La líder de Sumar, Yolanda Díaz, está convencida de que tiene las de ganar para forzar a los socialistas a acometer las reformas que exige su formación precisamente por las repercusiones políticas de la medida de gracia. Fuentes de la cúpula del partido de la vicepresidenta reconocen en privado que la ley de amnistía implica una "desigualdad" de los ciudadanos ante la ley. Y que, por ello, el PSOE no puede permitirse quedarse en el centro político respecto a las medidas económicas e impositivas de la coalición. Sumar va a ir por todas y va a arrastrar al PSOE a la izquierda.
El equipo de Díaz razona que Sánchez está destinado a perder la batalla y ve al presidente alineándose con los intereses de las grandes empresas energéticas y bancarias. Prueba de ello es el impuesto a las energéticas. El pasado octubre, el PSOE y Sumar incluyeron en su acuerdo de coalición que estos gravámenes serían permanentes e incluso la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, planteó que se endurecerían.
Pero un mes más tarde, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, primero, y el propio Sánchez, después, han apuntado que el impuesto a energéticas se rediseñaría con "incentivos a las inversiones" para evitar una fuga de proyectos y empresas. A todo esto, cabe añadir que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, también ha dicho que se revisaría el impuesto a la banca, que Hacienda había negado que se fuera a tocar. Y esto coincide con un acercamiento de Sánchez al Ibex 35 a espaldas de Yolanda Díaz. Pero la líder de Sumar no está preocupada.
A vueltas con el subsidio de paro
Otro ejemplo que pone el partido de la vicepresidenta para desarrollar el argumento es el subsidio del paro. Éste ha sido el desencadenante del último choque importante entre Yolanda Díaz y la todavía vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño. Y es que los planes de la líder de Sumar para retocar los subsidios de empleo iban por el lado contrario al de la próxima presidenta del BEI. La propuesta de Díaz se basaba en conseguir un mayor subsidio y un incremento del número de beneficiados. Y aunque ha habido cesiones a Economía, la fórmula final está más cerca de la propuesta de Díaz.
No obstante, lo llamativo es que en Sumar admitan que la amnistía supone una quiebra del principio de igualdad que pauta la Constitución pese a que el Gobierno y su presidente, Pedro Sánchez, se pasan el día replicando que la norma mejora la convivencia y cumple con la norma fundamental. Aunque, en última instancia, eso deberá decidirlo el Tribunal de Garantías.
Los de Yolanda Díaz -que se reunió y fotografió con Carles Puigdemont en Bruselas en septiembre cuando el PSOE no quería hacerlo-, destacan además entre los máximos defensores de la ley, cuya tramitación en el Congreso se prevé larga. Eso sí, la negociación de las enmiendas será un vis a vis entre socialistas e independentistas.
Y eso que los socialistas sostienen que la amnistía no genera desigualdad, y aseguran que ésta realmente la provocan "las grandes empresas". Así defendió la amnistía en el Congreso Patxi López en su toma en consideración.
Sumar bebe de la izquierda regionalista e independentista
El argumentario del partido de Yolanda Díaz sobre la amnistía es que servirá para "pasar página". Durante la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la justificaron en que no va dirigida a "las élites políticas", sino a "cientos de personas anónimas", en referencia a los 300 cargos, como directores de instituto, que se podrán beneficiar de ella. Un intento de darle a la norma un barniz de izquierdas.
El partido de la vicepresidenta bebe, en gran medida, de la izquierda regionalista e independentista. Por eso mantiene ese discurso y es el actor más proclive. Sumar defiende la plurinacionalidad de España. "Esto no va de Cataluña y dos Españas. Hay una España olvidada durante décadas de la que no se acuerda. España es plurinacional y por eso es posible hablar gallego, aranés, asturiano… se trata de libertad y entendimiento. Tiene que leer un poco más", ha espetado la portavoz en el Congreso, Marta Lois, a Feijóo.
Lo cierto es que el acuerdo de coalición suscrito por el PSOE y Sumar, que tiene 48 páginas, no cita la amnistía que tanto le costó mentar a Pedro Sánchez en público. Tampoco habla de Cataluña. Parece que el principal problema político de España no existiera para los partidos que pretenden gobernarla. Aunque fueron Ferraz y el núcleo duro de Moncloa quienes se negaron a incluir referencia alguna al asunto catalán. El presidente dejó claro que quien negocia con Carles Puigdemont es él. Y no quiere que nada torpedee sus conversaciones. Ni sus fotos con él, que ha confesado este martes que llegarán pronto.
ferlamin
Ahora resulta que la ley de amnistía es cosa del PSOE, y no del gobierno de coalición del cual la Yoli es vicepresidente. Que cosas hay que leer!,.
Pepepelotas
Nunca una pareja de inútiles han estado tan alto el felon y la cacatúa, lo raro sería que ambos no se estampen
MuyMalaHostia
No lo creo. El español medio da asco. Es paniaguado, traicionero, chaquetero, idiota (en el sentido griego del término, se preocupa solo por lo suyo, aunque vote socialista, es antisocial, no entiende de sociedad civil, de nación como el conjunto de los ciudadanos libres), envidioso (detesta al triunfador, se preocupa por el fracaso del otro, no por su propio emprendimiento y progreso). Hay tantas posibles descripciones que no quiero aburrir. En este sentido, los gobernantes son inocentes. Aprovechad. Sánchez y Yolanda son la excrecencia de un cuerpo social enfermo. Es el vil pueblo medio español el que ha creado su gobierno y el que permite que pasen cosas aquí que no puedan ocurrir en cualquier otro país del globo, de cualquier continente.
Alexander
En este planeta ya se ha creado mucha riqueza pero resulta que está en manos de unos pocos miles de personas.
delospostes
Bonito panorama nos espera, es casi mejor no leer ni escuchar a los medios de comunicació, por salud mental.
Yomismo
¡Y que nos importa a los demás el tal Barden!