Son vinos francos, con un toque de frescura y algunos incluso de notas salinas por el efecto de la brisa marina. Perfectos para alargar el verano y disfrutarlos en este momento de temperaturas aún benignas, mientras recordamos el ruido del mar o la molicie de las vacaciones. Por nuestra situación en el mapa, España es tierra fecunda en este tipo de vinos que son agradables de descorchar en cualquier situación.
Bouquet único
Se habla mucho de la importancia de los suelos para el desarrollo de la uva y el bouquet que se obtendrá, pero la meteorología de cada zona también es definitoria para los resultados finales. Continental, Oceánico y Mediterráneo son los tres principales climas que, a grandes rasgos, existen en Europa.
El clima mediterráneo se distingue por sus temperaturas moderadas a lo largo del año, con escasa variación entre estaciones, y pocas lluvias
Éste último es clásico del sur del continente, con veranos secos y cálidos e inviernos suaves y húmedos. Caracterizado por unas temperaturas moderadas a lo largo de todo el año, con escasa variación entre estaciones y pocas lluvias, se requieren variedades de uva que aguanten bien el calor y no maduren en exceso. Incluso en ocasiones se requiere el riego controlado si se da una época de sequía larga.
Cuenca mediterránea
Sicilia, el Ródano y Provenza francesa o la Toscana italiana dan estos vinos y, en España la cuenca mediterránea lleva la voz cantante. Valencia con su moscatel y Alicante con la monastrell son las grandes estrellas a priori, aunque Murcia tampoco se queda atrás con sus Jumillas ni Cataluña con Alella, Penedés o Ampurdán entre otros.
Paradójicamente distintos factores como la altitud, el tipo de tierra o la clase de uva pueden dar vinos de tipo mediterráneo en otras zonas aunque en realidad estén lejos del mar. La naturaleza es sabia y conjuga un perfecto puzzle entre diferentes variables.
Fuera de la norma
Para la cata hemos elegido tres etiquetas muy distintas. Un blanco de Alella, un tinto de Valencia y, como ejemplo de la paradoja que comentábamos antes, un tinto de Rioja Oriental que encajaría en la categoría de vinos mediterráneos por su calidez y frescura. Porque en vinos no siempre se cumple la norma.
1) Alta Alella Cau d’en Genis 2019
Bodegas Alta Alella/ D.O. Alella
PVP recomendado: 15 euros
Un vino muy especial de notas únicas. Estamos ante un vino de pansa blanca (xarel.lo) elaborado en ecológico con uvas exclusivas de una finca situada frente al Mar Mediterráneo. Los suelos de sauló (arena procedente de la descomposición del granito), junto a la insolación recibida dan como resultado un blanco de gran personalidad y sumamente expresivo. Viñas viejas muy poco productivas, que dan frutos de gran concentración y calidad.
El mosto envejece sobre lías en huevo de cemento, lo que permite un bâtonnage natural. Un vino que expresa el terroir (lo que no es nada fácil). Los viñedos están bañados por la brisa marina que le da un toque salino inconfundible. En Alella apuestan por la biodiversidad ya que las cepas conviven con almendros y otras variedades, incluidas algunas cepas de moscatel que no se utilizan para elaborar este vino ligero, de notas minerales, fresco y sedoso de largo final. Se distingue por su carácter único.
2) Ceràmic Monastrell
Bodegas Vicente Gandía/ D.O.P. Valencia
PVP recomendado: 26 euros
El Mediterráneo en la copa. El enólogo Pepe Hidalgo recupera el origen de la elaboración del vino utilizando tinajas de cerámica para su crianza, una técnica que puede remontarse unos 3.000 años, aunque también utiliza barricas de roble. Elaborado con uvas monastrell de viñas viejas enclavadas en parcelas de secano estricto, se crió durante 11 meses en roble de tostado medio y se afinó en tinajas de cerámica, que permiten la microoxigenación y potencia el sabor de la uva.
Un interesante método de elaboración de la uva monastrell que, en esta ocasión, da un vino potente y concentrado. Amplio, robusto, con fruta a raudales… tiene astringencia y un gran volumen. Rojo picota, brillante y aromático. Hay que dejar que se oxigene un buen rato para sacar sus mejores características. Ceràmic forma parte de esos vinos mediterráneos y novedosos que, desde la llegada del enólogo Pepe Hidalgo, está sacando esta bodega valenciana, una de las históricas de la zona.
3) Reserva Barón de Ley 2017
Bodegas Barón de Ley/ D.O.Ca. Rioja
PVP recomendado: 10 euros
Un vino de magnífica relación calidad precio y el emblemático de esta bodega enclavada en Rioja Oriental (denominada hasta 2018 Rioja Baja). Allí poseen un clima que podría llamarse mediterráneo: aunque reciben los vientos fríos de origen cantábrico, lo hace de manera más suave que en Rioja Alavesa o Alta. Está elaborado con tempranillo básicamente aunque la adición de algo de maturana y graciano también ha contribuido a darle mayor suavidad.
Esta añada es la primera tipificación del enólogo Pablo Tascón, de producción menor de la habitual. Fermentó en depósitos de acero inoxidable, se crió durante 20 meses al menos en barricas de roble y se afinó en botella más tarde hasta alcanzar su plenitud. Color picota, brillante, en nariz da frutos rojos y especias. En boca destaca la madera bien integrada y una complejidad que no le quita frescura y resalta la fruta. Perfecta acidez. Sabroso, con volumen, de trago amable sin perder personalidad. Final largo y rico. Un vino muy bien hecho y con un bajo precio asombroso.
Son los vinos del sol, con unos perfiles muy concretos que nos llevan inexorablemente al mar Mediterráneo
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.