Hablar de St. James en Madrid es sinónimo de arroces y de calidad. Es ya medio siglo el que esta casa lleva ofreciendo a la exigente parroquia madrileña (es curioso lo rigurosos que somos los madrileños con los arroces en la capital y como relajamos ese nivel de exigencia según nos acercamos a la costa) una amplísima variedad de arroces que tienen en común su perfecto punto.
Detrás de su éxito no hay más que grandes dosis de trabajo e investigación en torno al siempre complejo mundo del arroz. Si en cualquier faceta de la vida la experiencia es un grado, en cocina -y sobre todo en arroces- la cuestión se intensifica.
Desde su primer local de la calle Juan Bravo de Madrid y con la llegada a la dirección de José Luis Armengol e Isabel García, la expansión ha sido imparable. En la actualidad son cinco los restaurantes que poseen en Madrid tras la incorporación al Grupo del restaurante Pombo 18 que fue el primer restaurante diseñado por el estudio de decoración A-cero del mediático arquitecto Joaquín Torres.
En su propuesta gastronómica una carta amplia de corte clásico e inspiración mediterránea donde brilla el producto seleccionado con esmero. Mariscos, verduras, carnes y pescados a un magnífico nivel en elaboraciones de esas “de toda la vida” y que nunca defraudan. Por otro lado, la línea “gaSTroJames” ha supuesto la incorporación de platos mucho más actuales que conviven con sus tradicionales arroces y que suponen la apertura a un público más joven y a una línea de negocio más innovadora.
Sobra decir que la estrella de la casa -de las casas- es su variado abanico de arroces (secos, melosos y caldosos) en prácticamente todos los formatos imaginables. Sencillamente perfectos. Elaborados con un arroz bomba “de autor” cultivado exclusivamente para ellos y con un cuidadísimo fumet que preparan para todos sus restaurantes asegurando así que la calidad no varía de unos a otros.
Postres caseros e interesante y amplia carta de vinos completan una oferta irreprochable. Señalar por último que St. James ha diseñado un formato de fumet y arroz para elaborar en casa sus arroces de una forma sencilla y económica, pero sin perder ni un ápice de la calidad que distingue a la marca.
