España

La cúpula de Caja Madrid derrochó con sus 'visas opacas' mientras captaba preferentistas

En la primavera de 2009, Blesa y sus directivos gastaron sin límite con sus tarjetas 'black' mientras que para salvar los problemas de liquidez de la entidad lanzaban la emisión del producto tóxico que ha arruinado a miles de pequeños ahorradores.

  • Imagen de archivo de Miguel Blesa, en su etapa de presidente de Caja Madrid.

El 20 de mayo de 2009, Caja Madrid lanzaba al mercado la emisión más importantes de preferentes. Nada menos que 3.000 millones de euros para hacer frente a la falta de liquidez que ya por entonces padecía la entidad. Pese a los problemas financieros que la decisión escondía, la cúpula del banco decidió seguir usando sus 'tarjetas opacas' sin límite. Así lo reflejan los detallados listados de gastos de dichas 'visas black' que Bankia ha remitido ahora al titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu. Miguel Blesa, Ildefonso Sánchez Barcoj y Rodrigo Rato han sido citados por el magistrado como imputados para el próximo jueves para que aclaren dicho despilfarro. Sólo entre el 20 de abril y el 20 de junio, justo el mes inmediatamente anterior y el posterior a la emisión de estos títulos, los directivos gastaron decenas de miles de euros en todo tipo de bienes personales. Uno de ellos adquirió joyas por valor de 10.000 euros.

Blesa utilizó aquellos días su 'visa black' en doce ocasiones por un total de 8.940 euros. Su mano derecha, Sánchez Barcoj, lo hizo 64 veces por 11.077 euros

Miguel Blesa, entonces presidente de Caja Madrid, utilizó su visa en aquellos días en doce ocasiones para cargar a la entidad 8.940 euros. En la lista figuraban dos extracciones de 600 euros en cajero, el desembolso de 430 euros para pagar un hotel, 572 en billetes de Iberia y 518 en una comida en el restaurante O'Pazo. Incluso gastó 96 euros en repostar su vehículo, 74 en la tienda del aeropuerto y 59 más en un 'dutyfree'. Más activo con su 'visa black' fue, sin embargo, su segundo y presunto cerebro de este sistema de retribuciones, Ildefonso Sánchez Barcoj. Éste, que tiene el dudoso 'honor' de encabezar la lista de directivos más derrochadores, hizo durante este tiempo 64 cargos, más de uno por día, por un total de 11.077 euros.

La mayor cantidad fue la disposición en efectivo en ventanilla de 1.500 euros de una vez y siete extracciones de 300 euros en cajero. Además, Sánchez Barcoj también gastó 565 euros en billetes de avión, desembolsó 274 euros en una visita al supermercado de El Corte Inglés y 459 en una comida en el madrileño Café de Saigón. Junto a éstos, también hay cargos en otros restaurantes, en un hotel de Madrid, en el alquiler de coches, en adquirir entradas del cine, en gasolineras, en tiendas de material de golf e, incluso, 43 euros en tres visitas a farmacias. También elevados fueron los pagos que aquellos días hizo Matías Amat, otro de los hombres de confianza de Blesa, quien llegó a realizar 37 cargos por un total de 19.429 euros. Más de la mitad los gastó en una visita a la Joyería Durán, de Madrid, donde adquirió objetos por valor de 10.000 euros. Además, cargó restaurantes, regalos, billetes de avión e, incluso, 2 euros de un aparcamiento.

Asiduos a los cajeros

Otros dos directivos por encima de los 10.000 euros aquellos meses fueron Ricardo Morado, exdirector de operaciones de Caja Madrid, y el miembro de IU José Antonio Moral Santín, aunque ambos se limitaron a sacar dinero en metálico para no dejar rastro de en qué gastaban ese dinero. Así, el primero hizo cuatro disposiciones de efectivo por un total de 11.800 euros, mientras el segundo hacía 19 visitas a cajeros para extraer 11.400 euros. En qué lo gastaron es un misterio. También optó por este sistema Enrique de la Torre, secretario del Consejo de Administración de la entidad, que en la primavera de 2009 cargó a su tarjeta opaca 11.325 euros, buena parte a través de diez reintegros que iban desde los 500 euros a los 1.000. No obstante, De la Torre también hizo durante aquellas jornadas desembolsos con su 'visa black' que dejaron rastro: compró en tiendas gourmet, acudió en tres ocasiones a El Corte Inglés y abonó 950 euros en material de construcción para la piscina de su domicilio.

