Giorgia Meloni aún no es primera ministra de Italia pero ya parece ejercer como tal. La líder de Fratelli d'Italia trata de acallar las voces que tachan su discurso de fascista, machista y antieuropeísta con una batería de mensajes que se alinean al posicionamiento casi unánime de la Unión Europea sobre algunos conflictos internacionales como la guerra de Ucrania o las protestas de las mujeres contra la represión de los ayatolás en Irán.

La victoria electoral de Meloni, que acaparó un 26% de los votos el pasado domingo, supone un espaldarazo para el ala más dura de la derecha en el Parlamento Europeo. Bruselas teme fragmentarse aún más, pero después de que Ursula von der Leyen lanzase su advertencia velada a la dirigente italiana justo antes de la cita con las urnas y fuese acusada de injerencia, ahora intenta adoptar una postura más diplomática. El portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, negó que los comicios pudiesen traducirse como un "juicio" a las políticas europeas y abogó por una "cooperación constructiva con las nuevas autoridades".

Meloni recoge el guante y comienza a dibujar su estrategia internacional. En un contexto en el que Italia tiene en juego unos 170.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperación, convirtiéndose en el país más beneficiado, conviene despejar dudas.

"Querido ZelenskI, saben que pueden contar con nuestro leal apoyo a la causa de la libertad del pueblo ucraniano. ¡Mantente fuerte y mantén firme tu fe!", publicó Meloni a través de su cuenta de Twitter. Era la respuesta a la felicitación del mandatario ucraniano, que previamente había agradecido el continuo apoyo de Italia en la lucha contra la agresión rusa. "Contamos con una fructífera colaboración con el nuevo gobierno italiano", apuntó.

Querido ZelenskI, sabe que puede contar con nuestro apoyo leal a la causa de la libertad del pueblo ucraniano. ¡Mantente fuerte y mantén firme tu fe

Las palabras de la política nacida en Roma cobran especial relevancia puesto que las dos fuerzas con las que aspira a formar gobierno se muestran más condescendientes con Moscú. Mientras que La Liga de Matteo Salvini ya ha criticado las sanciones contra Rusia, la amistad de Berlusconi con VladÍmir Putin es conocida desde hace años.

"Me parece bastante surrealista que cierta prensa invente mis comillas desde cero, publicando reconstrucciones completamente arbitrarias. Tranquilidad: el centro-derecha unido ha ganado las elecciones y está listo para gobernar. Basta de mistificaciones", dice Meloni en referencia a un artículo de La Stampa en el que se le atribuía haber asegurado que no iba a "ceder" ante Salvini porque era "filo-ruso'.

Además, su apoyo público a Zelenski contrasta con el no brindado por uno de sus aliados en la UE: Viktor Orbán. El primer ministro de Hungría acaba de anunciar en el Parlamento del país magiar una próxima "consulta nacional" sobre las sanciones europeas contra Rusia, unas medidas punitivas que considera "fracasadas". "Las sanciones no se impusieron de manera democrática, lo decidieron los burócratas y las élites de Bruselas, pero el pueblo europeo es el que paga el precio", critica.

Meloni se solidariza con las iraníes

Pero Meloni también ha querido pronunciarse sobre otros asuntos más allá del continente europeo como la oleada de protestas de las mujeres iraníes contra la represión de los ayatolás. Su condición de mujer y su fe cristiana han sido dos de las bazas de su campaña. "Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana... Y no me avergüenzo de ello", ha pregonado en sus mítines.

"Tras la muerte de Mahsa Amini continúa la heroica revuelta de las mujeres iraníes contra el régimen de los ayatolás: hay decenas de fallecidos y cientos de detenidos entre activistas, abogadas y periodistas. Otra joven, Hadis Najafi, símbolo de las protestas, ha sido asesinada", ha denunciado este miércoles para después trasladar "toda mi cercanía a las valientes mujeres que luchan en Irán y en todo el mundo por defender sus derechos y su libertad".

Además de sus mensajes apaciguadores de cara al resto de países, la dirigente italiana sigue la misma estela en clave nacional. "Es el tiempo de la responsabilidad si queremos hacer parte de la historia. Si nos llaman para formar gobierno, habrá que gobernar para todo el pueblo", avanzó tras ganar las elecciones.

La llamada a la responsabilidad y a "hacer parte de la historia" refleja una intención de durar algo más en el poder que sus predecesores en un contexto de incertidumbre política en el que Italia lleva encadenando breves gobiernos durante décadas. Por otro lado, el uso del "si nos llaman" muestra un respeto a las instituciones, pues tendrá que ser el Presidente de la República, Giorgio Matarella, quien la llame para formar gobierno. Por último, una vez constatado su acceso al Palacio Chigi, Meloni promete "gobernar para todo el pueblo".