 17 diputados que lograron hace tres años, 11 fueron morados y 6 de Izquierda Unida.
En medio del baile de la izquierda andaluza, hay una lucha soterrada por el papel de los partidos en la futura plataforma de Yolanda Díaz. Y lo que pase en estas elecciones decidirá el papel de Podemos, el partido que reclama mayor protagonismo, en la hoja de ruta de la vicepresidenta hacia las elecciones generales de 2023. Andalucía se va a convertir en un laboratorio