Las personas investigadas por su implicación en Tsunami Democràtic, la plataforma independentista que organizó algunos de los principales actos en Cataluña que derivaron en algaradas y disturbios, crearon una red parapolicial para dar protección a diversas personalidades, entre las que figuraban los líderes separatistas durante el juicio del procés. Los mensajes de Whatsapp intervenidos por la Guardia Civil e incorporados al sumario de la causa –al que ha tenido acceso Vozpópuli– implican al Gobierno catalán en la creación de este cuerpo de seguridad.

Así lo evidencian los mensajes que se intercambió el empresario Josep Campmajó, al que la Guardia Civil ya había ubicado en un puesto destacado de Tsunami Democràtic, al dirigir la “gestión del grupo operativo que actuaba en las acciones”. Uno de los mensajes investigados se lo remitió Marta Molina, alias 'Mandela', militante de ERC y a la que se define igualmente como una de las impulsoras de Tsunami.

Uno de los mensajes intervenidos se remite a las fechas en las que los investigados del procés debían declarar en la Audiencia Nacional. Marta Molina le advierte a Josep Campmajó de que “a las 7.30 os esperamos entre 7 y 9 Consellers” en el hotel: “Todos van a la Audiencia”. Y añade: “El contacto es Rodri o conseller Joaquim Forn [quien ocupó diversos cargos públicos, incluido el de conseller de Interior del Gobierno catalán].

En otro mensaje, la propia Marta Molina le pide a Campmajó “un contacto del staff de los Consellers (yo hablaba con el Conseller Forn directamente) para saber quién se queda a dormir allí en caso de que decreten prisión (parejas, abogados, staff…) para saber cuáles habitaciones [sic] tengo que alargar una noche”.

Este dispositivo intenta ocultar su existencia a la "Poli" española (la Policía Nacional y la Guardia Civil). "Con los dipus que llegan a las 12, el contacto es Jordi OROBITG. En Google te sale la foto. Le dices que eres el Pere y que estás x protegerlos. ¿OK?", avisaba Molina.

La prueba: la 'foto' en una cafetera

Orobitg era diputado de ERC en el Parlamento de Cataluña en aquella época. Los miembros de esta red parapolicial mantenían grandes cautelas. Campmajó, según la instrucción policial, estuvo esos días en Madrid a pesar de no existir registros en hoteles de su estancia.

Todo su esfuerzo por preservar oculta su estancia en la capital se vino abajo por una fotografía. En su dispositivo móvil se comprobó como Campmajó realizó una fotografía el 3 de noviembre de 2017 a las 09:49:20 en la cafetería del hotel Exe Plaza situado en el Paseo de la Castellana 191 -establecimiento donde alojaban Consellers- en la que él mismo sale reflejado en una cafetera de metal. Así fue desenmascarado uno de los investigados en la causa de Tsunami.

Varios días después, el 9 de noviembre, tuvo que volver a la capital porque prestó declaración la expresidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell. El empresario se desplazó a Madrid y se registró en el hotel Maydrit. Este traslado se volvió a comprobar gracias a una instantánea de su dispositivo móvil.

Viaje de Tsunami con escolta a la RD Congo

La realización de las tareas de seguridad de este grupo parapolicial no se circunscribían únicamente a los días de declaraciones en Madrid. Los agentes también analizaron un intercambio de mensajes con un desconocido, que responde al nombre de "MS", que le solicita al empresario el presupuesto para la realización de un servicio de escolta o protección en un viaje a la República Democrática del Congo. "Ello vendría a demostrar la existencia un equipo de seguridad dirigido por el investigado", subrayan los investigadores de la Guardia Civil.

"Buenos días una pregunta… qué costaría acompañarme a la RD Congo? Visita con el gobierno por temas de negocio… no quiero aparentar protección, nada más dar imagen de jefe de operaciones", preguntaron a Campmajó. Fue escueto en sus respuestas pero el interlocutor explicó todo el viaje. "Reuniones con gobierno de allí, embajada y empresarios. Precio? Me han propuesto ser Cónsul Honorífico y lo voy a estudiar pero hay que ir allí", relató el desconocido "MS".

En las labores de vigilancia también estarían implicados totalmente Pau Masía, un integrante de los Mossos d'Esquadra, y otra persona. Este servidor público solicitaba al empresario que realizara "los cambios que estime oportunos en un documento, porque se lo tienen que enviar a un cliente". El agente hablaba "sin tapujos" de realizar "seguimientos y de recibir pagos por haber hecho esta labor, además se infiere que realizan
otros tantos encargos de esa índole".

En el dispositivo incautado por la Guardia Civil se localizaron documentos elaborados por Campmajó, en concreto el 13 de febrero de 2018, que aparentaba ser un estudio sobre la situación personal, laboral, económica y policial de cuatro personas. En este documento figuraban datos protegidos, de diferentes
organismos, a los que no se puede acceder si no es en virtud de la oportuna autorización, como son los contenidos en la AEAT, los datos bancarios o los policiales.

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