Una treintena de militantes del partido creado por Manuel Valls en Cataluña estudia una fórmula para incorporarse en bloque al PSC, según ha podido saber Vozpópuli. Los movimientos se han intensificado en las últimas semanas por el descontento de un amplio sector del grupo Barcelona pel Canvi con Eva Parera, que asumió las riendas de la formación tras el regreso de Valls a Francia.
El ex primer ministro francés también ha hecho constar su malestar por algunas de las decisiones internas que ha tomado Parera, que además de regidora en al Ayuntamiento de Barcelona es diputada del PP en el Parlamento de Cataluña. "Se están quedando (Parera y su equipo) con el trabajo de estos años y un nombre que no les corresponde", dicen fuentes consultadas por este diario
El grupo se ha estado reuniendo con Fernando Carrera para coordinar la estrategia. Carrera fue la mano derecha de Valls desde el nacimiento de su efímera carrera política en España. Carrera se incorporó al Gabinete de Jaume Collboni en mayo, cuando Valls dejó entrever que sus días en España estaban contados. Collboni, del PSC, es el primer teniente de alcalde de Barcelona. El voto de los dos concejales de Valls permitió la investidura de Ada Colau como alcaldesa y su acuerdo de coalición con el PSC.
Cese de consejeros de Valls
La ruptura en el partido de Valls se intuía desde la marcha del primer ministro francés. Peo el detonante de esta crisis ha sido el cese de los consejeros de barrio Alba Gómez y Daniel Elicegui. Según ha sabido este diario, el propio Valls trasladó su malestar por esta medida desde Francia. Una de sus peticiones había sido no romper los equilibrios de la formación.
El grupo de militantes y simpatizantes entiende que Parera ha roto con el legado del mandatario francés. Y que se está incorporando gente que perteneció al PP o a Unió "sin mucho criterio y sin rumbo". Parera defiende que el objetivo es buscar una candidatura única del constitucionalismo en las municipales del 2023. "La realidad es que Barcelona pel Canvi tiene un 0,1% de intención de voto en las encuestas municipales", explican estas fuentes. "Es un partido que ya no existe, sin estructura, sin cuadros, sin bases y sin mando. Solo resisten los diez que tienen un cargo remunerado".
Carrera y los militantes han abordado en estos encuentros el proyecto municipal de Collboni. La intención de este grupo de militantes de colaborar con el PSC y dar soporte a Collboni existe, pero la fórmula en la que se concretará se desconoce. Los contactos con el partido están pendientes. El PSC afronta un proceso de transición, en el que Salvador Illa asumirá el liderazgo de la organización. "Hay muchas que trabajar y está todo muy verde", reconocen fuentes de este grupo. "Será algo más a medio plazo. Valls siempre defendió que lo más viable para Barcelona era una alcaldía socialista".
Los miembros de Barcelona pel Canvi consideran que hay un reagrupamiento constitucionalista en torno al PSC por la descomposición de Ciudadanos, el escaso empuje del PP y la marcha de Valls. Collboni, dicen, es el gran favorito a convertirse en el alcalde de Barcelona. El futuro de Colau en Barcelona es incierto. La alcaldesa no se ha descartado para aspirar a un tercer mandato en 2023, pero Colau también trabaja en el alumbramiento de un nuevo espacio político al que aspira la vicepresidenta Yolanda Díaz.
El futuro del PSC
El partido de Valls afronta el difícil reto de sobrevivir a su creador. Un reto que ya se intuía inviable desde que el ex primer ministro galo anunció su regreso a Francia. Valls aglutinó entorno a su figura a intelectuales y empresarios, pero también a un nutrido grupo de afiliados sobre todo de Ciudadanos pero también del PSC antinacionalistas y muy descontentos con la marcha de sus respectivos partidos.
La ruptura con Ciudadanos por su apoyo a Colau en la investidura colocó a Parera, ex senadora de CiU y exdefensora del derecho a decidir, como su mano derecha en el Ayuntamiento. Parera y todos los exdirigentes de Unió que se refugiaron en Barcelona pel Canvi terminaron ganando peso en la retirada de Valls y han laminado al sector constitucionalista de centro izquierda.