Las uva blanca que triunfa en estos momentos. Produce vinos atractivos, expresivos y frescos. Aunque todavía no hay muchas referencias monovarietales de albillo real, hoy por hoy es una de las uvas con un mejor y más alentador futuro (y de pasado fue espectacular).Las magníficas elaboraciones en las bodegas- a veces con elementos llamativos como veremos- también han contribuido considerablemente al despegue de esta uva tan característica y especial.
De uva de mesa a vinos 'rancios'
Las uvas albillo- Real y Mayor, las dos más conocidas- son características de Castilla, donde ya se tenían noticias de ella (englobadas en una sola familia) en documentos desde el siglo XV; se utilizaba como uva de mesa y también para elaborar vinos rancios o de rápido envejecimiento.
Durante largos años perdería su predicamento y quedaría oscurecida frente a otras cepas más vigorosas o extendidas- como la airén-, etapa durante la cual se utilizaría como complementaria; un buen ejemplo sería Vega Sicilia, donde se llegó a usar algo de albillo para resaltar el aroma de sus tintos.
Vinos dorados y penetrantes
Es ahora cuando se está recuperando para ocupar su sitio gracias a la labora de avezados bodegueros. Una uva emergente muy especial que da vinos dorados, penetrantes, glicéricos y con un peculiar contrapunto entre notas dulzonas y un fondo levemente amargo que los hace sumamente elegantes. Una vez que se conoce, no se olvida, porque es toda una delicia. Hoy traemos tres referencias, como siempre seleccionadas y catadas, que reúnen lo mejorcito de la variedad.
1.- Ulterior 2018 Parcela 7 y 9
Bodegas Verum/ I.G.P. Vino de la Tierra de CastillaPVP recomendado: 19 eurosUn vino llegado desde Tomelloso, en plena tierra manchega. Elaborado con albillo real (85%) y resto de albillo mayor, que le da nervio y frescura. Un pequeño porcentaje se cría en roble francés y, el resto, en tinajas de barro de 5.000 litros, a la antigua usanza. Una elaboración muy original que prosigue con un reposo en botella de un año hasta que sale al mercado. Uvas provenientes de tan sólo dos parcelas de la finca que da un vino sumamente expresivo, con volumen, untuoso y de acidez media. Muy bien hecho, resulta también sumamente refinado. Un vino para no olvidar.
2.- Las Moradas de San Martín 2019
B. Las Moradas de San Martín/ D.O. Vinos de MadridPVP recomendado: 12 eurosNos atrevemos a apostar a que el nombre de este vino viene de la antigua costumbre de enviarlo desde San Martín de Valdeiglesias, donde se elaboraba y se elabora, a envejecer a Ávila. En cualquier caso es un vino madrileño, 100% albillo real de cuatro parcelas diferentes. Prensado de racimos enteros y crianza de 6 meses en roble francés con ‘bâttonages’ en luna llena (por algo será, no es broma). Aromas amielados, untoso, sedoso y con un final ligeramente salino (por los suelos graníticos) que lo hace único. No falta el característico amargor final de la variedad. Un vino muy elegante para disfrutarlo pausadamente, aunque sus características también hacen de él un blanco gastronómico. 
3.- La Viña de Ayer 2018
B. Soto Manrique/ D.O.P. Cebreros- Sierra de GredosPVP recomendado: 11 eurosProcedente de la sierra de Gredos donde secularmente creció el albillo real, ya antes de la filoxera (1870). Estamos ante un Vino de Pueblo elaborado con albillo real de viñas con más de 60 años y que se crió con sus lías en cubas de madera durante 8 meses. Complejo, con notas de frutos secos y flores en nariz y una boca más rotunda e intensa, aunque- a pesar de su volumen en boca-, no deja de tener frescor ni resultar delicado. Esto es lo atrayente de esta uva: resulta sumamente sutil al primer sorbo para luego llenar la boca con su untuosidad y fuerza, momento en el que apreciar todos sus matices.
Tres ejemplos de vinos blancos de albillo real muy bien elaborados que aportan calidad, novedad y originalidad al primer sorbo. Además, es una de las grandes uvas blancas emergentes en estos momentos. ¿Se puede pedir más?
