La Unidad de Asuntos Internos ha puesto en el foco en tres proyectos concretos que el entramado empresarial de José Manuel Villarejo acometió para Iberdrola al considerar que los impulsó interviniendo las comunicaciones telefónicas de sus objetivos. Entre los trabajos realizados en ese tiempo destaca el proyecto Gipsy, en el marco del cual el comisario jubilado espió a un exdirectivo de la eléctrica ante el temor de que estuviera filtrando información perniciosa de la compañía y de su presidente, Ignacio Sánchez Galán, para que llegase a Florentino Pérez.
Así figura en el último oficio policial incorporado al caso Tándem, y adelantado por Vozpópuli, en el que los agentes dan respuesta a un requerimiento del magistrado Manuel García Castellón para esclarecer si la multinacional vasca estaba al tanto de la metodología empleada por el Grupo Cenyt. Al respecto, el oficio precisa que existen "evidencias" de que se produjeron "injerencias en el derecho al secreto de las comunicaciones" en el proyecto Arrow (el primer encargo que data de 2004), además del espionaje a Manuel Pizarro (proyecto BB) y del proyecto Gipsy.
En lo que respecta a este último, los agentes explican que existen indicios de que Villarejo espió de manera ilegal las conversaciones de su 'víctima', si bien no consta documentación del tráfico de llamadas. En este caso concreto, el foco se puso en José María Álvarez Vázquez (Chema) ante la sospecha de que podría estar percibiendo comisiones "usando su condición de Director de Servicios Generales de Iberdrola". Del mismo modo también se espió a una tercera persona, ante la sospecha de que podría haber existido un "acercamiento" con el entorno de 'Flo' (Florentino Pérez) "con el fin de recabar "datos sensibles" que afectasen al presidente de Iberdrola.
"Aficiones, juego, sexo... "
El informe preliminar del encargo elaborado por Villarejo en 2009, recogía que el objetivo de este trabajo era "chequear la situación económica de Chema: nivel de sueldo y gastos aparentes… aficiones singulares… juego, sexo y otros, casa y mobiliario, coches de alta gama, otras aficiones, barco, coleccionismo de nivel, colegios de los hijos... Mismo criterio en su esposa y familiares de primera línea", reza el documento girado a Iberdrola.
En el documento definitivo del informe de Cenyt, fechado el 14 de abril de 2009, se concluyó que no se había acreditado que este cargo de Iberdrola hubiera facilitado información sensible de la empresa a terceros, en concreto al presidente del Grupo ACS Florentino Pérez. Además, hizo expresa mención a que "una fuente de toda solvencia del círculo muy cercano de Flo" había coincidido con el análisis de los datos manejados por Villarejo respecto del "estrecho cerco" que el presidente del Real Madrid tenía sobre Ignacio Sánchez Galán.
Al respecto, cabe destacar que el exjefe de seguridad de la compañía, Antonio Asenjo, reconoció este trabajo concreto en sede judicial pero siempre ha negado la existencia de cualquier espionaje al presidente de ACS, el cual figura como perjudicado en esta pieza decimoséptima del caso Tándem. Anticorrupción, por contra, sostiene que el Grupo Cenyt canalizó en marzo de 2009 un total de 232.000 euros en sus cuentas, que se corresponden con el abono de dos facturas relativas al proyecto Gipsy y Posy, siendo este último el relativo a un espionaje directo al también presidente del Real Madrid.
El último oficio de Asuntos Internos remitido a la causa no se pronuncia sobre este último. Sin embargo, sí que adjunta el listado de llamadas que se habrían intervenido para acometer el primero de los encargos (bautizado como Arrow) así como el espionaje al entonces presidente de Endesa, Manuel Pizarro. En lo que respecta al primero de los trabajos, el oficio enumera un total de ocho líneas telefónicas (fijas y móviles) que Villarejo habría interceptado de manera ilegal para intentar desbloquear una situación de emergencia en Arcos de la Frontera (Cádiz).
La compañía -que siempre se ha desligado por completo de los métodos empleados por el comisario- recurrió al Grupo Cenyt denunciando que el consistorio de este municipio gaditano junto con asociaciones de ecologistas estaban torpedeando la construcción de una central de ciclo combinado que contaba con todas las autorizaciones del consistorio y que había comprado a Enron por 1.800 millones de euros. Los agentes destacan que algunas de las numeraciones analizadas coinciden con las halladas en otros documentos intervenidos a Villarejo y su socio en Cenyt, Rafael Redondo, tras su detención en noviembre de 2017.
'El Gordo', su nexo en la Policía
Lo mismo ocurrió con las líneas telefónicas que se atribuyen a Manuel Pizarro y que habría controlado Villarejo en los periodos de agosto de 2004 a junio de 2005. Las transcripciones de las conversaciones entre Villarejo y Asenjo incluidas en este documento revelan cómo el comisario trasladó al entonces jefe de seguridad de la eléctrica información relativa a las reuniones que mantenía Pizarro o a los movimientos de Endesa en plena OPA de Gas Natural. Con todo, el máximo responsable de la seguridad entonces y hombre de confianza de Sánchez Galán siempre negó haber tenido conocimiento de cómo obtenía dicha información el agente encubierto.
Al respecto, Asuntos Internos explica en su trabajo que, tal y como ha quedado constatado en muchas otras piezas de la macrocausa, "el proveedor habitual de esta información" era Enrique García Castaño, entonces jefe de la Unidad Central de la Comisaría General de Información y otro de los grandes protagonistas del procedimiento Tándem. "García Castaño obtenía dicha información con abuso de sus funciones públicas y recibía por dicha contribución a los servicios prestados por el Grupo Cenyt importantes contraprestaciones económicas", reza el oficio.
El documento añade que proveía de manera habitual al agente encubierto tráficos de llamadas y mensajes intercambiados vía telefónica (canuto, en el argot policial), además de otra información de carácter restringido de la que disponía el comisario -conocido también como 'El Gordo'- "por mor de sus funciones públicas". Al respecto recogen conversaciones entre Villarejo y Asenjo en las que este primero le explica que recurrió a este exresponsable de la lucha antiterrorista en España para que le ayudara en sus encargos.
"Esa función es solamente en el intranet de ellos (Policía). Es decir, yo se lo pedí al Gordo, yo también quería saberlo y lo intentamos, solamente, solamente es la parte de digamos los teléfonos internos, sabes, que los móviles funcionan también por una red interna", le explicó Villarejo a Asenjo en el marco de una conversación cuya grabación data del 13 de septiembre de 2004 y en la que tratan del espionaje al entonces presidente de Endesa, Manuel Pizarro.