El futuro de Ciudadanos se debate por ahora a cara o cruz. O Inés Arrimadas, o Edmundo Bal. Pero hay pesos pesados dentro del partido que creen que hay que guardar esa moneda en el bolsillo y apostar por una nueva divisa. Entre ellos se encuentra uno de los principales activos políticos de Cs. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, apuesta por que tanto su amiga Inés Arrimadas, como Edmundo Bal, den un paso atrás posibilitando una tercera vía verdadera.

En declaraciones a Vozpópuli, Villacís ha reiterado que ella se desmarca de abanderar esta alternativa ya que está completamente centrada" en Madrid. "La persona que salga elegida como portavoz política tiene que patear España y su agenda es incompatible con estar al día de lo que pasa en Madrid", subraya.

Para la vicealcaldesa madrileña, las turbulencias que atraviesa su partido son una bendición, pues considera que Ciudadanos corría el peligro de hundirse en su propio letargo. "El momento en que sentí verdadero terror fue después del batacazo en las elecciones andaluzas, cuando vi que no se movía nada en el partido después de tal fracaso. No hubo guerra, cuando en un partido normal pasa lo mismo y sí que la hay. Es bueno que haya guerra, es un indicio vital. Sobre todo si acaba bien, y estoy convencida de que va a acabar bien".

Es bueno que haya guerra, es un indicio vital. Sobre todo si acaba bien, y estoy convencida de que va a acabar bienBegoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid

Villacís cree que, gracias al enfrentamiento entre Arrimadas y Bal, el partido de centro ha vuelto a situarse bajo el foco mediático, una posición que había perdido hacía tiempo.

"Los dos se han equivocado"

Pese a que la vicealcaldesa de Madrid piensa que esta confrontación está insuflando vida al partido, no se postula ni en uno, ni en otro bando, ya que considera que "los dos se han equivocado". Sobre Edmundo Bal ya declaró en su día que formaría parte de la lista contraria a la suya. Y es que para Villacís, el ex abogado del Estado se ha equivocado en el fondo y en la forma de presentar su candidatura.

"Se ha tirado a la piscina sin saber si hay agua. No ha tenido una perspectiva real sobre sus apoyos". Al igual que otros compañeros refundadores del G-8 (personas destacadas de ciudadanos que han guiado el proceso de Refundación), piensa que Bal ha visto el Congreso de los Diputados como el eje central del partido, cuando no es así. Bal ha calculado sus apoyos en Cs extrapolando el respaldo mayoritario con el que cuenta en la Cámara Baja (solo el diputado Guillermo Díaz permanece fiel a Arrimadas).

Villacís, además, forma parte de la ola de opinión naranja que considera un error haber apoyado la 'Ley del solo sí es sí' de Irene Montero. Como apunte positivo, valora que Bal haya puesto sobre la mesa un debate sobre el liderazgo de Ciudadanos que era "necesario".

En cuanto a Inés Arrimadas, la candidata naranja a la alcaldía de Madrid afirma que se equivocó en su forma de afrontar el desafío de Edmundo Bal. Más concretamente, no vio con buenos ojos la rueda de prensa en la que Arrimadas puso como condición para no presentarse a las primarias que Bal retirase su candidatura.

OPA del PP

El Partido Popular ha incorporado a Ignacio Gragera, alcalde de Badajoz y uno de los pocos altos cargos municipales que mantenía Ciudadanos. El transfuguismo de Gragera ha sido un nuevo mazazo para las filas del partido centrista, donde el sentir general es que ahora mismo no sobra nadie. Begoña Villacís no es una excepción. La vicealcaldesa no entiende el empeño de Bal por retirar a Arrimadas de la vida parlamentaria.

"No creo que Inés deba dejar el Congreso, es una extraordinaria parlamentaria. Es más, opino que nadie tiene su nivel como oradora". En la última conversación que mantuvo con Arrimadas, Bal le prometió retirar su candidatura y dejar la portavocía adjunta en el Congreso si ella hacía lo propio. María Muñoz es la persona de confianza que propuso Bal para desempeñar el actual cargo de Inés Arrimadas. La presidenta de Cs rechazó la propuesta.

Villacís defiende que Ciudadanos no puede permitirse prescindir de Edmundo Bal o de Inés Arrimadas, y que es momento de "aunar esfuerzos y aprovechar todo el valioso capital humano con el que contamos". Los quiere en Cs, pero dejando sitio a un nuevo liderazgo.

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