La consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Margarita Ramos (PSOE), puso en duda hoy que mantener cifras de turistas de doce millones anuales sea sostenible para el archipiélago y planteó la posibilidad de establecer "un techo".
"Hay que preguntarse si doce millones de turistas es una cifra sostenible", con el volumen de agua y electricidad que se precisa y los residuos que se generan, dijo la consejera en comisión parlamentaria, en donde compareció para explicar sus planes sobre la diversificación económica.
Ramos planteó que podría ser conveniente establecer un "techo de sostenibilidad" para el turismo en Canarias dentro de una estrategia de diversificación económica que apueste por el turismo de calidad, científico, cultural y deportivo que dé valor al ocio, el descanso y la formación.
El sector turístico es uno de los que precisan de diversificación, junto con la industria, la energía y el comercio, explicó la consejera.
Aseguró que el Gobierno de Canarias trabaja en la diversificación del modelo productivo porque es el único modo de generar riqueza y empleo, aunque admitió que sus planes dependen en gran medida de la financiación del Estado, que es incierta.
Soria quiere dar un nuevo impulso al sector
En contraposición a estas declaraciones, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha adelantado este lunes que el plan integral para el turismo establece una "hoja de ruta" para dar un nuevo impulso al sector para los próximos años y ha afirmado que en su elaboración las comunidades autónomas tendrán un protagonismo singular.
Soria, en el inicio de la conferencia sectorial de Turismo, que se celebra en la isla de El Hierro, ha recordado que a pesar de la situación económica, en 2011 el turismo ha tenido un buen comportamiento pero ha advertido de que se ha debido más a razones exógenas que a factores endógenos.
Entre los motivos del crecimiento turístico, ha argumentado el buen comportamiento de la economía alemana, que es el principal papel emisor de turistas a España, y a la primavera árabe, que ha desplazado a turistas que tenían como destino países como Túnez y Egipto hacia España. Aunque ha abogado por fidelizar a estos visitantes, Soria ha afirmado que no se puede basar la capacidad de competir del turismo español "en el mal ajeno".
