España

Sosa Wagner respalda a Ciudadanos y predice la desaparición de UPyD por culpa de Rosa Díez

El exeurodiputado de la formación magenta muestra su apoyo a Albert Rivera en plena campaña electoral. Revela en un ácido libro de memorias el trato que le dispensó la dirección de UPyD tras proponer una alianza preelectoral con C's.

  • El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el exeurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner.

El exeurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner ha mostrado su apoyo a Ciudadanos en plena campaña electoral -se le vio el miércoles en un mitin de la formación naranja en Oviedo- y ha sido invitado por Albert Rivera a participar en su proyecto. "Al final, los que pensamos igual, solemos acabar juntos", ha subrayado el presidente de C's, agradeciendo a Wagner su "valiente" respaldo.

Relegado de la portavocía de UPyD en Bruselas por no regirse a la normas de funcionamiento interno del partido, según sostiene la dirección magenta, el catedrático optó por abandonar esta formación el 17 de octubre, apenas dos meses después de haber planteado una alianza entre la formación de Rosa Díez y Ciudadanos. Una apuesta arriesgada y desde dentro que generó gran revuelo mediático y un profundo debate entre las bases magentas.

Con la perspectiva que le brinda no ver la actualidad desde la primera línea, sino desde su retiro en la Universidad de León, Sosa Wagner pronostica que UPyD camina hacia su final, tal y como afirma en un ácido libro de memorias publicado la pasada semana. El exeurodiputado revela aquí en detalle las presiones, los insultos y las prácticas de "ordeno y mando" a las que se vio sometido. Una crítica mordaz al dirigismo de Rosa Díez, a la que llega a responsabilizar de conducir al partido a la desaparición.

En la obra Memorias europeas. Mi traición a UPyD (editorial Funambulista), el catedrático señala que la dirección del que era su partido "está compuesta por personas que bien poco o nade saben de las mil cuitas que se ventilan en parlamentos y administraciones. Es decir, una cáfila de legos -continúa- se arroga unas atribuciones en cuyo ejercicio no es extraño que se despeñe por el barranco de lo grotesco". Y es que, según denuncia el exeurodiputado magenta, elegido cabeza de cartel de la última lista europea en primarias internas, "me consta que incluso las votaciones de los concejales son dirigidas desde el despacho de Rosa en Madrid".

En un contexto donde la cúpula de UPyD, cada vez con más deserciones orgánicas, rechaza una estrategia común con Ciudadanos -las conversaciones para conformar una tercera vía más fuerte se rompieron en noviembre-, Sosa Wagner se hace la gran pregunta, la más "inquietante" de todas: "¿Sabrá UPyD lo que va a ser? ¿Veremos una UPyD aireada y ventilada, libre de las vestimentas pueblerinas?" Y el catedrático responde: "Mucho me temo que estemos ante una quimera".

Según vaticina el catedrático de Derecho Administrativo, "nacido el partido gracias al arrojo de Rosa Díez, morirá por la incapacidad de Rosa Díez para aceptar la madurez de su propia criatura". "Y en la lápida que selle los despojos -dibuja Wagner con su habitual prosa irónica- se podrá leer la inscripción: Ad mariorem Rosae gloriam".

"Me consta que incluso las votaciones de los concejales son dirigidas desde el despacho de Rosa en Madrid", señala el exportavoz europeo de UPyD

Asimismo, Sosa Wagner relata el trato que le dispensó la dirección de UPyD tras proponer una alianza preelectoral con C's. Después de publicar Wagner el famoso artículo donde promovía un pacto entre UPyD y C's y denunciaba que la formación magenta "debería liberarse de las prácticas autoritarias que anidan en su seno", Rosa Díez convocó un Consejo Político para analizar la propuesta de Wagner. Sin embargo, aquella decisión tenía trampa, según el exeurodiputado. Cuenta que este órgano de ciento cincuenta personas elegidas en votación secreta en los congresos ordinarios esconde otra realidad. Sostiene que "la dirección -es decir, Rosa y sus parciales- confeccionan una lista que reparte a hurtadillas para que vote en bloque a gente de su confianza. Lo sé bien -subraya Wagner- porque yo he aceptado ese juego inmundo que lleva literalmente a hacerse trampas en el solitario".

Con este sistema, afirma el catedrático, "se quiere tener a unos consejeros que, se supone, están para hacer llegar a los dirigente los latidos -más o menos- de lo que pasa en la organización y, a renglón seguido, se falsea toda la elección con este rudimentario método". "Así funciona UPyD, el partido de la regeneración democrática", sentencia. 

Aquel Consejo Político del 6 de septiembre, donde finalmente quedó congelada la propuesta de Wagner, es recordado por el catedrático por los epítetos del tipo "vil", "alevoso", "traidor", "cínico" o "mentiroso" que le dedicaron algunos de los cuarentas intervinientes y compañeros de partido entonces. Aquella reunión, recuerda, fue "una auténtica sesión del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética tal como están descritas en los libros, por ejemplo, de Arthur Koestler, El cero y el infinito, o la Autobiografía de Federico Sánchez, de Semprún".

Según Wagner, en otras sesiones del Consejo Político a las que asistió "siempre" se levantaron miembros del partido para que pedir que se abordara el asunto de Ciudadanos. Sin embargo, "jamás la dirección les hizo caso", apunta.

Las directrices del 'Comisario Marcos'

En el apartado relativo a las semanas entre el 29 de septiembre y 12 de octubre, el autor narra, por ejemplo, las presiones que recibe desde Madrid a través de Ramón Marcos, hoy candidato de UPyD a la Comunidad de Madrid. "Soporto como puedo -escribe- las intrigas de Rosa destinadas a quitarme de en medio, que incluyen cartas constantes del 'Comisario Marcos', un oscuro funcionario que pertenece a la dirección, donde me da todo tipo de instrucciones: de lo que debe hacer, de lo que no debo hacer..."

Pese a su aparición junto a Rivera el pasado miércoles, Sosa Wagner mantiene en el libro que "jamás me involucraré de nuevo en una aventura política". Fue su reacción tras conocer que UPyD y Ciudadanos habían roto las negociaciones. Wagner expresa así su desazón: "Rosa ha conseguido su objetivo. Seguirá controlando, con Carlos, una organización desmirriada que será incapaz por sí sola de ofrecer una alternativa creíble y potente para los males graves que padece España. Pero será su organización", concluye.

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