Yolanda Díaz se junta este sábado en Valencia con 'otras políticas'. La foto que quedará de la vicepresidenta segunda con Mónica Oltra (Compromís), Ada Colau (En Comú Podem), Mónica García (Más Madrid) y Fatima Hamed (MDyC) puede pasar a la historia de la izquierda española a la izquierda del PSOE como el primer retrato de un nuevo intento de concurrir unida para reconectar con los ciudadanos desencantados.
Y, por primera vez en siete años, Podemos, la marca que nació del 15M, estará en segundo plano. No estará la dirección, pero sí una delegación de Podem, la filial valenciana de los morados que gobierna en coalición la Generalitat. "Es de lo más normal que Oltra quiera invitar a sus socios de Gobierno", explica su entorno.
La idea del encuentro, que organiza la segunda del Govern valenciano, es sentar en una misma sala a los liderazgos femeninos progresistas más potentes del país y que hacen, explica el entorno de Oltra, "otra política, alejada de la confrontación y la crispación". Pero lo cierto es que más allá de la cita, a la que no han sido invitadas dos pesos pesados de Podemos —Irene Montero e Ione Belarra—, hay un claro trasfondo electoral: el embrión de la alternativa con la que Díaz construirá su "proyecto de país".
No es "ninguna candidatura"
El entorno de la vicepresidenta segunda reitera a este diario que el acto de Valencia no será el lanzamiento de "ninguna candidatura" y lamenta el ruido electoralista. Pero lo cierto es que fue la propia Díaz quien anunció en septiembre que está en "un proceso de conversación con la sociedad española", encaminado a construir una herramienta política con la que competir electoralmente en las elecciones generales de 2023. Eso sí, ella se esfuerza en apartarse del foco.
La titular de Trabajo lleva los últimos meses centrada en sus labores de vicepresidenta segunda y ministra intentando llevar a buen puerto la 'derogación' de la reforma laboral, su razón de ser en Moncloa y su gran carta de presentación ante el electorado de izquierdas. Aunque al mismo tiempo cuida al detalle sus actos públicos pensando en el "frente amplio". Díaz no da puntada sin hilo y sabe qué gestos hacer y con quién salir en cada momento.
La importancia de la foto en Valencia es doble, porque esboza dos grandes retos de Díaz para arrancar su motor electoral. El primero es conciliar a Podemos y a Más País/Madrid y mantener el apoyo de Compromís sin que la coalición valenciana se rompa en el intento. Y el segundo, que el auge de su liderazgo no rompa sus relaciones con la cúpula morada.
En la dirección de Podemos, según fuentes del espacio confederal, escoció el acto. No porque mantengan una mala relación con Oltra. Es más, Montero y la vice valenciana, siempre favorable a aliarse con los morados, se fotografiaron juntas esta semana en el Senado. Si no porque la cita de Valencia evidencia que la vicepresidenta tiene que marcar distancia de Podemos, una marca superada y en horas bajas, que Díaz tiene que diluir, algo que generará tensiones con el mando morado pese a que explique que está "al 100% con Yolanda".
El "frente amplio" sigue generando tensiones en la izquierda. El líder de Más País, Íñigo Errejón, no ve con buenos ojos sumarse al carro de Díaz, mientras que su aliada en Madrid, Mónica García, sí es partidaria de estudiar una alianza con la vicepresidenta segunda. De ahí que García, una estrella política al alza que lidera la oposición al PP en la Comunidad de Madrid, esté en Valencia. El entorno del líder de Más País, no obstante, se esfuerza en trasladar que mantiene buena relación con la vicepresidenta.
"Con Yolanda Díaz tenemos una buena y fluida relación y nuestras conversaciones son sobre las acciones del Gobierno. Ahora mismo hay dos temas inmediatos que tienen una importancia mucho mayor que cábalas electorales a más de 2 años de las futuras elecciones generales: presupuestos y reforma laboral", explica el entorno de Errejón a este diario.
El manejo de los tiempos
Además del lío entre Más País y su filial madrileña, un sector de la coalición de izquierdas Compromís también ve con recelo los planes de Díaz. Ese es el motivo por el que desde Més Compromís, el antiguo Bloc Nacionalista Valencià de Joan Baldoví, reiteran que el objetivo es concurrir con su propia marca, mientras que Iniciativa del Poble Valencià, el partido de Oltra, lanza mensajes favorables a diluir sus siglas.
Al final, será el calendario electoral y los intereses de cada partido los que determinen, en gran medida, la suerte de esta nueva criatura política en construcción. De momento, los planes inmediatos están solo en la cabeza de Yolanda Díaz. El problema es que dos años en política son una eternidad. Cualquier giro de última hora o imprevisto puede echar por tierra el trabajo previo.
Por eso, pese a que tanto Podemos como Izquierda Unida, los dos faros de la izquierda a la izquierda del PSOE en el Gobierno, respetan los tiempos de Yolanda Díaz, algunas fuentes consultadas en ambos partidos reconocen que precisamente porque hay dos años por delante hay que atar ya alianzas: "Hay mucho trabajo que hacer y dentro de nada se nos echan encima las andaluzas y luego las autonómicas". Pero antes de ese viaje, hay una parada en Valencia. Para hablar. Solo eso, pero la política es hablar.