Fue en el año 2015 (ha llovido bastante desde entonces) cuando un restaurante en Alcobendas, Silk and Soya, comenzó a fusionar cocina mediterránea y tailandesa en un macro complejo que marcó un hito en esto de la cocina fusión que en aquellos años no estaba tan popularizado como lo está en la actualidad.
Pues bien, sus propietarios desde hace escasas semanas han trasladado un concepto similar al centro de Madrid con el nombre de Bang Cook. El nuevo local conjuga música, coctelería y cocina thai tanto tradicional como versionada, siempre bajo el prisma de popularizar dicha cocina a precios más que asequibles.
Bang Cook recoge en decoración la esencia de la capital tailandesa, sus animadas y caóticas calles, sus bulliciosos mercados y lo más representativo de su gastronomía. El restaurante está decorado con elementos propios del paisaje urbano (verjas, catenarias, tuberías vistas, ladrillo perforado, grafitis y neones) pero, también, con abundante vegetación y algunas piezas de estilo oriental inspiradas en la ornamentación palaciega de Tailandia.
En su propuesta un amplio abanico de platos basados tanto en la Royal Thai (la cocina real tailandesa), como en el street food como en recetas basadas en la cocina casera más tradicional y menos conocida. Platos en su mayoría coloridos y resultones, divertidos y más que correctos si asumimos que estamos hablando de un ticket medio de 25 euros por persona.
Completan la propuesta otros clásicos de la gastronomía internacional como los rollitos de verduras, los bibimbaps coreanos o la hamburguesa japo que encuentran acomodo entre tanto plato repleto de sabor y color.
Para acompañar todo ello Bang Cook dispone de una original carta de cócteles de creación propia. Interesante.