La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha anunciado esta semana la propuesta de prohibir el uso de móviles tanto en las aulas de primaria como de secundaria. En enero está prevista una reunión con las comunidades autónomas para tratar cómo se adaptará esta medida en los colegios e institutos.
En Vózpopuli hemos querido contactar con expertos para averiguar su opinión sobre el tema. Desde la Universidad Europea hemos podido hablar con Irene Alegría, quien trabaja en el Ministerio como directora del Máster de Formación de Profesorado de esta Universidad en Valencia desde la pandemia.
Irene nos ha explicado que esta medida nace como respuesta al aumento de ciberacoso que se ha producido en las aulas, así como a la mala puntuación obtenida en comprensión lectora tanto en los exámenes del informe PISA como en el PIRLS. Asimismo, ha comentado que todo se ha originado gracias a una recogida de firmas de los padres pidiendo el veto de su uso durante el horario lectivo.
Alegría ironizaba este último factor. "Son las mismas familias las que quieren prohibir el móvil hasta los 16 años, pero luego es lo más regalado en la comunión", comenta la profesional. Irene Alegría critica que se realice una recogida de firmas para esta situación, pero que en las casas luego se regale un móvil a un niño que acaba de cumplir los nueve años. "Es un poco contradictorio", señala.
"El móvil no lo estamos dando en las escuelas, lo están dando las familias. Y nosotros tenemos que regular ese uso", indica Alegría. La profesional comenta que vetarles el uso del móvil unas horas al día no va a reducir el acoso escolar, y que es algo que también debe enseñarse en casa.
La directora del Máster defiende que el actual problema del uso de móviles en menores ha de solucionarse cooperando escuelas y familias. A través de Internet, los niños pueden desarrollar una realidad que no corresponde con la sociedad.
Alegría señala que elementos como la pornografía hacen que los niños normalicen situaciones que no son correctas. Critica como los padres controlan que sus hijos no vean películas violentas o en las que haya un beso, pero no están pendientes de las páginas web a las que acceden.
"Hasta primero de la ESO los niños no suelen llevar el móvil a clase porque saben que está prohibido en primaria", aclara Irene. Explica que en el caso de que lo lleven en primaria -que tienden a ser más de dos por clase-, suelen ser los propios niños los que entregan el móvil a la profesora. Además, la profesional resalta que el hecho de que los niños traigan el móvil a clase es responsabilidad de los padres, porque son ellos quienes se lo permiten.
Regular el uso de móviles como solución eficiente
"Yo no estoy a favor de prohibir, pero sí que lo estoy de regular", declara Irene Alegría. Explica que mientras en primaria está prohibido, en secundaria los móviles se utilizan como herramienta educativa en algunas ocasiones.
Alegría señala la confianza como elemento clave para poder regular el uso del móvil eficientemente. La tecnología puede ser un instrumento útil en las clases. Tanto en colegios como institutos utilizan Chromebooks u ordenadores para realizar actividades, o en caso de que no se puedan usar, los propios móviles de los alumnos.
La directora del Máster ha explicado que ella ha utilizado páginas como Kahoot para poder evaluar rápidamente a la clase, entre otras facilidades que puede aportar Internet y la tecnología. "Ya que lo traen a clase intentamos que le den un uso pedagógico", comenta, aunque critica que no se posibilite suficientes medios en los centros como para que no haga falta que los niños utilicen sus propios dispositivos.
"Si ven que el profesor confía en ellos para dejarles el móvil para buscar información, no se van a meter en Instagram porque saben que se lo van a requisar". Añade, además, que, en todo caso, si se meten en alguna red social, suele ser un momentito para contestar algún mensaje.
Alegría ejemplifica esta situación al libre permiso que ella ha otorgado a niños en su clase para ir al baño. "Esa confianza a ello les genera una responsabilidad de no hacer un mal uso de las salidas al baño, y saben que si ellos rompen esa responsabilidad se les va a acabar ese privilegio", defiende.
La red wifi de estos edificios suele vetar el acceso a páginas web pornográficas, redes sociales y otros espacios que puedan ser inadecuados o suponer una distracción para el niño. "Aunque los niños muchas veces se conectan a sus datos móviles para acceder a Instagram", indica la profesional, señalando también que estos espacios deberían estar vetados en los móviles de los niños de por sí.
El uso de los móviles ha afectado a las habilidades sociales de los niños
La idea no es solo que los niños tengan prohibido usar el móvil en las aulas, sino también durante el tiempo de patio. "En la hora del patio es mejor que interactúen y socialicen. Si te vas a un parque, ves a cinco niños que están con el móvil hablando entre ellos, en lugar de hablarse a la cara", comenta indignada Irene.
Alegría ve bien la norma de vetar estos dispositivos en la hora del patio, ya que ese es momento de almorzar y de que interactúen los niños para poder desarrollar sus habilidades sociales. La profesional ha querido señalar las consecuencias negativas del uso del móvil en niños, además de la falta de habilidades sociales: "se distraen más, (...) están enganchados a las redes sociales, (...) el ciberacoso y el ciberbullying".
Alegría comentaba la ansiedad que están desarrollando muchos niños a raíz de las redes sociales y cómo a más de uno le entra taquicardias y ataques de ansiedad por no poder entrar en Instagram durante dos horas. Y el uso de móviles no solo les perjudica la salud mental. A nivel físico también puede provocar fatiga visual, problemas en el cuello por tener la vista baja, una menor forma física o incluso deformidades en el dedo meñique.
"No estoy a favor de prohibir porque esa no es la solución, sino dar un buen uso a esa herramienta que está ahí y que fuera del colegio la van a seguir usando porque ahí no tienen prohibiciones", concluye Alegría, reiterando que esto es una tarea de equipo entre las familias y las escuelas.
Yomismo
Mi sobrino Hipólito, cinco años, tiene cuatro abuelos/as y todos han coincidido en regalarles para reyes un móvil. Mi sobrino Hipólito quería una muñeca vestida de azul con su camisita y su canesú, pero ahora se encontrará con cuatro movibles, y lo que es peor, de diferentes operadores. ¡No quiero ni pensar lo que sufrirá esa criatura cuando cumpla veinticinco años.
joluisma
REs que la "abuela2 quiere tener controladas las fotos de su NIETO. IGNORANTES ABUELAS