El aumento de casos de coronavirus en esta séptima ola mantiene tranquilos a los técnicos de Salud Pública presentes en la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, el principal órgano asesor del Ministerio de Sanidad en materia epidémica. Fuentes cercanas a dicho órgano corroboran a Vozpópuli que la mayor parte de las conversaciones de la Ponencia de expertos giran en torno a la viruela del mono, "que sigue dando mucha guerra" aunque haya desaparecido de la palestra mediática (Madrid supera los 900 casos confirmados).
"No se comenta mucho sobre el coronavirus más allá de poner sobre la mesa la incidencia de casos nacional", apunta una fuente del órgano en el que también está presente el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), el otrora omnipresente Fernando Simón. La principal causa de la baja preocupación de estos técnicos por la nueva ola producida por los linajes de ómicron BA.4 y BA.5 es el bajo nivel de ocupación de camas hospitalarias. Hay muchos pacientes con covid en los centros hospitalarios, pero ingresados por causas ajenas al virus.
La foto de la incidencia coronavírica es, cuanto menos, borrosa. "No estamos vigilando nada desde que nos centramos solo en personas mayores de 60 años. Aun así, el aumento de la incidencia que estamos observando no va acompañado de un incremento en la ocupación de camas. Seguimos en riesgo bajo y las UCI se mantienen estables", apunta uno de los expertos. El agobio asistencial se está notando sobre todo en Urgencias y Atención Primaria, pero no en las camas hospitalarias.
La viruela del mono ha llegado para quedarse
La viruela del mono ha seguido siendo uno de los temas claves en las últimas reuniones entre los expertos en Epidemiología de las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad. La viruela del mono apenas ha generado hospitalizaciones (y los que han requerido ingreso han recibido el alta rápidamente), pero está dando muchos dolores de cabeza a los Servicios de Salud Pública. El seguimiento de casos está resultando muy complicado ya que, a pesar de lo que dijo la ministra de Sanidad en su día, se está transmitiendo principalmente por vía sexual y en la mayoría de los casos, los contactos estrechos son "anónimos".
Vacunas paradas
De hecho, esta es una de las razones por las que las 5.300 dosis de vacuna contra la viruela del mono que aterrizaron en España la semana pasada no han tenido prácticamente uso. El Gobierno no ha aclarado a Vozpópuli la cifra de vacunas utilizadas, pero fuentes autonómicas apuntan a que los almacenes siguen llenos. "Las vacunas no se están utilizando porque no hay contactos estrechos, hay contactos anónimos, y porque los que son sexualmente activos no tienen los factores de inmunosupresión que determinan el uso del fármaco", explican voces de la Ponencia de Alertas. "Esto no tiene visos de remitir hasta que haya una vacuna que se pueda producir a gran escala. Entonces se podría hacer algo como lo que se puso en marcha en 2017 con el brote de hepatitis A entre la población homosexual. Se ofreció la vacuna a quien quisiera".
En este sentido, fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid señalan a este diario que pondrá sobre la mesa en la próxima Comisión de Salud Pública una nueva estrategia de vacunación que permita inocular la vacuna en pre-exposición y no en pos-exposición como hasta ahora. "La idea es ofrecer la vacuna a la población con práctica de sexo en grupo con desconocidos y múltiples parejas sexuales en el último año", señalan fuentes del equipo de Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad madrileño.
¿Protocolo para el orgullo gay?
El Ministerio de Sanidad llegó a solicitar un protocolo de cara a la celebración del orgullo gay en España, pero los expertos lo descartaron enseguida al carecer de herramientas legales para poder tomar cualquier medida. "Si con la covid ya fue difícil tomar medidas, con los jueces tumbándolas cada dos por tres, con una patología que no ha generado fallecidos es imposible", manifiesta un técnico.