Ya ha entrado el otoño y apetecen vinos con más cuerpo y fortaleza. Es el momento perfecto para disfrutar de blancos con crianza que ofrecen un sabor más intenso y mayor potencia que los típicos blancos frutales clásicos del verano.
Hemos seleccionado tres referencias punteras en el mercado que han envejecido muy dignamente- gracias a la sabia acción de los enólogos- y nos descubren todo un mundo de sensaciones. No es fácil conjugar la delicadeza de la uva blanca con una crianza en madera prolongada.
Personales y muy especiales, los tres pueden calificarse como “gastronómicos” ya que por su calidad y cualidades aguantarían perfectamente durante toda una comida. Como siempre, los hemos seleccionado y catado previamente.
1) Viña Monti Viura Reserva 2017
Bodegas Montecillo/ D.O.Ca. Rioja
Desde que Bodegas Montecillo- la tercera bodega más antigua de Rioja- inició una nueva etapa de renovación sobre 2016, no ha parado de crecer en excelencia. Un buen ejemplo de ello es la Colección Viña Monty, pilotada por la enóloga Mercedes García Rupérez. Este vino multipremiado, elaborado 100% con uva viura de cepas con más de 85 años crecidas en un terruño muy especial, es espléndido entre los blancos con crianza (16 meses en madera, roble francés y trabajo con lías); sólo se seleccionaron por cata las barricas más extraordinarias y se afinó en botella durante 24 meses. Sin embargo, no es amaderado: tiene las justas dosis ensambladas con la fruta. Muy mineral y aromático (monte bajo), cítricos… Untuoso, con cuerpo y muy largo. Una delicia.
2) Malkoa Private Collection 2017
Bodegas Astobiza/ Txacolí de Álava
PVP recomendado: 198 euros
Los grandes enólogos Ana Martín y José Hidalgo firman este vino, claro representante de los chacolís de nueva generación. Es la primera añada de la etiqueta cumbre de la bodega, de guarda, único y exclusivo que sólo se elaborará en añadas excepcionales. Ondarribi Zuri 100% que madura 2 años en depósitos ovoides de hormigón con sus lías, criado 4 meses en barrica de roble francés y 2 años en botella. Complejo, aromático, fresco, con volumen y estructura. Sólo son 1276 botellas que tendrán larga vida: en bodega calculan que 10 años. Un vino de perfil atlántico para guardar en casa unos 3 ó 4 años, cuando tendrá más que decir. Se vende en primeur.
3) La Misión 2018
Bodegas Menade/ V.T. Castilla y León
PVP recomendado: 22,50 euros
Forma parte de los denominados “Vinos de La Custodia”, junto a Sobrenatural y Adorado, que ya vimos anteriormente en Gastrópoli. Una trilogía perfecta en la que La Misión se caracteriza por ser criado en barricas y tinaja. Y ojo, es 100% uva ‘verdeja’, que esta bodega defiende como diferente a la verdejo, la primera más rústica y concentrada. Se cría 10 meses en roble francés de 500 litros, parte en tinas y parte en tinajas de arcilla conseguida en la propia finca. Viticultura natural orgánica para un vino sumamente aromático, franco, cítrico y mineral. Salino, largo y envolvente.
Tres vinos blancos muy particulares detrás de cuyas bondades se encuentra un trabajo serio, tanto en viñedo como en bodega.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.