Jueves, 23 de junio. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, se desplaza a Plasencia para emprender y presidir el viaje de prueba "de la línea de alta velocidad en Extremadura" entre Plasencia y Badajoz, con parada en Cáceres y Mérida. Así lo anuncia Moncloa en su agenda.

Acompañada de toda una comitiva integrada por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco; la presidenta de Adif y Adif AV, María Luisa Domínguez; el presidente de Renfe, Isaías Táboas y otras autoridades como "los alcaldes de las ciudades extremeñas donde habrá parada del nuevo tren de alta velocidad", la titular de Transportes anuncia que la puesta en servicio de esos 150 nuevos kilómetros será el próximo 19 de julio y que los usuarios podrán adquirir sus billetes "desde mañana mismo" en los nuevos servicios para los que Renfe ofrecerá 30.000 plazas promocionales hasta el mes de septiembre.

Consciente del malestar de los extremeños por las infraestructuras de la región, Sánchez sostiene en su cuenta de Twitter que "damos un paso más para terminar con la injusticia cometida con esta tierra gracias al esfuerzo inversor sin precedentes de los últimos tres años, pero esto no acaba aquí. Vamos a seguir trabajando por unas infraestructuras ferroviarias dignas en Extremadura".

Es un Alvia de Galicia tuneado, va un poquito más rápido, pero se tarda menos yendo en coche

Su compañero de asiento durante la travesía, Fernández Vara, se suma a la celebración: "Las nuevas conexiones ferroviarias acelerarán la gran transformación del cambio de Extremadura. Junto al transporte de viajeros, usar estas vías para transportar mercancías hasta los principales puertos es determinante para la industrialización verde y digital de la región".

Sin embargo, los mensajes del Gobierno central y autonómico no convencen a los extremeños. Llevan décadas reclamando mejoras en las infraestructuras y consideran que el "tren rápido" inaugurado este jueves responde más a una engañifa que a otra cosa. "Es un Alvia de Galicia tuneado, va un poquito más rápido, pero se tarda menos yendo en coche", explica Juan Carlos López, presidente y portavoz de la plataforma Milana Bonita. López lleva desde los años 90 reclamando mejoras en el servicio ferroviario de Extremadura.

Despoblación en Extremadura

"Se llenan la boca de hablar de la España Vacía, de despoblación, pero luego abandonan a ciertas regiones. Estamos perdiendo población a raudales, tenemos problemas para transportar mercancías y dar salida a nuestros productos y, a nivel cultural, no sirve de nada tener el Teatro Romano de Mérida, el Museo Helga de Alvear de Cáceres o Las Edades del Hombre en Plasencia si no se tienen buenas comunicaciones para que la gente pueda venir", denuncia.

Para López, el viaje de prueba emprendido por la ministra de Transportes y el presidente de la Junta es un "paripé". "Venden humo. La plataforma hasta Badajoz no está terminada, hay tramos que no tienen electrificación, hay problemas en los túneles, problemas en la línea eléctrica... Esto es un paso muy muy pequeño, pero lo venden a bombo y platillo porque se comprometieron a tenerlo listo por estas fechas y tenían que hacerse la foto", considera.

Cuenta el presidente de Milana Bonita que, durante el día de la inauguración, el tren en el que viajaban las autoridades iba secundado por otro detrás "por si pasaba algo, ni ellos se fían". "Viajar a Extremadura en tren es una odisea, hay incidencias cada dos por tres. El andén en Atocha ya es tercermundista y así todo", advierte. "El tren al que ellos llaman rápido ha tardado en llegar de Plasencia a Madrid más de dos horas y en coche se llega en una hora y cincuenta minutos. ¿A quién quieren engañar?", se pregunta.

El aluvión de titulares sobre la llegada de la "alta velocidad" a Extremadura en los medios de comunicación locales y nacionales choca con las múltiples quejas de los usuarios, la mayoría de ellos extremeños según sus perfiles, en las redes sociales.

"A Extremadura no ha llegado al Alta Velocidad. Ha llegado un TAP en forma de Alvia. A pesar de su versatilidad, no circulará por vías electrificadas y lo hará en diésel. En el trayecto Badajoz-Plasencia (170km) tardará más de 2 horas. Hasta Madrid, lo de siempre. Menos cuentos", decía uno de ellos.

"Que no es alta velocidad, que es "altas prestaciones" que no es lo mismo, no está ni electrificad, funciona a diésel y solo llega de Badajoz a Plasencia La línea de alta velocidad en Extremadura se pondrá en servicio entre Plasencia y Badajoz el próximo 19 de julio", trataba de aclarar otro.

"Lo de que el tren de alta velocidad llega a Extremadura es como lo que decía el cocinero de mi residencia universitaria con las croquetas cuando le preguntábamos si eran caseras: 'Eso pone en la bolsa'", ironizaba otro. Un ciudadano cargaba contra el optimismo de Fernández Vara: "Deberías dejar el coche oficial y moverte por Extremadura en otras alternativas de transporte. Verás que risas cuando quieras llegar a tiempo a una reunión. Ya no entre pueblos, sino entre ciudades...".

"Un pueblo conformista"

Además de Milana Bonita, otras plataformas como No al muro, de Navalmoral de la Mata, y el Movimiento por el tren Ruta de la Plata alzaban sus voces con sus reivindicaciones y mostraban sus pancartas el día de la visita de la ministra Sánchez. "El pueblo extremeño es muy conformista y para cuatro que alzamos la voz ante las injusticias encima somos los malos", opina López.

Las críticas vertidas por las citadas de entidades y otros tantos extremeños a través de las redes sociales se saldaron con otra promesa por parte de la ministra al caer la tarde: "Este verano vamos a licitar un paquete de actuaciones en carreteras para Extremadura. 150 millones del Plan de Recuperación para infraestructuras que mejorarán la movilidad, descarbonizarán travesías, incrementarán la seguridad vial y protegerán a peatones y ciclistas".

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