Matías Amat gastó aquella primavera 10.000 euros en una joyería madrileña. Ricardo Morado hizo cuatro disposiciones de efectivo por un total de 11.800 euros

Rafael Spottorno, hombre de confianza del rey Juan Carlos I, también hizo oídos sordos a los problemas de liquidez de la entidad financiera y usó con asiduidad su tarjeta opaca aquellos días. En concreto, 44 veces, en las que gastó un total de 4.090 euros. El Corte Inglés, gasolineras, librerías y restaurantes fueron el principal destino de este dinero, aunque también hizo disposiciones de efectivo en cajero (500 euros), compró material informático, acudió a marisquerías, pagó en Mercadona e, incluso, adquirió ropa de mujer por valor de 348 euros. También compró moda aquellos días con su 'visa black' Carmen Cafranga, hasta hace sólo unos días presidenta de la Fundación de la entidad, quien en plena emisión de preferentes cargó a Caja Madrid 5.718 euros, la mayoría en boutiques de lujo, desde zapaterías a peleterías. En una de esas visitas cargó 1.076 euros en este concepto.

Juan Manuel Astorqui, responsable de comunicación de la caja durante 13 años, llegó a gastar aquella primavera 11.000 euros, la mitad de ellos en la agencia de viajes Náutica Bautista. También hizo desembolsos en un taller mecánico (661 euros), en la Joyería Suárez (590), en hoteles e, incluso, algunos tan pequeños como 2,90 euros en "dulces de la abuela". Otro directivo que hizo pagos para viajes fue el representante de UGT Francisco Baquero, uno de los hombres claves para que Blesa se mantuviera en la presidencia. El sindicalista gastó 2.100 euros en este concepto el 20 de mayo de aquel año, el mismo día de la emisión. Además, cargó 460 euros en una tienda gourmet, 340 en una joyería y acudió tres días seguidos al mismo restaurante. En total, 8.078 euros repartidos en 37 cargos.

Sindicalistas y exsecretarios de Estado

Algo menos gastó otro sindicalista, Rodolfo Benito, en este caso de CCOO. En los días inmediatamente anteriores y posteriores a la emisión de preferentes, el dirigente sindical hizo 48 cargos por un valor de 4.271 euros. Los conceptos: taxis, restaurante, aparcamiento, gasolineras, compras en El Corte Inglés, librerías y 174 euros en el madrileño Hotel Orfilia. Además, gastó 774 euros en Yusty, tienda de lujo de ropa de hombre. Una cantidad muy similar derrochó Estanislao Rodríguez-Ponga, exsecretario de Estado de Hacienda, quien aquellos días dispuso de 4.288 euros para abonar facturas de restaurante, combustibles, hoteles e, incluso, los 603 euros que le costó reparar su vehículo.

El mismo día que se producía la emisión de las preferentes, el 'ugetista' Francisco Baquero gastaba 2.100 euros en una agencia de viajes

Por su parte, José Manuel Fernández Norniella utilizó en la primavera de 2009 su tarjeta opaca en 29 ocasiones y cargó 3.952 euros a la entidad. Una parte importante, en viajes, donde derrochó 1.320 euros, aunque también hay restaurantes, compras en El Corte Inglés, incluidos 600 euros en su supermercado, y 112 más en telefonía. Menos variados eran, sin embargo, los cargos del que fuera máximo representante de los empresarios y hoy encarcelado Gerardo Díaz Ferrán. En aquellos días, gastó 13.500 euros, todo ello en restaurantes, de los cuales buena parte eran establecimientos de su cuñado, Arturo Fernández, también consejero de Caja Madrid. Lo más llamativo es que en todos sus pagos las cifras son sospechosamente redondas.

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