Las prostitutas son, sin lugar a dudas, el colectivo que más sufre las constantes contradicciones que viven en el código genético de la política española. Mientras el Gobierno de coalición se empeña en perseguirlas, el exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes, 'tito Berni', celebraba el éxito de su corruptela rodeado de ellas. En Vozpópuli hemos contado la otra cara de la prostitución. La de aquellas mujeres que, como Mónica, se lucran de su cuerpo de forma libre, y que desean seguir haciéndolo para poder vivir.
Sin embargo, la realidad vigente es que ejercer la prostitución es cada vez más complicado. La aprobación, el pasado 25 de agosto, de la ley del 'solo sí es sí', puso en jaque a miles de prostitutas en todo el territorio español. La norma impulsada por el Ministerio de Igualdad, al margen de hacer del libre consentimiento el eje del texto legal, prohíbe la publicidad de la actividad sexual.
Este hito del feminismo patrio trajo consigo un tsunami de consecuencias inesperadas. Una de las mayores vías que tienen las prostitutas que ejercen de forma libre y autónoma son las páginas de anuncios, portales online donde ellas ponían su contacto y recibían, según la vía elegida, las respuestas de los clientes que querían hacer uso de sus servicios.
La mayor y más importante web de todas ellas era pasion.com, que extendía sus redes por toda España, pudiendo contactar con cualquiera de estas trabajadoras sexuales. No solo se ofrecían mujeres a hombres para relaciones heterosexuales, también existían contactos homosexuales, intercambio de parejas, transexuales... el abanico de opciones era inmenso.
La página quedó herida de muerte, aunque trató de reinventarse, añadiendo anuncios de todo tipo, al estilo de Wallapop o MilAnuncios, pero acabó cediendo ante el temor e inseguridad que dejaba tras de sí la ley. El cierre las mandó al exilio, obligadas a reinventarse y ofrecer sus servicios por otros medios y de forma más comedida para evitar la censura de Montero.
Una las opciones más escogidas por algunas es abrirse perfiles en páginas de escorts, que viven en el limbo de la legalidad. Las más conocidas son Scompi, heredera directa de Slumi, y pecados.net, entre otras de las muchas damnificadas por la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual. Ya no venden su cuerpo, sino su tiempo, poniendo en valor la compañía que pueden hacer a sus clientes más solitarios. En Tinder, los perfiles de prostitutas también han adoptado un perfil mucho más bajo, escondiendo de la primera línea sus tarifas o su indiscreción.
Una prostituta reinventada
Hablamos con Daniela (nombre inventado), una de las múltiples trabajadoras sexuales que ofrecía sus servicios en pasion.com, y que ahora ha visto como su cartera de clientes se ha reducido considerablemente, poniendo en serio riesgo su estabilidad económica y personal. Ella es colombiana, y, por tanto, latinoamericana, como el 70% de las anunciantes del extinto portal. Ella ejerce de forma libre y sin coacciones, pero bien es cierto que, a diferencia de la mencionada Mónica, ella lo hace porque sus estudios son escasos y sus opciones laborales, muy reducidas.
"Yo me empecé anunciando en pasion.com hace varios años. Era una nota muy concisa, pero directa, aportaba cinco fotos en ropa interior y un número de teléfono, obviamente el de trabajo. Recibía, a la semana, entre quince y veinte clientes, todos ellos venían a un apartamento de alquiler que tengo por el barrio de Prosperidad", relata.
Sus ganancias mensuales oscilaban entre los 1.500 y 2.000 euros. Cifras alejadas de las prostitutas de lujo, que pueden llegar a embolsarse hasta cinco o seis veces más, pero suficientes para vivir su vida, hacer frente a sus gastos y mandar dinero a familiares en Bogotá. Ahora, desde la caída definitiva de la web en otoño, se anuncia de formas mucho más sutiles (o no).
"No es el fin del mundo, ya que, al llevar tanto tiempo en esto, los clientes te conocen y ya tienen mi número para llamarme cuando quieran. Pero es un contratiempo grande, ten en cuenta que era la opción fácil para llegar a más gente, especialmente a los jóvenes. Estamos cansadas de tantos viejitos, queremos savia nueva. Tienen más ganas, son más respetuosos y bastante más limpios", cuenta entre risotadas.
"Ahora estoy en una web de escorts, además de mis anuncios en Tinder y otras páginas de menor entidad. Ninguna me va a proporcionar lo que pasión me daba, pero bueno, es mejor que nada", finaliza nuestra confidente al respecto del cierre de la web y los movimientos posteriores.
Daniela, como muchas trabajadoras sexuales, se ha visto perjudicada de forma clara y directa por Montero y su ministerio. La ley buscaba protegerlas, pero ha terminado reduciendo sus opciones para ganarse la vida. Mismo y letal efecto que han conseguido con la rebaja de penas a delincuentes sexuales.
Es evidente, y no creo que haya ningún español que lo piense, que desde el Gobierno se ha buscado perjudicar a ninguna mujer en la protección de su libertad sexual, pero la mala puesta en escena de este texto legal así lo ha terminado consiguiendo. Veremos si la reforma aprobada de la ley del 'solo sí es sí' pone fin a tantos agujeros que ha generado en el día a día de las prostitutas.
Manuel Leon Lopez
Creo que hay alguna confusión, porque el "Putinder" es el espacio natural de las prostitutas.