Argelina de nacimiento, Zahia lleva viviendo en París desde los 10 años. Siempre bastante obsesionada con el glamour y los grandes lujos, decidió antes de cumplir los 16 años que la única forma de llegar a alcanzar sus metas sería alternando en los locales más chic de París, donde pronto se hizo bastante conocida. Ella elegía a sus clientes, que siempre debían cumplir el requisito de ser personas adineradas. Ejerció la prostitución de lujo durante varios años, con tarifas que estaban entre los 1.000 y 2.000 euros por servicio, hasta ser detenida en 2010.
Prostituta con tan solo 16 años
Como parte de una red de proxenetas que trabajaban en uno de los clubs de alterne más conocidos de la noche parisina, el Café de Zaman, junto a los Campos Elíseos, Zahia es detenida por ejercer la prostitución siendo menor y la amenazan con devolverla a su país. Interesada en colaborar con la policía, la argelina implica en sus declaraciones al jugador francés del Real Madrid Karim Benzema, al jugador del Bayern Múnich Ribéry, y al futbolista Govou, también francés, ofreciendo todo lujo de detalles sobre sus encuentros. Zahia se convertiría entonces en la gran pesadilla de políticos y futbolistas, que eran algunos de sus principales clientes, ante la posibilidad de que otros nombres conocidos se hicieran públicos.
Tanto Ribéry como Benzema han sido absueltos de la acusación de prostitución de menores.
Dehar declaró que Ribéry, entonces felizmente casado, contrató a la joven en 2009 para que viajase a Múnich, concretamente a Baviera, para participar en su fiesta de cumpleaños, aunque el futbolista niega en todo momento que supiera que Zahia era menor de edad. Del mismo modo, con Benzema habría mantenido también relaciones con la menor en el 2008.
Tanto Benzema como Ribéry estaban acusados de haber mantenido relaciones sexuales con una menor, un delito con penas de tres años de prisión, como máximo, y 45.000 euros de multa. Cuatro años después de las primeras noticias sobre el caso, los futbolistas conocieron este jueves 30 de enero el veredicto absolutorio de la Justicia.
Tras los escándalos protagonizados en París, Zahia decidió que dado su oscuro pasado le resultaría bastante complicado encontrar un trabajo decente, como el común de los mortales, así que se animó a utilizar esas armas que tanto habían cautivado a sus siempre fieles clientes y volcarlas sobre el diseño de ropa interior.
Celebrity girl a nivel mundial
De los prostíbulos de lujo, Zahia Dehar decide dar el salto a la moda y a la alta costura, algo que según ella ha declarado le entusiasmaba desde pequeña. Con tan solo 21 años, y con un empresario chino en la sombra que estaría detrás de tanta inversión, la ex cortesana ha decidido montar un taller de trabajo de aproximadamente 600 metros cuadrados. En él, su imaginación parece volar a su pasado como prostituta de alto standing que la hace diseñar esas colecciones de ropa íntima en las que los encajes, transparencias, corpiños y la falta de tejidos son los grandes protagonistas.
Karl Lagerfeld ha dicho de ella que representa la muy francesa tradición de la galantería.
Desde sus inicios hace dos años, cuando la modelo y diseñadora presentó su primera colección de ropa interior en París y nadie apostaba nada por ella, tanto Karl Lagerfeld como Jean Paul Gaultier, dos grandes de la moda internacional, le dieron su apoyo. Karl Lagerfeld ha dicho de ella que representa una tradición muy francesa de la galantería y, también, que siempre le ha fascinado su personalidad. Si tenemos en cuenta que Lagerfeld dijo en una ocasión que una de las claves del éxito consistía en ser algo irrespetuoso, diremos que Zahia lo cumple al cien por cien.
En coche de caballos
Hace escasos días, en la Semana de la Moda de París, la diseñadora tenía ocasión de presentar su última colección, como siempre, muy femenina y sugerente. Como la gusta hacer de diseñadora y modelo al mismo tiempo, Zahia salió a la pasarela, al final del desfile, montada en un coche de caballos y luciendo uno de sus provocativos diseños mientras acariciaba un pequeño corderito.
Controvertida donde las haya, hay dos cosas claras: primero, que Zahia Dehar ha conseguido hacerse un hueco entre los grandes de la moda tras un polémico pasado como prostituta. Segundo, que quizás gracias a ese background, sus diseños -siempre reducidos a la mínima expresión- sean muy cotizados.